InSurGente.- Un personaje de nombre Felipe Jiménez, firma una breve crónica desde la capital de México para el diario ultraderechsita La Razón. En ella, se puede leer que el propio estado cubano será el que se haga cargo del servicio de la telefonía móvil, tal y como debería ser en todos lados. Pero, como el bueno de Felipe Jiménez considera que la libertad es cuando la explotación la hace Telefónica o cualquier multinacional similar, titula la crónica de un modo asombroso, "Raúl Castro quiere escuchar el teléfono de los cubanos". Falsimedia es la monda. En la foto, Raúl Castro minutos antes de conectarse con los millones de cubanos para saber qué hablan.

Raúl Castro ha dado su autorización para que todos los cubanos puedan contratar teléfonos móviles, aunque el pago del servicio deberá efectuarse en divisas, una medida que tiene como objetivo el desarrollo de la «conectividad» en la isla. La telefonía móvil hasta ahora había estado reservada a los extranjeros o altos cargos del régimen, cuyas dependencias debían absorber el importe del servicio.

Raúl Castro quiere escuchar el teléfono de los cubanos

Asimismo, algunos cubanos también habían podido acceder a un teléfono móvil adquiriéndolo a nombre de un extranjero amigo. Un comunicado de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S. A. (Etecsa), publicado ayer en «Granma», da cuenta de que «a partir del proceso inversionista actual, Etecsa está en condiciones de ofrecer a la población el servicio de telefonía celular [móvil]». Y agrega: «Se formalizará [el servicio] mediante contrato personal en la modalidad de prepago», matiza. Precisamente, el acceso de los cubanos al móvil era una de las medidas esperadas por la población como parte del anuncio de Raúl Castro de levantar el exceso de prohibiciones.