Pedro de la Hoz - Granma.- Cuesta creer que una institución de salud clasifique como un objetivo de la política de desestabilización orquestada por una potencia contra un país pequeño, que no pretende subvertir el orden de aquel ni imponer sus ideas al vecino.
Pero así es: el cardiocentro del hospital infantil William Soler, de La Habana, aparece desde hace tres años en una lista bajo un extraño y perverso calificativo: denegado.
La lista fue elaborada por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, específicamente por una dependencia que entre sus principales misiones tiene la de impedir y perseguir que empresas, instituciones y ciudadanos norteamericanos, establezcan vínculos comerciales con Cuba.El responsable de política internacional de Izquierda Unida y eurodiputado visita Cuba al frente de una delegación del Grupo Parlamentario de la Izquierda Europea, en diálogo con La República critica el doble rasero con el que la Unión Europea trata a la Isla.
Guillermo Nova, corresponsal de Cubainformación en La Habana.- La Unión Europa mantiene la Posición Común contra Cuba pero al mismo tiempo habla de diálogo.
La Posición Común es injusta y discriminatoria porque Cuba es el único país con el que se tiene cuando lo que la Unión Europea tendría que hacer es mantener una relación bilateral de mutuo acuerdo basado en el respeto a la independencia, sin ningún tipo de amenaza que condicione la relación porque es un trato inaceptable para cualquier país del mundo, pero además en unos momentos en los que Cuba ha dado muestras de una gran generosidad desde el punto de vista humanitario la Unión Europea responde con un portazo.
Carlos Fazio - La Jornada.- Desde que llegó a la Casa Blanca, el presidente Barack Obama ha venido desplegando una política continuista en materia militar, que en algunos casos ni siquiera ha implicado un cambio de forma respecto de la administración Bush. En nombre de la defensa de la patria y de una pretendida democracia universal, la maquinaria global de destrucción y muerte del Pentágono y la Agencia Central de Inteligencia fabrica crisis guerras asimétricas y enemigos por doquier.
Con su culto a la violencia y a la muerte, la barbarie imperial es apoyada por distintas instituciones de gobierno en Washington, think tanks, medios de difusión masiva corporativos, y mandarines e intelectuales al servicio de una estructura de combate unificado que, en el marco de una estrategia de espectro completo y en defensa de la seguridad nacional, ha creado una atmósfera de terror y miedo internacional, al tiempo que intenta "legitimar" los bombardeos punitivos contra países fabricados como Estados canallas y/o fallidos, el uso de la tortura , las desapariciones forzadas y las ejecuciones extrajudiciales contra presuntos "terroristas".