Granma.- Tras la titánica labor de los trabajadores de las empresas de acueductos, recursos hidráulicos y la construcción quedaron restablecidas las dos principales conductoras que suministran el agua a la ciudad de Santiago de Cuba.

El ingeniero José Ángel Pita Hernández, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos en el territorio, aseguró que esta es la principal rotura reportada durante los últimos años.

La avería se produjo como consecuencia de un deslizamiento de tierra que dañó un tramo de alrededor de 60 metros de ambas líneas de abasto, las cuales dejaron sin el vital servicio a unos 250 000 santiagueros. Se agravó con la rotura en la tubería de impulsión del Micro 3, en el reparto Abel Santamaría, y con la paralización por inundación de 17 pozos de San Juan, que dan agua a la población de Versalles y el litoral.

Aunque los trabajos de soldadura concluyeron en apenas 30 horas, no fue posible restablecer el servicio debido a que ambas conductoras quedaron completamente desguarnecidas y sin garantías para soportar el peso y la presión del agua que circula en su interior.

Ante esta situación, confirmó José Ángel, fue necesario movilizar día y noche decenas de equipos y fuerzas especializadas para retirar la tierra y realizar la compactación del área, la cual aunque no ha concluido, permite reanudar la entrega y aliviar las tensiones que esto provoca en la población.

Sin embargo, recalcó, esta es una solución coyuntural pues la definitiva consiste en su inmediata sustitución por una conductora con capacidad de 900 litros de agua por segundo, la cual comenzará a ejecutarse el próximo fin de semana.

Mientras tanto extreman las medidas de seguridad y supervisan constantemente la conductora número 3, que data de 1926, pues tradicionalmente cede por la presión de entrada y durante el último mes se averió en tres oportunidades.

La situación es más compleja si se tiene en cuenta que alrededor de 500, de los casi 900 kilómetros de redes hidráulicas de esta ciudad, tienen entre 80 y 100 años.