Orlando Oramas León - Granma.- El precio mundial del barril de petróleo ha cruzado la barrera de los 49 dólares y puede llegar a los 50. Las oscilaciones suelen atribuirse a la inestabilidad política de algunos países productores, pero también existen otros factores subyacentes, como la creciente demanda y la disminución de las reservas, que podrían ser los indicadores del fin de la era del petróleo barato, o del petróleo mismo.
La era del petróleo barato pasó y las reservas tienden a decrecer.
El lector no debe pensar que estoy equivocado en la cifra del precio del crudo. La cita es de un artículo publicado en Red del Tercer Mundo, bajo la firma de Martin Khor, hace apenas tres años.
El 24 de septiembre del 2004 el petróleo rondaba los 50 dólares y entonces el autor del artículo alertaba que tal coyuntura debería servir "para generar una mayor conciencia de lo vulnerable que es el planeta en términos de petróleo.
Para los días que corren el listón se elevó al doble y el petróleo ha llegado incluso a 99 dólares el barril, lo que confirma los pronósticos alertados de antemano por el Comandante en Jefe. El combustible más usado en el planeta apunta a los 100 dólares y más, con consecuencias nada halagüeñas para el mundo, en particular los países subdesarrollados, incluido por supuesto Cuba.
FACTOR ESTADOS UNIDOS
Estados Unidos es el mayor consumidor e importador mundial de petróleo. Vean estos datos: se estima que un estadounidense consume como promedio más de 10 veces la energía comercial que utiliza un habitante del Tercer Mundo. La proporción se eleva a 27 veces cuando se compara con lo consumido por un residente de los países comprendidos entre los más pobres del planeta.
Los hidrocarburos fósiles no son renovables, declinan y se agotan. Esa misma tendencia es la que muestra la producción doméstica norteamericana del crudo, contraria al aumento sostenido del consumo en ese país, que representa el 25% de la demanda mundial.
Washington es un factor clave en las fluctuaciones en los precios del crudo, tanto por su rol en el consumo como por el impacto de sus políticas internas y en el mundo. Baste recordar que la espiral de los precios ha acompañado a las agresiones contra Afganistán e Iraq y las recientes amenazas contra Irán, importante productor y exportador. La hostilidad permanente hacia Venezuela no es ajena, como tampoco que el entorno del grupo afincado en la Casa Blanca está estrechamente vinculado a intereses petroleros.
LA TIRANÍA DE LOS PRECIOS
La agencia especializada en energía de la ONU calcula que por cada 10 dólares de subida de petróleo Brent, que se cotiza en Londres, el crecimiento de los países desarrollados y de desarrollo medio decline en medio punto.
En Cuba se han realizado inversiones de más de 1 300 millones de dólares en nuevas capacidades de generación eléctrica, y otros 250 millones en el mejoramiento de las redes de distribución.
Tal proporción puede resultar devastadora para muchas naciones de las llamadas emergentes, con fuertes restricciones financieras por causa de su abultada deuda externa, el intercambio desigual, los bajos precios de sus principales rubros de exportación y la falta de acceso a créditos blandos, entre otros obstáculos.
El aumento del precio del petróleo provoca, como primer efecto, la subida de los costos en prácticamente todos los sectores. Combustibles más caros disparan una cadena inflacionaria tanto en las industrias productivas como en los servicios, así como en las tasas de desempleo.
Los fertilizantes y pesticidas para la agricultura, por ejemplo, se vuelven prohibitivos para naciones que viven de sus producciones agropecuarias, mientras el incremento de los costos del transporte agrega nuevas cargas a esas economías.
La próxima puesta en marcha de la refinería de Cienfuegos será otro paso adelante de la Revolución Energética y la integración.
Otras secuelas se suceden en las industrias textil y del calzado, en las que las fibras sintéticas se obtienen de los derivados del crudo, al igual que ocurre con los embalajes de plástico, utilizados en la vida cotidiana y en industrias como la alimenticia, farmacéutica y otras.
A ello se agrega el intercambio desigual por el cual muchos de los precios de las materias primas que exporta el Tercer Mundo se mantienen a la baja, mientras se disparan los de los productos manufacturados del Primer Mundo, dueño de patentes y tecnologías de punta.
De manera que la tendencia alcista de los precios del crudo impacta a todos, pero con particular fuerza a países del Tercer Mundo que afrontan un escenario desfavorable y riesgoso, y que en el caso de Cuba agrega los efectos y cargas del criminal bloqueo, con más de 45 años, que hoy la administración Bush intensifica.
Por ello es más necesario que nunca convertir en conciencia pública la necesidad vital del ahorro para poder aspirar a la satisfacción de necesidades básicas y al desarrollo en todos los ámbitos.
Nuestro país desarrolla fuentes alternativas de energía, en particular la eólica.
Baste recordar que el país gastará este año 250 millones más que en el 2006 por la compra de alimentos, cuyos precios también se ven influidos, entre otros factores, por el alza de los combustibles. Algo similar ocurre en otras importaciones imprescindibles.
De ahí la necesidad de continuar implementando la Revolución Energética, que presupone formas más eficientes de producción, distribución y consumo de energía, pero también la creación de una mentalidad de sostenibilidad.
Si la nación gasta menos en combustibles puede destinar esos recursos para inversiones sociales u otras de indudable impacto económico que tanto necesita.
Cuba debe pagar más por sus importaciones, lo que hace más necesario cuidar lo que tenemos.
Hoy día la compra de un ómnibus demanda muchas más toneladas de caña u otras producciones nacionales que hace cinco, 10 ó 15 años. Pero tenerlo funcionando cuesta todavía más por el gasto de combustible, insumos y accesorios, también con precios multiplicados. Cuidar y controlar el uso de lo que tenemos también es entonces una fórmula imprescindible de generar recursos.
Incluso en la perspectiva y potencialidades de la exploración y explotación petrolera en el país, el desarrollo de fuentes alternativas de energía resulta una divisa tan necesaria como aquella que en la conciencia social nos aliente a ahorrar para crear y tener.
Resultados recientes de la exploracion en Cuba
Los esfuerzos exploratorios de CUBAPETRÓLEO y sus socios extranjeros se han concentrado en los últimos años en la Provincia Gasopetrolífera Septentrional de Cuba, la cual se extiende aproximadamente desde la mitad de la Isla hacia el norte, incluyendo los mares adyacentes.
Los mejores resultados exploratorios se han obtenido hasta el momento en la llamada Franja de Crudos Pesados que se extiende al norte de las provincias de Matanzas y La Habana. En las cercanías de la costa ya se han descubierto varios yacimientos los cuales aportan el 98% de la producción de Cuba. Estos son los campos Varadero, Yumurí-Seboruco, Puerto Escondido-Canasí, Santa Cruz, Boca de Jaruco y una decena de campos periféricos menores. En casi todos estos campos, algunos de los cuales ya se acercan a las tres décadas de producción, todavía se perforan pozos de explotación.
La mayor parte de los pozos exploratorios en Cuba, destinados a encontrar nuevos yacimientos, se perforan en las inmediaciones de la Franja de Crudos Pesados y en su posible continuación hacia todas las direcciones. En la franja se han continuado ejecutando importantes volúmenes de información sísmica tanto a lo largo de líneas como en su variante tridimensional. Estas investigaciones sísmicas han revelado varios prospectos de alta potencialidad, algunos de los cuales están siendo probados por medio de pozos exploratorios.
Entre los resultados recientes más importantes se encuentra el descubrimiento de un nuevo piso productor inferior en el yacimiento Puerto Escondido-Canasí, con pozos altamente productores. Estructuras similares cartografiadas debajo de los demás yacimientos de la costa norte serán perforadas en los próximos meses.
Descubrimientos adicionales en las cercanías de la costa se encuentran en estos momentos en evaluación para conocer su magnitud e importancia económica. Adicionalmente, se ejecutan trabajos sísmicos, geológicos y de perforación en la mitad norte de Pinar del Río, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Las Tunas y Holguín.
Los resultados en la exploración no son independientes de la innovación tecnológica, destacándose particularmente la introducción de la novedosa sísmica tridimensional tanto en tierra como en el mar, el logro de varios récords de perforación en Cuba en aspectos tales como longitud del pozo 5 638 metros y desviación horizontal de 4 764 metros, ambos en el pozo Varadero 738, la entrada al país de doce nuevos equipos de perforación capaces de hacer pozos de hasta 7 000 metros de longitud y la utilización de aproximadamente el 97% de todo el gas asociado que se produce en los pozos petroleros.
Los modestos pero importantes descubrimientos de los últimos meses, una vez evaluados, incrementarán reservas petroleras del país, lo que permitirá compensar la declinación natural actual de los yacimientos y probablemente incrementar los niveles de producción de crudo y gas asociado en nuestro país en los próximos años.
Por otra parte no han cesado esfuerzos exploratorios en las aguas profundas al norte de Cuba, donde en la actualidad operan nueve compañías petroleras internacionales. En los últimos meses se concluyen campañas de sísmica tridimensional en un área de unos 3 500 km cuadrados y sísmica bidimensional en más de 10 000 km de líneas sísmicas en los bloques dentro del Golfo de México con resultados muy alentadores.
"La Revolución Energética es un concepto permanente concebido e impulsado por el compañero Fidel y está dirigido a lograr mayor generación de electricidad con menos gasto de combustible. Hay otros frentes en los que se puede ahorrar con organización y disciplina."
Carlos Lage
El país consume 1 616 500 toneladas de diésel. Cada mil toneladas que dejemos de consumir son 760 000 dólares que podemos destinar a otras necesidades; cada mWs que desplacemos de la hora pico es un millón de dólares que podemos dejar de invertir y destinar a otras necesidades.