La Habana, 8 dic (Prensa Latina) Con una cálida bienvenida a cineastas de 19 países asistentes a la edición 44 del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, arrancó hoy el evento en la sala Charles Chaplin, de la capital cubana.
Fotos: Vladimir Molina Espada
Tania Delgado, presidenta de la más importante cita del séptimo arte en Cuba, destacó la riqueza y diversidad de la identidad y cultura de esta región del mundo y significó que el encuentro es la realización de un gran sueño latinoamericano.
Aprovechó el momento para denunciar el genocidio israelí contra el pueblo palestino y llamó a la resurrección y la sanación como pilares que deben sostener la filmografía nacional y continental.
Por su parte, Alexis Triana, presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), advirtió que pese a las grandes dificultades económicas que enfrenta el país se inaugura este festival, demostrando el valor de la cultural para la nación en momentos de fuertes corrientes colonizadoras.
Recordó la historia de la fundación del Icaic, la gesta de su creación, a la vez que nacía la Revolución cubana.
Cómo sostenemos esa utopía, dijo, y llamó a tomar las calles como la primera vez, apostando porque un mundo mejor es posible.
Llamó también a desatar los nudos, a dialogar con quienes quieran lo mejor para Cuba y su cine, a buscar soluciones a los problemas actuales.
La gala de apertura fue un regalo de lujo para los asistentes. Comenzó con una espectacular y renovada versión del tema musical «Desde la aldea», de José María Vitier, que desde sus inicios constituye la principal banda sonora del festival habanero.
Para esta ocasión, el Maestro, al piano, fue acompañado por las flautas de Niurka González y Rodrigo Sosa, el tres de Pancho Amat, la guitarra de Abel Acosta y en la percusión Alejandro Aguilar.
Otro virtuoso cubano, el pianista Marcos Madrigal, hizo un recorrido por clásicos del pentagrama de la isla caribeña y universal que también forman parte de la historia del cine.
A él también se unió González, conformando un dúo de flauta y piano magistral al que se unió la soprano Bárbara Llanes; la belleza de la música honrando a lo mejor del séptimo arte.
Para finalizar, Vitier y Madrigal fundieron sus pianos para recordar desde su música y en la pantalla del Chaplin que la película Fresa y Chocolate está cumpliendo 30 años.
Plato fuerte de la noche fue además la proyección del filme chileno Los colonos, de Felipe Gálvez, una de las candidatas al premio de Ópera Prima y la propuesta de su país para los Óscar.
En la ceremonia fue entregado un Coral Especial para el programa Ibermedia, por su extraordinario apoyo desde hace 25 años al desarrollo del cine cubano y latinoamericano a través de numerosos proyectos cinematográficos.
También fue otorgado el Coral de Honor a la actriz cubana Eslinda Núñez, Premio Nacional de Cine 2011, con una larga carrera cinematográfica, en la televisión y el teatro de la nación antillana.
Se encontraban presentes altos funcionarios del Estado y el Gobierno, entre ellos la viceprimera ministra Inés María Chapman, el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba Rogelio Polanco; el ministro de Cultura Alpidio Alonso, además de representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en la isla, intelectuales y artistas.
EL FUEGO SIGUE ESTANDO EN LA FRAGUA
Palabras de elogio al 44 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano, pronunciadas por el presidente del ICAIC, Alexis Triana Hernández.
Estimadas autoridades del Estado y del Partido Comunista de Cuba que asisten a este acto de inauguración, queridos Premios Nacionales de Cine, amables jurados; distinguidos productores, guionistas, realizadores, actores y actrices, críticos; amantes todos del Nuevo Cine Latinoamericano, que llegan desde 19 países a La Habana, Cuba, que sigue siendo territorio libre de América:
Este país resiliente, indomable y creativo bajo el acoso más sostenido de un imperio, decide hoy que inauguramos el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, por encima de cualquier circunstancia material, económica o energética.
Otros eventos han tenido que ser pospuestos: este festival reabre sus cortinas por 44 años en la capital cubana.
Volvemos a ser la pantalla más hermosa y plural del continente latinoamericano desde hace más de cuatro décadas.
El homenaje al cine latinoamericano tomará la calle 23 en la capital, con pantallas y cine gigante, y se extiende ahora mismo, a cines y salas de video en catorce provincias cubanas, incluyendo parques, instituciones, universidades, e incluso barrios que están solicitado filmes que son expresión de la mejor historia de nuestras citas.
Reabrimos totalmente reparado el cine en la comunidad marítima de Regla; retomamos con más fuerza la gran sala cinematográfica de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano; volvimos a la Universidad de las Artes y a la Facultad de Medios Audiovisuales; estamos a la sede de la joven vanguardia artística, el Pabellón Cuba de la Asociación Hermanos Saiz, con El Almacén de la Imagen; sumamos a la sala Caracol de la Unión de Escritores y Artistas; convocamos a venir a la TV Serrana para muestra y homenaje; y así, paso a paso, se extiende esta celebración en homenaje al espíritu y legado de nuestros fundadores por esta Isla rebelde.
Es un hecho que una mujer dirige por primera vez nuestro encuentro, como la mejor expresión de una Cuba, donde ellas significan más de la mitad de la fuerza profesional de este país. Y una vez más, para los cineastas, gestores y promotores culturales de Cuba se abre un gigantesco reto:
¿Qué hacer en pleno siglo XXI con la defensa de nuestras Utopías? ¿Cómo hacer en este mundo donde se nos imponen nuevos dioses y cánones digitales?
Es curioso que para la plataforma Wikipedia, Alfredo Guevara, fue “un funcionario cubano, experto en cine.” Ni siquiera la medalla en oro Federico Fellini, que le entregó la UNESCO como el primer cineasta en recibirla, ayuda a que le reconozca como el formidable gestor cultural que fue y será. Primero está la marca indeleble de “funcionario”, y a continuación, compañero de luchas de Fidel Castro. Y después que fue el fundador del ICAIC, y de este Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, y además su presidente por más de tres décadas y en dos periodos. Cierto que después describe parte de sus méritos, pero de poco le sirven las críticas de arte publicadas del 1953 al 57 en el periódico HOY, ni los guiones escritos bajo la asesoría de Cesare Zabattini, ni sus apasionantes libros, discursos, ensayos y compendios de cartas con Glauber Rocha, García Márquez y cineastas de todo el continente, y con el propio Fidel.
Y es que, por encima de tirios y troyanos, llegamos aquí gracias a aquel primer encuentro, heredero de Viña del Mar, Mérida y Caracas, que se inauguró un 3 de diciembre de 1979 con más de 600 cineastas latinoamericanos, que convocó aquel equipo de gestores y cineastas con Alfredo Guevara al frente, fundadores del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos.
Porque tan importante como él, eran los compañeros que tomaron parte a su lado, en una Revolución que, apenas a 90 días del triunfo, fundó la existencia del ICAIC con la firma de su indiscutible líder.
Puedo ver ahora mismo una foto de Agnes Vardá, donde detrás de Alfredo, aparecen otros dos "funcionarios". Nada menos que los queridos Saul Yelín, su armador de un sistema de relaciones internacionales; y Héctor García Mesa, director de nuestra Cinemateca. ¿Quién se atreve hoy a cuestionar cuánto aportaron a la promoción y defensa de una cinematografía continental?
Entre otros, su vicepresidente, Julio García Espinosa,un egresado del Centro Experimental de Cine en Roma, joven de unos 30 años ya "preocupado por la cultura nacional, la creación artística en sus más vastas interrelaciones y complejidades, y el cine en su doble condición de arte-industria." Así lo describe Manuel Herrera en sus palabras al libro "Vivir bajo la lluvia", esa apasionada compilación de Lola Calviño, la eterna esposa de Julio, para referirse a un formador de dos generaciones de cineastas en este Instituto.
Y así, a un piso de este edificio, que se llamaba Atlantic, lleno en aquel entonces de oficinas comerciales, bufetes de abogados, estudios de ingenieros y arquitectos, aquí llegó esa tropa de fundadores, con Titón, Santiago Álvarez y Juan Padrón y Humberto Solas y tantos otros a tomar este edificio como símbolo para entregarnos un cine raigal y cubano.
Muy fácil es venir a juzgar hoy la complejidad de nuestra historia: la verdad sigue siendo poliédrica, y contar desde el monólogo lo puede cualquiera con las nuevas tecnológicas. Lo difícil es acercar las manos a la fragua, hundirlas en la masa, reasumir como ellos la sentencia de José Martí que ¨Crear es pelear, crear es vencer.”
Nos toca como nunca antes que el cine y el audiovisual regresen a las calles y parques, a las comunidades como los tiempos de los Cines móviles, los cine-debates en fábricas y centros de estudio gracias a la intensidad del movimiento de los cineclubes. Hay que volver a tomar la calle, cámara en mano, a dejar testimonio de esta gesta, y de nuestros pueblos enfrentados a una nueva arremetida de la derecha fascista y neoliberal. Este es un festival desde las izquierdas.
Y es por lo que hay que renovar esta institución, y que acompañe con mayor capacidad y eficiencia a sus cineastas. Hay que recuperar la industria y desarrollar una plataforma de rodajes nacional e internacional. Hay que desatar nudos y amarras absurdas a la producción, la exhibición y la distribución cinematográficas. Hay que salir de las oficinas e irse donde estén los cineastas y los más diversos creadores de vanguardia con sus proyectos en los barrios. Hay que Dialogar-dialogar con todos aquellos que tienen propuestas y partan siempre del respeto mutuo, de los que -al decir de Jorge Fuentes en uno de nuestros encuentros en salón del Noveno piso- estamos por la solución y no por el escándalo. Estamos por la obra, #PorElCineCubano por el Cine Latinoamericano.
Nos urge el resurgimiento de este Festival de Cine Latinoamericano, porque para cada uno de nosotros tiene que seguir empujando cada país. Como el Gabo, y aquel señor de alas enormes que fue Fernando Birri, y Fidel, fundando una escuela de cine en San Antonio de los Baños, que no cerro ni en el peor momento de los noventa, y ahí está, viva y polémica.
“…El fuego está en la Fragua.” Es una frase de nuestra Graciela Pogolotti en el prólogo al libro de Alfredo que se nombra Tiempo de Fundación. “Por más de medio siglo, Alfredo y yo hemos compartido un mismo camino de exaltación y entrega sobre carbones ardientes. No hemos coincidido siempre en las valoraciones y en los puntos de vista. Pero en el fuego está la fragua.”
Y es, queridos invitados, que como en 1959 o en 1979, y a las puertas del 2024, el Fuego sigue estando en la fragua!
Hagamos votos porque renazca este nuevo cine latinoamericano, profundamente revolucionario en revolucionar, contra la Colonización cultural y la dominación imperialista, convencido de que otro mundo mejor es imprescindible.
Muchas gracias.
Cine Charles Chaplin, 8 de diciembre de 2023.
Una noche con los Rolling Stone debuta en fiesta del cine en Cuba
La Habana, 9 dic (Prensa Latina) La película cubana Una noche con los Rolling Stone, en competencia en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, se presenta hoy a las 17:30, hora local, en la sala Acapulco de esta capital.
La cinta de 92 minutos, dirigida por Patricia Ramos, concursa en la categoría de largometrajes de ficción en esta edición 44 de la mayor fiesta cinematográfica que cada año organizas isla caribeña.
Su realizadora es también la guionista de esta película producida por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos y Mar y Cielo S.A., que cuenta con Alexander González en la dirección de fotografía, Kenia Velázquez en la edición, Angie Hernández en el sonido y la música original de Magda Rosa Galván y Juan Antonio Leyva.
El filme sigue a Rita en La Habana de 2016, meses antes del concierto de The Rolling Stone, una mujer de 45 años con diversos conflictos sin resolver en su vida, pero que tiene la esperanza de que algo grande y único está por suceder.
La actriz Lola Amores es la protagonista de la historia y la acompañan en el elenco Maite Galban, Santi Estupiñan, Jorge Martínez, Roberto Espinosa, Doris Gutiérrez, Kristell Almazán, entre otros actores.
Hace unos días, por su papel en la cinta La mujer salvaje, también de producción nacional, la cubana obtuvo el premio de Mejor actuación principal en la edición 33 del Festival de Cine Ceará, que se desarrolló en Brasil del 25 de noviembre al 1 de diciembre.
Un poco de Chile en inauguración del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano
Thalía Fuentes Puebla
Cubadebate
Desgarradora y resiliente, así como el proceso de colonización y despojo que se llevó a cabo contra los pueblos indígenas en Latinoamérica, es la historia de “Los colonos”, debut – por la puerta grande–, del director Felipe Gálvez Haberle.
Archipiélago de Tierra del Fuego. 1893. Segundo, un mestizo chileno; Maclenan, un militar inglés; y Bill, un mercenario estadounidense, emprenden una expedición a caballo para delimitar y reclamar las tierras que el Estado le ha otorgado a José Menéndez.
Lo que parece ser una expedición administrativa, se transforma en una violenta cacería de onas, los nativos del archipiélago de Tierra del Fuego. Sangre, roles de poder, torturas, asesinatos, violaciones conducen el hilo narrativo del filme. Al final, cuando parece llegar el momento de redención, regresan esos mismos roles de poder y se vuelve a ultrajar los que serán “salvados”, porque existen muchos tipos de violencia y manera de ejercerlas.
No en vano esta fue la película escogida por el comité organizador del festival para su apertura; un verdadero regalo fílmico como nos tienen acostumbrados.
Afuera del cine Charles Chaplin, en la calle 23, una pantalla gigante proyectaba carteles del cine cubano, colección que recibió el mérito Memoria del Mundo por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. “Fresa y Chocolate”, icónico filme cubano de Tomás Gutiérrez Alea, también se proyectó en la pantalla gigante, homenaje a los 30 años de esta película.
Antes de proyectarse “Los Colonos”, una serie de virtuosos músicos cubanos hicieron un recorrido por algunos temas que han formado parte de la banda sonora del cine cubano. José María Vitier (piano), Niurka González (flauta), Rodrigo Sosa (quena), Pancho Amat (tres), Abel Acosta (guitarra), Alejandro Aguiar (percusión), Marcos Madrigal (piano) y Bárbara Llanes (voz) deleitaron con su ejecución e interpretación perfecta a los asistentes a la inauguración.
En la noche le concedieron al Coral Especial que entrega el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano al Programa Ibermedia, quienes han estimulado la producción de series documentales y de ficción en todo el continente. Asimismo, la consagrada actriz Eslinda Nuñez recibió el Coral de Honor.
“Una vez más, La Habana es la casa del cine de América Latina, de sus mejores películas, expresión de la infinita riqueza y diversidad, identidad, rostros, historias y cultura”, dijo en las palabras de apertura Tania Delgado Fernández , directora del Festival.
Recordó que la selección oficial la integran 199 obras de 19 países, los cuales proceden en su mayoría de Argentina, Brasil, Colombia, México, Chile, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Puerto Rico, Paraguay, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
“Nuestro festival sigue siendo el que habla de lo hermoso y de lo urgente, de lo humano y lo justo, de lo que emancipa el pensamiento y de la sensibilidad, el que enfrenta las máscaras enajenantes de la globalización cultural. Celebremos juntos la vida, la belleza, la diversidad, la inclusión, la justicia y nuestro derecho a defenderla a través de la singularidad excepcional que posee el cine”, concluyó.
Cine y literatura de la mano, otra propuesta de festival en Cuba
La Habana, 9 dic (Prensa Latina) El tradicional espacio Sábado del Libro regalará hoy a su público tres propuestas editoriales a tono con el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, el mayor suceso cultural que por estos días celebra la capital cubana.
Foto: Granma
A tono con la edición 44 del evento, iniciado la víspera, Ediciones Icaic (Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos) y el Instituto Cubano del Libro tomarán la Calle de Madera, frente a la Plaza de Armas de La Habana Vieja, a las 11:00, hora local, para sus presentaciones.
«Vivir bajo la lluvia», del cineasta Julio García Espinosa, «El cine latinoamericano del desencanto», del periodista, crítico de cine y escritor Justo Planas y «Una vuelta de tuerca. Cine de autpelículas de culto», del escritor y crítico Alberto Garrandés, son las ofertas de tres intelectuales cubanos, defensores del cine de la isla, para este día.
Las presentaciones estarán acompañadas de los comentarios de Carlos Galiano, crítico de cine, guionista y conductor del espacio televisivo Historia del cine; Víctor Fowler, escritor, ensayista y poeta, y Manuel Herrera, Premio Nacional de Cine (2022).
Acerca de «Vivir bajo la lluvia», Manuel Pérez Paredes, el director de cine cubano y fundador del Icaic escribió para el prólogo:
«La obra artística y teórica de Julio está ahí. Sus películas documentales y de ficción, sus trabajos teóricos, correspondencia profesional, discursos, entrevistas, intervenciones en debates en el Icaic o en foros y eventos nacionales e internacionales, han quedado para siempre con nosotros.»
Por su parte, el ensayista, crítico y promotor de cine Juan Antonio Borrero señaló sobre El cine latinoamericano del desencanto:
«… el libro de Justo Planas está favoreciendo la construcción de esa Historia del cine latinoamericano que aún espera por una visión donde la mirada de conjunto (que apenas parece haber sido ensayada con el cine político promovido en los años sesenta) nos ayude a conectar los textos puntuales con las condiciones históricas que en cada caso han seguido estimulando el registro de esa dura realidad en que se inspira”.
De su libro, el propio Garrandés ofreció algunas consideraciones conceptuales y narrativas en su texto Pórtico:
«Una vuelta de tuerca… alcanza a dialogar con la literariedad de la mainstream en el cine, con películas donde la experiencia vanguardista es neogótica o neo-noir, con la imaginación erótica, con la ciencia ficción y la fantasía, con la estructura de la reminiscencia y la memoria, con diversos grados de perturbación de lo extraño».