Rubén Abelenda - Cubadebate.- Hace pocos días leí una expresión de una colega amiga que su Dios era el Comandante en Jefe de la Revolución cubana, y tengo la certeza absoluta que para la mayoría de sus compatriotas y millones de personas en numerosos países lo es también porque Fidel es Fidel. Es un paradigma, más en estos tiempos difíciles que vive la humanidad.
El líder histórico de la mayor de las Antillas es recordado cada segundo, minuto, hora y día por sus connacionales, al igual que por muchísimas personas en los cinco continentes que desean y luchan por un presente y un futuro de paz y solidaridad.
Fue Fidel quien por primera vez afirmó que un mundo mejor es posible, y alertó de los peligros que enfrenta la especie humana ante las guerras por doquier, los genocidios como el de Israel en Palestina, el armamentismo sin freno, el hambre, la pobreza, las enfermedades y los daños que ocasiona el cambio climático.
Todos esos males, augurados por el máximo dirigente del proceso revolucionario en la isla caribeña, los estamos padeciendo hoy sin que inquiete a las grandes potencias occidentales, lideradas por EEUU.
Por el contrario, Washington y sus aliados lejos de preocuparse por esos problemas alientan los conflictos, venden cada vez más armas, y se inmiscuyen en los asuntos internos de las naciones incitando los enfrentamientos, como lo están haciendo en Venezuela.
Igual asesinan sin escrúpulo alguno, bloquean, y agreden a quienes se les antoja por el solo hecho de defender la soberanía y la independencia de sus pueblos.
Otro peligro, entre tantos de los cuales también Fidel advirtió, fue la proliferación del fascismo y el sionismo que en la actualidad se extiende por Europa, Oriente Medio y América Latina como un gran fuego, sin que exista ánimo de extinguirlo, y que puede conducir a una catastrófica tercera guerra mundial.
La visión futura del líder revolucionario cubano y su clarividencia lo hacen ser por estos tiempos adversos, pese a no estar físicamente entre nosotros, un referente de gran relevancia.
Muchos de sus compatriotas se preguntan a diario que haría Fidel ante determinadas circunstancias que enfrenta Cuba, por ejemplo, frente al bloqueo arreciado que le impone EEUU y que le provoca carencias de todo tipo, desde medicamentos necesarios para salvar vidas, hasta alimentos.
Hay quienes manifiestan, y no son pocos, los que dicen que hablan con el Comandante Jefe del decano archipiélago antillano para pedirle consejos, y les alumbre, desde dondequiera que esté, el sendero a seguir para resistir y continuar venciendo.
Aunque no he creído en dioses, y Fidel siempre rechazó el culto a la personalidad, me atrevo a decir que hoy él lo constituye para millones de hombres y mujeres en el planeta tierra que siguen su ejemplo y continúan batallando por un mundo mejor.
Este 13 de agosto el jefe de la Revolución de la nación caribeña cumple 98 años, sí los cumple, porque está vivo en el corazón de los cubanos y de los que luchan en cualquier rincón de la tierra por la paz, la solidaridad y el progreso de los pueblos.