Omara Durand recibe su medalla de oro en 200 metros T12 en la ceremonia de premiación del atletismo con sede en Estadio de Francia durante los Juegos Paralìmpicos París 2024, el 7 de Agosto de 2024 en Paris, Francia. FOTO: Calixto N. Llanes/Periódico JIT (Cuba)


Cubadebate

Omara Durand cerró con broche dorado la actuación de Cuba en los Juegos Paralímpicos de París 2024, en la final de los 200 metros, categoría T12.

Durand, junto a su guía Yuniol Kindelán, ganó además, los 100 y 400 metros en su clase (para atletas con discapacidad visual). De esta manera,  alcanza los 11 cetros en Paralimpiadas. Se despide de manera exitosa de las pistas.

 

Cubana Durand sella con broche dorado exitosa carrera en paratletismo

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París, 7 sep (Prensa Latina) La velocista cubana Omara Durand selló hoy con broche dorado la actuación de Cuba en los Juegos Paralímpicos de París 2024, y su propia carrera deportiva, al coronarse en los 200 metros planos, categoría T12.

Durand y su guía Yuniol Kindelán marcaron 23 segundos y 62 centésimas sobre la pista del Stade de Francia, para entrar por delante de la venezolana Alejandra Paola Pérez (24.19) y la india Sharma Simran (24.75).

La antillana llegó así a tres coronas en esta justa, pues ya había ganado los 100 y 400 metros en su clase (para atletas con discapacidad visual) y llegó en total a 11 cetros en Paralimpiadas, máxima medallista de su país.

Su palmarés incluye también 14 preseas de oro en Campeonatos Mundiales y 12 en Juegos Parapanamericanos, citas multideportivas donde igualmente lidera a sus coterráneos en el acumulado histórico.

Con este cetro, Cuba cerró su actuación en París 2024 con 10 preseas: seis de oro, tres de plata y una de bronce, de momento en el lugar 22 de la clasificación por países, pues mañana no verá acción ningún deportista de la mayor de las Antillas.

 

Multicampeona paralímpica cubana oficializa retiro de las pistas

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París, 7 sep (Prensa Latina) La flamante campeona de los 200 metros en la categoría T12, la cubana Omara Durand, oficializó hoy su retiro de las pistas, tras una carrera con 11 títulos paralímpicos, tres de ellos conquistados en París 2024.

No correremos más, pero nos vamos felices y satisfechos, dijo a la prensa cubana la estelar velocista de 32 años, después de recibir su medalla de oro en el Stade de France, donde cruzó la meta del doble hectómetro en 23.62 segundos.

Acompañada por su guía Yuniol Kindelán, Durand declaró sentirse muy emocionada y nostálgica, al recordar su brillante trayectoria.

Son lágrimas de alegría y también de nostalgia, porque es lo que hemos hecho toda la vida: correr, afirmó la estelar deportista nacida en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, ganadora también de la corona en los 100 y 400 metros en los Juegos Paralímpicos de la capital francesa.

Durand, dueña además de 14 preseas doradas en Campeonatos Mundiales y 12 en Parapanamericanos, adelantó que emprenderá nuevos caminos, en los que mostró confianza en resultar igualmente exitosa.

Por su parte, Kindelán manifestó satisfacción por la carrera de la dupla pletórica de galardones en el deporte rey.

Empezamos como los mejores y terminamos siendo los mejores, sentenció.

La undécima medalla de oro paralímpica de la antillana llevó a Cuba al puesto 23 del medallero, con seis títulos, tres plateadas y una de bronce, en una cita estival que culminará mañana.

 

Omara, tus lágrimas bien adentro

Joel García

Cubadebate

No pude dejar de ver la carrera, la última en Juegos Paralímpicos de una de las atletas cubanas más grandes que hemos tenido en este siglo XXI. Luego, toda vestida de roja, junto a su guía Yunior Kindelán, recibió su onceno metal dorado en estas lides desde Londres 2012 hasta Paris 2024.

Y por más que apretó la garganta y buscaba no pensar en ese momento, salieron las lágrimas. Esas lágrimas que todos sentimos bien adentro, cual despedida de las pistas y de la actividad física que desde los 15 años hizo su nombre cotidiano para todos. Decir Omara Durand es voluntad y empeño por encima de su progresiva pérdida de visión, que la puede dejar ciega en un corto tiempo si no se opera ya.

Sus manos estaban más nerviosas que cuando cargó por vez primera a su hija Erika. Y el abrazo con Yunior selló la doble vuelta de tuerca en su piel. Todo se acabó, parecía susurrar entre sollozos. Y como los hombres también lloran, el joven que la ha acompañado en los últimos nueve años en cada entrenamiento y en cada triunfo no pudo evitar sus ojos inflamados de lágrimas también.

Luego vino el himno nacional, el toque de la campana que cada monarca en estos Juegos Paralímpicos hacía como señal de triunfo y las declaraciones preparadas desde días, semanas, meses antes. "Lloraba de emoción, de alegría y nostalgia", aseguró Omara. "Lloraba por el trabajo que hicimos por tantos años", argumentó Yunior.

Y el cronista pensaba que los cubanos lloramos por todo eso y por su humildad, sencillez y entereza entre tantos premios; por todo lo que vamos a extrañarla sonriendo cuando vencía cada meta, cual niña santiaguera del reparto Desys, que gustaba de jugar con sus muñecas a ser una madre voleibolista o gimnasta. Por cierto, practicó gimnasia rítmica un tiempo hasta que el profesor Reinaldo Cascaret la vio corriendo en unas clases de Educación Física.

Muchas entrevistas, crónicas y noticias he podido compartir con Omara desde que irrumpió en el vuelo de palabras del periodismo deportivo. Sin embargo, en esta ocasión no voy a abusar de su paciencia para ninguna exclusiva. La disfruté corriendo, la abracé desde La Habana al lado de Yunior y sentí que sus lágrimas también cantaban: "toma mi corazón.... te lo dejo aquí".

Ese corazón que pertenece a Cuba, a la Revolución, al Fidel que tiene tatuado en su alma. Omara merece un recibimiento como lo que es: fuente de inspiración y orgullo nacional. Juro que es de palabras cortas, pero precisas. Auténticamente santiaguera y madre ejemplar. Y quizás por eso no vació todas sus lágrimas. Le quedan muchas más bien adentro para su familia, sus amigos, su esposo, su entrenadora Mirian Ferrer y su Erika, quien será música y no deportista. Y tal vez pronto le regale los acordes de una canción de Silvio que retrata fielmente el momento vivido este 7 de septiembre del 2024:

"Le he preguntado a mi sombra/ a ver como ando para reírme,/ mientras el llanto, con voz de templo,/rompe en la sala regando el tiempo..."

 

Durand y el adiós de la reina de la velocidad paralímpica

París, 8 sep (Prensa Latina) Lejos estuvo Omara Durand allá en su barrio natal de Chicharrones que la vida la premiaría hoy con un sitio en lo más alto de deporte discapacitado, al convertirse en la reina de la velocidad en Juegos Paralímpicos.

Por Adrián Mengana Martínez, enviado especial

Durand cerró un capítulo dorado en la pista del Stade de France al conquistar los 200 metros de los Juegos de París 2024, categoría T12, para llegar a la cifra de 11 coronas paralímpicas, un camino iniciado en Londres 2012, con sus triunfos en los 100 y 400 metros (T13).

La antillana dijo adiós al deporte activo con lágrimas en los ojos, siempre acompañada por su fiel escudero el guía Yuniol Kindelán, arropada por los aplausos y vítores de una afición francesa bien conocedora del deporte.

Ahora el nombre de la antillana, de 32 años, siempre estará unidad al prestigioso recinto deportivo, donde la selección de Francia conquistó la Copa Mundial de 1998, encabezada por su astro Zinedine Zidane.

Nacida el 26 de noviembre de 1991 en la oriental ciudad de Santiago de Cuba, cuna de otra estrella del atletismo en la mayor de las Antillas, Alberto Juantorena, bicampeón olímpico de Montreal 1976.

La caribeña dio sus primeros paso en el atletismo en la Escuela Provincial de Perfeccionamiento Atlético Israel Reyes, en su urbe natal a los 12 años, y después ingresó en la preselección nacional para estudiar en el centro deportivo Giraldo Córdova Cardín. Durand aprovechó al máximo su paso por ambas academias para consolidar una carrera deportiva, impregnada de una férrea disciplina y fuertes entrenamientos, y debutar internacionalmente por todo lo grande con las coronas de los 100 y 200 metros planos de los Juegos Mundiales para Ciegos y Débiles Visuales de Sao Paulo 2007.

Ese mismo año sumó tres medallas más en los Juegos Parapanamericanos de Río de Janeiro (100, 200 y 400), sin embargo, a las Paralimpiadas de Beijing 2008 llegó con deudas en la preparación debido a una lesión en el muslo derecho.

Además, sufrió una distensión muscular cuando corrió la vuelta al óvalo, que le afectó psicológicamente y le impidió alcanzar una presea.

Apoyada en todo momento por la avezada entrenadora Miriam Ferrer y la fortaleza de la medicina deportiva de Cuba, la saeta antillana apeló a su enorme voluntad y anatomía prodigiosa para retornar a las pistas totalmente recuperada. Así pudo regalarle a la afición los títulos paralímpicos del hectómetro y la vuelta al óvalo de Londres 2012, y comenzar a forjar su leyenda mundial.

El camino no estaría exento de obstáculos, no obstante, pues después del embarazo su visión empeoró y tuvo que empezar a competir con su guía vidente Yuniol Kindelán, quien la ayudó junto a Ferrer a recuperar toda la confianza y reinar una vez más.

Con su cooperación, la santiaguera ganó los 100, 200 y 400 metros en las Paralimpiadas de Río de Janeiro 2016, cetros revalidados en Tokio 2020, con una cota universal incluida en los 200 metros, y en la lid parisina.

Asimismo, conquistó coronas en los Mundiales de Christchurch 2011, Doha 2015, Londres 2017, Dubai 2019 y París 2013, y en los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011, Toronto 2015, Lima 2019 y Santiago de Chile 2023.

Estas lágrimas son de felicidad, de satisfacción, extrañaré mucho hacer lo que hice siempre, pero seguro la vida me premiará de otras formas a partir de ahora, afirmó la multicampeona al confirmar su retiro de las pistas en el Stade de France.

Por su parte, Kindelán visiblemente emocionado manifestó satisfacción por la galardonada carrera de la dupla en el deporte rey.

«Empezamos como los mejores y terminamos siendo los mejores», sentenció.

 

Sheyla Hernández ganó medalla de plata en la final del judo en los Juegos Paralímpicos de París

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Hay medalla de plata para #Cuba en los #JuegosParalímpicos. Sheila Hernández (+70 Kg) J2 perdió en la final con la brasileña Rebeca de Sousa. Foto: Guillermo Rodríguez Hidalgo.

La judoca cubana Sheyla Hernández ganó medalla de plata en la final del judo en los más de 70 kilogramos en los Juegos Paralímpicos de París 2024, frente a la brasileña Rebeca de Souza.

Sheyla tiene 23 años y fue subcampeona mundial en Bakú-2022 y titular en los Parapanamericanos de Santiago de Chile el año pasado.

En estos Juegos comenzó con triunfo por ippon en la Arena Champ-de-Mars ante la australiana Taylor Gosens en la categoría J2, en los cuartos de final. En semifinales, la parajudoca derrotó a la china Hongyu Wang, por ippon.

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