Entre sus asistentes estuvieron investigadores de varias  provincias del país así como representantes de España, Canadá y Argentina. Las palabras de inauguración estuvieron a cargo de la doctora Flor Fernández,  Decana de la Facultad y la investigadora Maribel Almaguer, Presidenta de la Cátedra de Género de la Universidad.

Entre los temas debatidos en las diferentes comisiones que sesionaron estuvieron la feminización de determinados espacios laborales y la inserción de la mujer en los llamados “puestos de poder”. Sobre esta última idea se hizo hincapié en las barreras que en la práctica aun obstaculizan su ascenso a espacios donde prima un poder masculino,  lo que los estudiosos llaman “el techo de cristal”. La violencia de género,  hacia la mujer y el abuso sexual infantil fueron temáticas que, con la sensibilidad y la responsabilidad que conllevan, evidenciaron realidades que ocurren a nivel mundial.

Una de las intervenciones que generó seria  polémica fue sobre los anteproyectos previstos a discutir en el Parlamento Cubano para otorgar a lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGBT) igualdad de derechos en la sociedad, de la doctora Zulendris Kindelan, asesora jurídica del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Por otra parte el aumento de mujeres que ingresan a trabajar al sector minero en Canadá y asumen los retos que ello conlleva,  fue otros de los temas que propició el debate;  presentado por  Sika Eliev, profesora de la Universidad Laurentien.

Pero sin duda el plato fuerte lo constituyó el Panel sobre estudio de Masculinidades,  pues por vez primera fue tratado en el ámbito académico y universitario camagüeyano. La expectativa sobre el tema quedó cubierta cuando los expositores pusieron a prueba que la equidad de género solo es posible si ambos, hombres y mujeres, nos involucramos en igualdad de posibilidades y responsabilidades en la negociación.

La visita a la Quinta Amalia Simoni en conmemoración al 167 aniversario de su  natalicio y el  recorrido nocturno a lugares de interés cultural e histórico de la ciudad, declarada este año Patrimonio de la Humanidad, fueron algunas de las actividades que complementaron el programa académico. Así mismo se presentaron varios títulos relacionados con los estudios de género.

A pesar de la “austeridad”  del evento,  según  palabras de sus organizadoras, el intercambio de impresiones y compromisos futuros de los participantes fue posible y fructífero. Abierta queda entonces la convocatoria y  la cita a un próximo encuentro,  en el que desde saberes y poderes individuales continuemos en el empeño de mejorarnos como sociedad.