Maria Salome Campanioni - Radio Cubana.-    El  23 de agosto de 1960 es fundada la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), organización que a lo largo de todos estos años de Revolución ha permitido que la mujer con abnegación, amor y entrega transformara cada uno de los espacios socioeconómicos de Cuba.En nuestro país no puede hablarse de ningún campo de desarrollo cultural, socio-económico y científico en el que no participe la mujer, convertida hoy en un elemento activo porque ha sabido aprovechar las oportunidades de incorporarse, después del Triunfo de la Revolución en 1959, a todas las áreas del desarrollo y el conocimiento, a la superación y al trabajo.

El quehacer de la mujer cubana constituye una Revolución dentro de la Revolución, porque no obstante las campañas que han tratado de estigmatizar su figura, es un hecho su integración con el liderazgo de Vilma Espín, combatiente del Ejército Rebelde, una de nuestras heroínas, cuya sensibilidad y arrojo, la hicieron merecedora para siempre de un lugar insuperable dentro del proceso de lucha por la igualdad de derechos de nuestras mujeres. De ahí su simbolismo y ejemplo en el accionar de la organización.

Sin mencionar la etapa histórica de los primeros años fundacionales, las mujeres de Cuba se insertaron con creatividad y riqueza en momentos trascendentes de nuestra historia reciente.

A fines de la década de los años 90, la Revolución bajo la conducción de su líder Fidel Castro, desarrolló un colosal programa para encauzar a la juventud: En los 170 proyectos enmarcados dentro de la “Batalla de Ideas” nuestras féminas estuvieron presentes tanto en el movimiento de trabajadores sociales, engrosando las filas de maestros y enfermeros emergentes, como instructoras de arte, como profesoras generales integrales y en el novedoso mundo de la computación.

Mujeres de esta isla antillana fueron las que ocuparon muchas de las columnas para enfrentar las campañas anti-vectoriales casa por casa, las que se incorporaron a la Municipalidad de la Enseñanza, las que han fortalecido los nuevos canales Educativos de la Televisión Cubana y han impulsado la Universidad para Todos, haciendo valedera la frase martiana que afirma: “No hay obra hermosa sin manos de mujer”.

Nuestro sistema nacional de Radio, cuenta con muchísimas mujeres que con su creatividad se han ganado un espacio particular en la historiografía de la radiodifusión, próxima ya a cumplir 88 años.
A todo lo largo y ancho del país, las mujeres de la radio, no obstante la doble jornada (en el hogar y el centro laboral), son, además, madres, hermanas, esposas, eficientes locutoras, actrices, realizadoras, directoras de programas, editoras,  periodistas.

En ese sentido particular reconocimiento en estos 50 años que cumple la Federación de Mujeres Cubanas, para aquellas radialistas que mantienen esos disímiles programas dedicados a la educación de la mujer, la salud, los niños, jóvenes, y ancianos “De la Tercera Edad”.

Hoy día laboran en el sistema radial un total de 3 867 mujeres, toda una fuerza creadora orgullosa como las palmas, inspiradas en ese ejemplo de mujeres como Ana Betancourt, Haydée Santamaría, Vilma Espín, Mariana Grajales, las Hermanas Giralt, y de inolvidables artistas como Rita Montaner y Consuelito Vidal.

La mujer cubana es quien ha forjado con manos propias nuestra realidad, de ello se deriva ese espíritu de las madres y esposas de los Cinco Cubanos antiterroristas presos en Estados Unidos para batallar y reclamar justicia, junto a su pueblo. De ahí la satisfacción de compartir el tiempo de Fidel, con su magisterio, su obra y su especial capacidad para avizorar el horizonte.

Como afirman en la Declaración por los 50  años de la Federación de Mujeres Cubanas, que se ha leído en cada una de las delegaciones femeninas de base:   “No ignoramos las dificultades, que no vivimos a sus espaldas, pero no las tememos. Continuaremos trabajando día a día para que la obra gigante de la Revolución se perfeccione y crezca”.

Esas son nuestras mujeres cubanas, grandes damas que con su enorme sonrisa han llevado en su mochila medio siglo de amor y entrega a Fidel, a la Revolución, y a la Patria.