Lirians Gordillo Piña - Revista Mujeres.- Especialistas y académicas demuestran que los estudios de género resultan indispensables hoy en la ruta del desarrollo social en Cuba. No sin contradicciones este campo de estudios se ha desarrollado en el país, marcado por la historia nacional y el empuje por la justicia social.

Aunque se investiga con perspectiva de género desde hace más de 30 años en Cuba, falta mucho por avanzar. Por primera se le dedicó un espacio específico a los estudios de género en el 12 Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2020 celebrado en La Habana del 10 al 14 de febrero.

“Diseñamos esta actividad especial con la idea que en el próximo evento ya sea un taller mucho más grande. En los eventos anteriores existían algunos trabajos en esta temática, pero se quedaban enmascarados en otros espacios”, dijo Marta del Carmen Mesa Valenciano, viceministra primera del Ministerio de Educación Superior (MES) en la apertura de la actividad especial Género: Avances y proyecciones.

Las palabras inaugurales del encuentro, estuvieron a cargo de Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y Norma Vasallo presidenta de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de La Habana.

“Nos da mucha alegría que desde el MES se le esté dando la importancia que realmente merece el tema. Esperamos que en el próximo evento puedan presentarse otros resultados de investigación y buenas prácticas, aprendizajes de cómo se van introduciendo los temas de género en la educación superior, algo que es un desafío desde hace mucho tiempo”, dijo Mariela Castro Espín durante su intervención.

Castro Espín apuntó que desde el triunfo revolucionario en 1959 con las primeras medidas legislativas “ya se estaba trabajando en la igualdad de género, sobre todo enfocada en las problemáticas de la mujer” e insistió que “no quiere decir que trabajar la igualdad de género sea ocuparse solo de los avances, las contradicciones, las vicisitudes históricas, las problemáticas y las desigualdades que se generan en la sociedad y que ponen en grandes dificultades a las mujeres”.

Para la experta “cuando hay voluntad política se puede”. Específicamente en el desarrollo de la educación sexual rememoró el recorrido comenzado en 1972 con la creación, por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), de un grupo de trabajo nacional sobre Educación Sexual “para poder generar las ideas de políticas y programas”.

“En septiembre presentamos al Ministro de Salud Pública la propuesta de Política de Educación Integral de la Sexualidad”, dijo.

Al interior de la academia cubana, la creación de las Cátedras de Estudios de Género y de la Mujer en los años noventa del pasado siglo, marcó un paso importante en la institucionalización de los estudios de género en el país.

La psicóloga e investigadora Norma Vasallo vivió de cerca ese proceso. Durante sus palabras la directora de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de La Habana repaso momentos importantes en los estudios de género en el país, su diversificación y principales retos.

“Resulta necesario recordar que los estudios de género son estudios feministas, emergen de ellos,”, enfatizó la experta.

Según Vasallo los estudios de género surgieron “más tardíamente” en Cuba “no como resultado de un movimiento feminista en el país, sino como resultado del intercambio académico en países donde este proceso se había producido”.

“El tema de la mujer comenzó a ser tema de tesis para optar por el título de licenciado no solo en ciencias sociales, sino también en las naturales como biología y farmacia. Tres años después de su constitución la Cátedra se había ganado un espacio reconocido en el mundo universitario y también fuera de este con la realización de actividades de extensión universitaria y había acumulado un conjunto de resultados científicos que podía mostrar y discutir con otras academias”, dijo Vasallo sobre el trabajo de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de La Habana.

El desarrollo de investigación y la realización de eventos científicos promovió el debate sobre la realidad de las mujeres cubanas. La especialista dijo que “la creencia de que las cubanas, por estar en una sociedad socialista no sufríamos discriminación, cambió”.

“Se tomó conciencia de que el campo seguía marcado por un fuerte machismo, ahora quizá con un rostro más sutil, pero machismo al fin; que, si hay violencia hacia las mujeres, aunque escuchemos a personas que dicen que en Cuba no hay o hay menos que en otras partes. También hemos tomado conciencia de que a pesar de los avances de las cubanas no estábamos adecuadamente representadas en los espacios de poder. Ahora necesitamos ser más las que tengamos esa conciencia para influir en los espacios donde se analizan y deciden las políticas”, reflexionó la especialista.

Entre los desafíos actuales la académica resaltó la existencia de pocas carreras que han incluido estos temas en sus planes de estudio: psicología, comunicación social, derecho y sociología son las principales, esta última la única que lo tiene como un contenido curricular desde hace varios años.

Otro importante desafío son las resistencias, desconocimientos y prejuicios relacionados con el feminismo.

“Aun entre muchas y muchos profesionales que nos dedicamos a los temas de género existe un cierto estereotipo acerca de lo que es el feminismo y mientras no logremos combatirlo tropezaremos con obstáculos invisibles para el desarrollo del trabajo desde la perspectiva de género”, alertó Vasallo.