Lissy Villar Muñoz - Revista Mujeres.- El reciente informe Derecho a vivir sin bloqueo. Impactos de las sanciones de Estados Unidos en la población cubana y en la vida de las mujeres, de la agencia Oxfam, “revela impactos en la población cubana de casi seis décadas de sanciones puestas en vigor por sucesivos gobiernos estadounidenses”.

Entonces ¿cuáles son esos impactos del bloqueo en la vida de las mujeres, y cómo se relacionan directamente con el sistema patriarcal? 

El bloqueo. El bloqueo. El bloqueo, es una expresión que pronunciamos con frecuencia  las mujeres en Cuba. Quizás algunas personas  pudieran pensar  que se le achacan todos los problemas que tenemos. Sin embargo, más allá de las críticas internas a la distribución y reorganización de la vida fuera y dentro del hogar y la intervención del Estado en la gestión del país, el bloqueo es una realidad y es una cadena sicológica de la que estamos sujeta, desde hace sesenta años,  también las mujeres.

En la carga emocional ahí está el bloqueo. Cuando pensamos en garantizar una vida de cuidados, que pasa desde la adquisición de una vivienda, hasta la garantía de una alimentación saludable, también lo sufrimos.

La implementación de políticas públicas que garantizarían una posibilidad de acompañamiento en la distribución de los roles domésticos en las familias, se ven afectadas también por el bloqueo. Se pudieran abrir más círculos infantiles, más centros del Sistema de Atención a las Familias (SAF), más  espacios de lavanderías…

El tiempo invertido en la búsqueda de alimentos, en las interminables colas existentes, en las carencias materiales. Ahí está el tiempo mayoritario de las mujeres. Buscar alternativas que reviertan la escasez de recursos no es trabajo fácil. En ese orden patriarcal que ha hecho que mayoritariamente en las mujeres el pensamiento pase,- en primera instancia,- por la garantía de las condiciones de vida en una casa, la reinvención y la apuesta por alternativas de la sostenibilidad de la vida, no es resultado solo de la innovación, sino de carencias evidentes. Y dichas carencias están relacionadas también con el bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos contra Cuba.

Entre esas alternativas de sostenibilidad de vida encontramos muchos ejemplos: lo referido a la utilización de plantas medicinales para suplir la carencia de medicamentos; la siembra en balcones y azoteas para la garantía de condimentos y alimentos básicos, entre otros.  

El informe sobre el bloqueo de Oxfam precisa que en el marco del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (marzo, 2021), la plataforma “aboga por un mayor empoderamiento de las mujeres rurales. Anima a priorizar el fortalecimiento y la aplicación de los sistemas integrales de cuidados y de protección social de todas las personas, promoviendo la corresponsabilidad y visibilizando la necesidad de reducir y redistribuir el trabajo de cuidados”.

Asimismo, agregar como imprescindible que “subrayar los impactos del bloqueo en los derechos y las realidades de las mujeres tiene su fundamento en la certeza de que no es posible conseguir una sociedad justa a menos que mujeres y niñas tengan capacidad de decisión sobre sus vidas. Para lograrlo, es preciso exponer las prácticas que les impiden gozar de sus derechos. En este sentido, el bloqueo refuerza el sistema patriarcal y desconoce las necesidades diferenciadas, las potencialidades, oportunidades y la autonomía de las mujeres”.