Revista Mujeres.- Convocado por la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba, se celebró, durante los siete días iniciales del mes de abril de 1923, el primer Congreso Nacional de Mujeres, presidido por Pilar de Morlón y Menéndez. Este acontecimiento fue el primero con carácter nacional en América Latina y este año cumple su centenario.
El evento, que tuvo lugar en el Gran Teatro de La Habana “Alicia Alonso”, en aquel entonces Teatro Nacional, contó con la participación de 31 organizaciones. Las delegadas aparentemente no estaban conformes solo con las leyes de la Patria Potestad (1917) y la del Divorcio (1918), ya que aspiraron a lograr otras reformas sociales.
“Fue puesto sobre el tapete el tema de la prostitución femenina y la trata de mujeres y se pidió, además, una revisión de la legislación contra el adulterio. Formaron parte de la agenda, la necesidad de una reforma de la enseñanza y la protección de la infancia. El reconocimiento a los hijos ilegítimos fue muy polémico y debatido, pero no alcanzó el consenso necesario para elevarlo”, explica Marilys Suárez Moreno, periodista de la Revista Mujeres, en la publicación “Años republicanos. Primer Conferencia Nacional de Mujeres y el derecho de la mujer al voto”.
Además, acordaron “hacer una campaña por el derecho al voto de la mujer y la equiparación de esta en derechos y responsabilidades con el hombre, lo que incluía el salario y otras reivindicaciones laborales”, agregó la periodista en dicha publicación.
A pesar de lo progresista que pudo ser el cónclave en cuanto a acuerdos que revindicaron a la mujer cubana, el congreso fue duramente criticado debido a las inconformidades por la ausencia de obreras y cubanas negras en el encuentro. Por otro lado, el ambiente en el que se desarrolló la conferencia era un poco convulso, debido a la situación político-social del país, luego de una sucesión de mandatos títeres que solo respondían a los intereses de EE.UU. e ignoraban las necesidades del pueblo cubano; la corrupción político-administrativa, entre otros aspectos.
Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba: preludio del primer congreso femenino
El Club Femenino de Cuba era una organización que se formó el 21 de marzo de 1918, con la articulación de varias asociaciones sufragistas. Esta sociedad estuvo compuesta por intelectuales de las letras, periodistas, pedagogas, abogadas y pintoras que realizaban debates feministas similares a los de otros lugares del mundo.
Entre sus logros: el más importante fue la creación de la cárcel de mujeres de Guanabacoa, donde se reeducaba a las reclusas y se les impartían cursos de instrucción primaria y de costura, además de garantizarles cama, ropa y alimentos; la fundación de escuelas nocturnas para obreras y otras para la enseñanza del comercio; también, la creación de la primera institución formadora de niñeras que tuvo el país.
En 1921, el Club Femenino se asocia al Congreso Nacional de Madres, la Asociación de Católicas Cubanas, la Asociación Nacional de Enfermeras de Cuba y el Comité de la Creche Habana Nueva, creando la Federación Nacional de Asociaciones Femeninas de Cuba, la cual, un año más tarde, convocó al primer Congreso Nacional de Mujeres.
Dicho congreso lo presidió Pilar Morlón de Menéndez, periodista, sufragista y activista feminista cubana a favor de los derechos de las mujeres, quien fuera integrante del Club Femenino de Cuba.
