Sandra Álvarez – Negra cubana tenía que ser / Pareciera como si la gente no escuchase a Raúl (Castro) cuando nos exige transparencia en el tratamiento de los temas que nos competen.

A Paquito el de Cuba le mintieron cuando reclamó, a las instancias pertinentes, acerca de la homofobia del CENSO; le dijeron que por haber sido concebido antes de los Lineamientos del Partido, no se tendrían en cuenta los hogares homoparentales y las trans-identidades sexogenéricas en la investigación.

Como probó el bloguero El Nictálope, si se había considerado, oportunamente, que las uniones entre personas del mismo sexo podrían ser consideradas como tal, siempre y cuando las personas implicadas compartiesen el mismo hogar; un requisito solo para este tipo de relaciones, que revela su dosis de homofobia, pero bueno algo es algo.

No obstante, alguien decidió dar cabida a la discriminación y exclusión al proponer, y hacer efectivo, el tachado de la oración que revelaba la inclusión de las personas sexodiversas y hogares homoparentales, en el manual de los enumeradores/as. (Un off topic: viene a mi mente una secuencia cinematográfica: un aula llena de personas, con plumón o bolígrafo en mano, tachando acompasada y alevosamente la proposición en cuestión, intentando establecer un récord de más tachaduras en menor tiempo).

En la práctica eso se traducirá en que el enumerador o enumeradora hará como que refleja la condición de su hogar en la planilla, pero al salir de la vivienda debe no considerar su respuesta y hacer un círculo en esa pregunta.

Sin embargo, lo más grave para mi es la indicación de desconocer las identidades trans. Lo explico para que se entienda: el enumerador tiene la orden de NO preguntarle su sexo y/o género, es él o ella quien se lo asigna a partir de la simple observación; de manera que si Ud. es genéricamente mujer ―por lo tanto se siente y define como tal―, y aun conserva evidencias externas de haber sido un macho, el enumerador reflejará que Ud. es del género masculino.

Al CENSO solo le interesa su sexo biológico (más bien el genital) aquel que le dijeron al nacer y aparece en su carnet de identidad) o sea qué genitales lleva Ud., aunque no le pida enseñarlos, lo cual, para ser estrictos, sería oportuno.  

Varios activistas de Arcoiris se comunicaron telefónicamente con la oficina del Censo para averiguar cuál será el proceder exacto en este tema. Según los especialistas, se le pedirá el carnet de identidad a las personas; me pregunto entonces si la indicación de no tener que presentar documento alguno es válida para todas las preguntas excepto para el sexo y en el caso específico de las personas trans.

También explicaron que solo si los  transexuales que se hayan realizado la reasignación sexual son quienes podrán ser consideradas según su género. Vale aclarar que los procedimientos más actualizados no precisan de la operación para designar a un individuo según su identidad de género.

Del mismo modo, solo reflejarán los hogares conformados por la unión de un hombre y una mujer y en este sentido especialistas de la ONEI alegan que al no ser legales, en el país, la uniones consensuales o matrimonios entre homosexuales entonces estas no serán consideradas como tal.

En este sentido, Antonio Vega, Jefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información, declara que “con la tachadura se corrige una errata, pues el Censo no considera la existencia de estas familias porque la Ley no lo reconoce. Las parejas normales son las que se estudian”. !O sea las otras son ilegales!

¡Pero si se han pasado muchos días hablando de que no se necesita probar nada y que la legalidad no es un concepto aplicable en la investigación censal! He escuchado en muchas ocasiones, que el Censo es la una fotografía de la realidad, por tanto no importa si usted trabaja por la izquierda o vive en casa de su pareja sin tener el cambio de dirección. Debería ser así también para este tema, además para los heterosexuales no se tendrá en cuenta tal legalidad.

Para mí, ambas cuestiones le restan credibilidad a la investigación. Efectivamente no contaremos todos los cubanos y cubanas en el CENSO 2012.

Lo anterior se agrava si tenemos en cuenta que es obligatorio responder al CENSO con la verdad, en virtud del Decreto 291 de 2012, publicado en la Gaceta Extraordinaria 32, según la información brindada a un amigo que llamó al 830 4467.

Solo la honestidad, digo yo, puede llevarnos por el “camino correcto” de solución de muchas de nuestras contradicciones sociales.

Ciertamente, este censo tuvo la oportunidad de haber sido uno de lo más progresistas del mundo; pero al final es heteronormativo ¡qué pena!