Por Carlos Alberto Pérez - Blog La Chiringa de Cuba / Cubainformación.- Semanas atrás una trágica noticia dejó en shock a nuestro país. Un lamentable accidente seguido de la irresponsabilidad en varias dimensiones fueron las causas del siniestro ocurrido en una gasolinera de Santiago de Cuba, hecho que cobraría en cuestión de minutos el alto precio de la imprudencia y falta de previsión de transeúntes y autoridades allí presentes.
No tuve la oportunidad de estar físicamente en el lugar de los hechos, un factor que indiscutiblemente me hubiese aportado datos mucho más concluyentes a la hora de confeccionar este análisis, pero a de 360 grados que concluyó en una amarga experiencia. Y es que personalmente no creo en las casualidades de la vida, pues más bien me concentro en las causas y sus efectos sobre hechos concretos, fsumiendo los riesgos que esta profesión siempre impone asumo cierta objetividad de la crítica apoyándome en un material audiovisual que recoge gran parte del incidente, captándose incluso, el punto de partida y desenlace del momento más trágico de la historia. Es por ello que insisto en que este video aficionado grabado desde un teléfono celular representa el más fiel de los testimonios de lo allí ocurrido, así como un material de obligada referencia para entender las posiciones que en este artículo serán asumidas.
Si irónicamente comencé cuestionándome la CASUALIDAD de que un camión golpeara y derribara accidentalmente una de las bombas de la gasolinera de Trocha, no significa que sea este el punto más interesante de mi observación. Queda claro que casual o no, hasta el momento del accidente todo parecía haber quedado claro. Alguien tendría que pagar los daños materiales y económicos ocasionados a partir de una mala maniobra de conducción, y fin de la historia. Pero desgraciadamente la vida es una constante sorpresa y el destino se resiste a concebidas predicciones, hecho que quedó demostrado cuando la chispa de una motocicleta que se daba a la fuga evadiendo a las autoridades encendió la gran cantidad de combustible derramado, dando a los acontecimientos un duro e inesperado giroórmula que me ha conllevado irremediablemente al cuestionamiento y análisis de manera sutil y muy personal al desenlace de lo acontecido.
¿Bomberos salvavidas?: el análisis del vídeo
Según se puede apreciar en el vídeo, la bomba de gasolina golpeada yace en el suelo y de esta brotan incesantemente decenas de litros del combustible altamente inflamables. A pesar del alarmante panorama, lejos de asumir un plan de medidas debidamente preparado para estos casos y evacuar de inmediato dado el peligro inminente a trabajadores y vecinos del área, ni bomberos ni empleados del lugar hicieron mayores esfuerzos por despejar el área, pues si analizamos minuciosamente el testimonio audiovisual se pueden observar a todas luces como se violan una y otra vez las medidas de seguridad que pudieran existir para tales casos. Pero lo más alarmante vino después, justo a la llegada del carro de bomberos 834 perteneciente al Comando No-1 del Cuerpo de Bomberos de la ciudad, ya que los combatientes del MININT se presentaron alarmantemente pasivos ante la situación, e incluso hasta pudiera decirse que bastante desconcertados con la situación en curso. Señores, ¡no es esa ni por asomo la imagen de respuesta rápida que tiene nuestro pueblo de sus valientes bomberos!, ¡y mucho menos la que predican orgullosamente nuestros medios! Pero si a la llegada del mencionado Comando no había aún ni un ápice de fuego por aquellos contornos, creo sin embargo que el equipo que acudió de primero al lugar de los hechos no supo poner en práctica con suficiente tiempo su plan de contingencia para estos casos, y que fue este sin lugar a dudas el principal factor desencadenante de la trágica desgracia colectiva. Me explico. Si en lugar de merodear con toda la calma del mundo como zombies con mangueras vacías de un lado a otro, los bomberos hubieran diluido con sus medios y modernas técnicas el combustible vertido en la gasolinera y calles adyacentes, el carácter inflamable de la gasolina hubiera desaparecido, o cuando menos, se habría reducido en gran medida el rango afectado. Eso significa que por consiguiente las pérdidas económicas y materiales hoy serían las mínimas. En cuanto a la preservación de vidas humanas hay un detalle que escapó de toda previsión, y es que con suficiente tiempo no se estableció un perímetro prudencial que alejara del lugar del accidente a transeúntes, vecinos, curiosos y beneficiarios fortuitos del peligroso líquido en escape. Justamente frente a la gasolinera se observa como con tamaña naturaleza vecinos y motoristas allí conglomerados hacían acopio del combustible vertido con improvisadas cubetas, tanques, cascos,o todo objeto que de alguna manera les servía para almacenar o transportar el combustible hacia sus casas y medios de transportes. Mis dudas al respecto son las siguientes: ¿No deben imponer el orden los bomberos como máxima autoridad en una zona de desastre? ¿No les competía a ellos prevenir, alertar a la población de lo peligroso de aquellas acciones, además de preparar las condiciones para el repentino surgimiento de un posible desenlace del fuego? ¿Tenía el cuerpo de bomberos que esperar por las fuerzas policiales para tomar el control de la situación? ¿Supuestamente no debería tener autoridad ese destacamento militar para lidiar con la población en una situación de crisis? Creo que la actuación de estos compañeros ha dejado mucho que desear, pues la situación no requería de otra cosa que no fuera VALENTÍA, CORAJE, INICIATIVA y LIDERAZGO, elementos que de haber sido correctamente aplicados seguramente se hubiera evitado un mal mayor, y sobre todo, el mínimo de víctimas. La pregunta de orden entonces sería: ¿se pudo evitar semejante descalabro? Seguramente sí, pues muchos de estos accidentes son previamente estudiados y por lo general este tipo de establecimientos tienen rigurosos manuales de procedimiento en casos de crisis. Pero, ¿qué tanto se pone en práctica esto en Cuba? ¿Existe un plan trazado con los factores zonales y vecinos para proceder en caso de desastre? Creo que es este un elemento importante a tener en cuenta, pues los CDR junto a demás organizaciones lideradas por el gobierno local y el Ministerio del Interior deberían coordinar y llevar a cabo CON MAYOR FRECUENCIA distintos simulacros en dependencia del peligro que representen no solo las gasolineras, sino también plantas eléctricas, de gas, almacenes de sustancias tóxicas o inflamables, almacenes militares y polvorines, fábricas, centros científicos, etc. Creo además que si alguna entidad tuviera en efecto estas precauciones guardadas en el fondo de algún archivo o escritorio, hoy más que nunca se deberían revisar, actualizar y revitalizar estos planes. Todo esfuerzo en este sentido nunca será suficiente.
Esperemos entonces que no haya sido este solo un triste capítulo para muchas de las familias cubanas, y que por el contrario, sirva como ejemplarizante caso para la coordinación y rápida respuesta a catástrofes de este tipo. Ojalá y desde hoy las CASUALIDADES puedan ser víctimas de la pronta eficiencia y en buen tino, y que la CAUSALIDAD desligada de la ingenuidad y la irresponsabilidad no cause nuevamente tanto dolor a nuestro pueblo.
Para más detalles vea el vídeo de: Incendio en gasolinera de Santiago de Cuba (video-aficionado)