Según este periodista, el nuevo acercamiento de España a Cuba busca un cambio “democrático” hacia el sistema capitalista, empleando la economía como un medio para lograrlo.
Muchos tienen la obsesión de erradicar el socialismo cubano, construido sobre las viejas bases de una sociedad y economía capitalista dominada por las inversiones estadounidenses, que solo sembraron diferencias sociales, desempleo, discriminación racial y de género, el analfabetismo y una divergencia abismal entre el campo y la ciudad.
Los cubanos hicieron una Revolución sin apoyo de ningún Gobierno extranjero y cambiaron el panorama social del país, dándole oportunidades a todos por igual.
El Gobierno de Estados Unidos al percatarse de que el proceso era diferente a los gobiernos anteriores, intentó impedir el triunfo, y al no poder evitarlo inició programas de acciones encubiertas con el ingenio de la CIA, a fin de asesinar a Fidel Castro y retrotraer a Cuba al pasado.
Fracasados sus planes durante más de medio siglo, comprendieron que los métodos violentos y de presiones no iban bien con los cubanos, de ahí que el Consejo Nacional de Seguridad tomara la decisión de cambiar de táctica, apoyándose en el carisma natural e inteligencia del presidente Barack Obama, con el sueño de lograr el deseado “tránsito” al capitalismo.
Para alcanzar su sueño buscan alianzas, con el fin de influir entre todos en el Gobierno cubano para trastocar su economía por la capitalista, esa que tiene en banca rota a muchos países del mundo entre ellos a España, e incluso a los mismos Estados Unidos que acumulan hoy la mayor deuda externa del mundo y un alto déficit financiero, situación que no es denunciada con campañas mediáticas.
A pesar de estar sometida a la más larga guerra económica de la historia humana, Cuba logró índices en salud, educación, seguridad social, igualdad, cultura, deportes y avances tecnológicos como jamás tuvo durante la etapa capitalista, éxitos reconocidos por el propio Obama, durante su breve estancia en La Habana.
Si el socialismo es tan malo como quieren hacerle creer al mundo, ¿por qué razones no levantan el bloqueo contra Cuba y cesan los ataques económicos contra Venezuela?
¿Por qué Estados Unidos no elimina la prohibición de viajar a Cuba como turistas a sus ciudadanos?
¿Por qué sancionan a terceros por hacer transacciones financieras en dólares hacia Cuba?
¿Por qué sostiene monetariamente a la “oposición” interna, creada y entrenada por ellos contra la Revolución?
¿Por qué mantienen las transmisiones radiales y televisivas hacia Cuba, con informaciones tergiversadas y falsas para subvertir al pueblo?
Si todo fuese tal mal en Cuba, el mismo pueblo lo rechazaría sin necesidad de injerencias externas, tal y como sucedió contra el Gobierno del tirano Gerardo Machado y del dictador Fulgencio Batista, ambos respaldados por Washington a pesar de sus crimines y permanentes violaciones de los derechos humanos.
La propia CIA reconoce en sus informes que las penurias de la economía cubana son en gran medida resultado de sus acciones de guerra económica, de ahí que Obama no elimine las prohibiciones que ejecutivamente pudieran desmantelar el bloqueo económico.
La reciente visita a La Habana de varios funcionarios del Gobierno español, intenta reabrir una relación comercial disminuida notablemente por el presidente José María Aznar, al proponer en 1996 las sanciones de la Unión Europea hacia Cuba, con la presunción de que acabarían con la economía de la Isla, pero la vida demostró su error, porque la Revolución es auténticamente popular y la resistencia y unidad dieron al traste con las ilusiones de la mafia anticubana de Miami.
Según José Luis Gómez en su artículo:
“En Cuba está por ver si todo es un bluf de primavera o si, a través de la liberalización de su economía, llega a un sistema democrático, lo cual dejaría en lo que son, meras anécdotas históricas, la emblemática visita de Obama a La Habana, el impresionante concierto de los Rolling o el glamuroso desfile de las chicas de Chanel. Lo sustantivo es si Cuba se dota un mercado interno capaz de crear riqueza distribuida con criterios democráticos”.
Si las verdaderas intenciones de España son las de establecer una relación amistosa, transparente y beneficiosa para ambas partes, seguramente no tendrá obstáculos; pero si pretenden apoyar la táctica yanqui de corroer el socialismo desde adentro, como desean Obama y Hillary Clinton, perderán su tiempo y la oportunidad de ocupar un sólido espacio antes de que Estados Unidos cambie e inicie sus relaciones comerciales con Cuba.
Por eso hay que recordar lo que afirmara José Martí:
“La amistad es el crisol de la vida”
*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.
Enviado por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación
