Osmany Sánchez - Blog La Joven Cuba.- Nada beneficia más a la derecha que la división entre la izquierda y no hay algo que perjudique tanto a esta como sus propios errores. La traición de Lenin Moreno en Ecuador y los acontecimientos que nos llegan desde Venezuela y que involucran a pesos pesados dentro de la Revolución Bolivariana nos dejan muchas lecciones.
A mí me sorprenden estos acontecimientos sin embargo amigos que han estado en esos países lo ven como algo que veían venir y faltan otros, me dicen. El pueblo no se equivoca, solo hay que estar dispuesto a escuchar su opinión. Hace poco en Matanzas vivimos la experiencia de una dirigente impopular y sus nefastas consecuencias.
La división dentro de un movimiento político puede estar motivada por ambiciones personales o por falta de comunicación. No puede ser que, ante un enemigo implacable, dos amigos se dividan mientras dicen defender los mismos principios. Mucho más cuando la derecha – ante su desprestigio – acude al recurso de mimetizarse con los colores de la izquierda.
La única forma de mantener la unidad es abrir cada día más espacios para la crítica revolucionaria y cerrar el paso a los oportunistas. La Revolución es de todos. Los que están dirigiendo hoy, a cualquier nivel, no deben olvidar que su principal función es responder a los intereses del pueblo.
Si nos dividimos perdemos.
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