Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- Una vez más, la conmemoración del día en que llegó al mundo el mejor discípulo de José Martí (Fidel Alejandro Castro Ruz —13 de Agosto de 1926) deviene pretexto para repasar la fuerza de su sapiencia y acercarnos a cómo su percepción de la vida constituye una brújula para continuar el proceso emancipador que con su guía inició el pueblo cubano 60 años atrás. Doy rienda a mi sentipensamiento.


Particularmente, traigo a capítulo la apreciación fidelista al calor de los esfuerzos que realizaba nuestra Revolución en medio del descomunal golpe que representó la caída del socialismo al estilo soviético. Así, viene a colación las orientaciones dadas por nuestro Comandante en Jefe en diversos discursos durante la emergencia del Período Especial.

Significo que Fidel —en el marco de lo que se denominó Programa Alimentario, a finales del siglo pasado— aludió a que “cuando el arroz en el mercado mundial vale 250 o 300 dólares, en Japón el gobierno paga 800 y 850 dólares por tonelada de arroz a aquel agricultor, o no tendrían arroz”; conocimiento que avala la comprensión de que hay que “retribuir al trabajador agrícola”; “un trabajo duro, hay que pagarlo, o si no el hombre, de manera instintiva y natural, busca la sombra, busca la oficina”. “[Es decir, a tono con dicho Programa] se está llevando a cabo rigurosamente un control y tiene el número uno en las prioridades; es la rama cuyo desarrollo no debe pararse”. He aquí un mandato para hoy, más perentorio cuando la realidad nos impone sustituir importaciones a partir de nuestras posibilidades internas.

Otra enseñanza derivada del saber de Fidel en el Período Especial hace acto de presencia: “Algo que me ha caracterizado siempre, desde que me consideré revolucionario, desde que empecé a ser revolucionario, es la confianza en el pueblo, la fe en el pueblo, la seguridad en el pueblo”. “Todas las batallas las hemos librado siempre y las hemos ganado con el apoyo del pueblo”. O sea, invariablemente hay que trabajar por cumplir/responder a las expectativas del pueblo y, al estilo de nuestro Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, obrar por quitarle todos los días una porción a lo que sea un problema del ciudadano común —como se hace en torno al salario en el sector presupuestado, visto el asunto en la totalidad.

Agrego una advertencia de Fidel que a mi juicio reviste plena vigencia: “[Si desapareciera la Unión Soviética] ¡aun en esas circunstancias Cuba y la Revolución Cubana seguirían luchando y seguirían resistiendo!”. “[Por esa premisa] nosotros somos hoy un símbolo, y todo el mundo observa qué pasa en Cuba, qué harán los cubanos, de qué serán capaces los cubanos”. “[Así] ahora el internacionalismo está en defender y preservar la Revolución Cubana, ese es nuestro más grande deber internacionalista”. “Lo que debemos hacer es resistir, luchar y vencer” —sin despreciar la necesidad de trabajar en aras de la armonía Persona-Sociedad-Naturaleza, según él certificó en la Cumbre de la Tierra en 1992.

De modo que si anteriormente hacer tangible “resistir, luchar y vencer” se convirtió en una muestra por excelencia de nuestro Internacionalismo —la presencia en Latinoamérica de un número considerable de países revolucionarios y progresistas encabezados por Venezuela hubiera sido en extremo difícil sin la Cuba en Revolución—, hoy no deja de revertir contornos similares la proeza que edificamos en medio de las múltiples agresiones yanquis, más en la medida en que actuamos como nación y al margen de miserias humanas.

“Por nuestra parte, no nos dejaremos distraer con presiones y amenazas. Hay demasiados desafíos que vencer y vamos a concentrarnos en ellos: en primerísimo lugar, la invulnerabilidad económica y militar del país, el ordenamiento jurídico, la derrota de cuanto obstáculo interno o externo persista: sea el burocratismo, la insensibilidad o la corrupción, que no pueden aceptarse en el socialismo” —acreditó el Compañero Díaz-Canel el pasado 26 de Julio, convencido de que hoy también saldremos victoriosos. Entonces, estamos construyendo no solo la irreversibilidad del proceso revolucionario cubano sino también un Ejemplo para Nuestra América y el Tercer Mundo en general, toda vez que la continuidad triunfadora de nuestra Revolución se revertirá en un impulso mayor para la lucha por un mundo mejor —verdadero tributo a la memoria de nuestro Líder Eterno.

Por tanto —tomando como epicentro las orientaciones de nuestro Comandante en Jefe en la llegada del Período Especial—, no tengo la menor duda de que Fidel continúa/continuará constituyendo el ABC de nuestra actualidad y perspectiva. ¡Amén!

Nota: el autor es el Presidente de la Cátedra Honorífica de Estudio del Pensamiento y Obra de Fidel Castro Ruz en la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz, Cuba.

La Columna
Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- El centenario de su partida física, deviene momento de reflexión y aprehensión de su legado —más, acerca de la NEP...
Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- El Socialismo y el unipartidismo en Cuba, son el resultado del devenir en su proceso histórico, con la brújula de José Martí...
Noel Manzanares Blanco – Cubainformación.- La difícil situación que vivimos el grueso de cubanas y cubanos, no debe conducir a obviar sus causas ni a negar los beneficios de nuestra Revolución...
Lo último
Girón, abril de victoria
Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres / Ilustración Claudia Alejandra Damiani. Tomada de Cubadebate.- En Girón, toda Cuba se puso en pie de guerra para hacerle frente al enemigo invasor. Firmes en sus posiciones, dispuestas a p...
Ver / Leer más
La Columna
El día que Mérida perdió
Por Lorenzo Gonzalo*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación-Radio Miami.- La ciudad de Mérida, la ciudad blanca de Yucatán está de luto.El día 15 de abril a las 5:00 pm falleció un grande de la...
La Revista