Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- En la primera parte de este título, aludí a las transformaciones que hubo tras el Triunfo de la Revolución en la provincia de Camagüey —situada al Centro-Este de la Isla; a la impronta de Fidel Castro en los primeros meses de 1959 en medio del respaldo marcado del pueblo camagüeyano; y a una parte de la huella del Comandante Camilo Cienfuegos en la cuna del Patriota Ignacio Agramonte, del Científico Carlos J. Finlay y del Poeta Nacional Nicolás Guillén. Todo, en un ambiente que servía de contén a la escisión que encabezó Hubert Matos Benítez —aspecto que prometí abordar (1).
La investigación que realicé en torno al proceso revolucionario en la provincia mencionada entre 1955 y 1965, y en particular la pesquisa sobre el asunto en cuestión, me permite significar que el comandante Hubert Matos edificó su camino contrarrevolucionario en Camagüey desde que fue designado para la jefatura de la Plaza Militar en nuestro territorio el 12 de Enero de 1959. Diez meses después, los días 20 y 21, estuvo a punto de ebullición su actividad desligada de la gesta emancipatoria que se construía en la Mayor de las Antillas (2, 3).
Rememoro grosso modo, el clímax/solución de la traición hubertmatista.
El susodicho redactó una carta “privada” dirigida a Fidel donde anunciaba su renuncia a su jefatura militar; era de conocimiento de sus allegados. Jorge Enrique Mendoza, quien el 21 de septiembre anterior fue designado por el Gobierno Revolucionario para desempeñarse como Delegado en Camagüey del Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA), impuso al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana de la patraña orquestada.
Para resolver esta situación, cumpliendo órdenes de Fidel, Camilo llegó al lugar de los hechos aproximadamente a las seis de la mañana del 21 de Octubre e inmediatamente se trasladó a la casa de Hubert Matos que estaba ubicada en los predios del Cuartel sede de la Plaza Militar. Allí hizo prisionero al comandante sedicioso; en un lance facilitado porque, para ese momento, los revolucionarios en la provincia tenían bajo su control las dos estaciones de Policía y las Fuerza Tácticas del Ejército Rebelde, el aeropuerto, la central telefónica y la Prensa (estaciones de Radio y Televisión y el periódico Adelante).
Esa misma mañana, llegó nuestro Máximo Líder a suelo camagüeyano y se trasladó a la sede del INRA; se encontró con Camilo, quien le informó sobre la situación imperante; y una vez en conocimiento del escenario concreto, orientó marchar hacia el Cuartel referido sin armas, a pie y con el acompañamiento del pueblo. Al filo de las once a.m., el camino quedó expedito para que se protagonizara lo que quizás sea el primer antecedente de lo que en años posteriores fueron las Marchas del pueblo combatiente en la Revolución, a instancia de las masas camagüeyanas en respaldo a Fidel y Camilo.
Este histórico acontecimiento quedó reflejado en el periódico Adelante al día siguiente de la manera que continúa:
“La Revolución ganó una batalla ayer en esta ciudad cuando más de 50 000 personas abandonaron sus hogares y labores habituales [y] se lanzaron a la calle para consolidar la libertad obtenida después de sufrir la tiranía que costó la sangre de más de 20 000 compatriotas, para respaldar plenamente al máximo líder de la Revolución [...]. El peligro lo conjuró el pueblo, llegando en masa para demostrar que los campesinos y los obrero no cederán y defenderán el triunfo pulgada a pulgada”.
La solución de la trama, fue de una marcada significación tanto para el desarrollo de la Revolución en sentido general como para desatar los obstáculos que dificultaban la materialización de las transformaciones que necesitaba la sociedad camagüeyana; al tiempo que constituía prueba fehaciente del acompañamiento popular en la provincia al proceso revolucionario encabezado por Fidel Castro.
El propio Camilo Cienfuegos, al hacerse eco de lo anterior, escribió: “Por conducto del Diario Adelante somos nosotros quienes decimos Gracias, Gracias pueblo Camagüeyano, tu presencia en el Campamento Agramonte ayudó a solucionar una nueva traición a la Patria, hombres habrá traidores pero pueblos no y menos Camagüey” (Sic) —consta en el mismo periódico.
No obstante, el desenlace de esta acción contrarrevolucionaria, una semana después, también devino luto nacional: precisamente por estar al frente del proceso de reestructuración política, militar y administrativa en la provincia, el Comandante Camilo Cienfuegos se mantuvo en contacto directo con el territorio camagüeyano, y el 28 de octubre de 1959, tras partir del aeropuerto local “Ignacio Agramonte” a las seis de la tarde rumbo noroeste, la inexperiencia del piloto en medio de condiciones climatológicas adversas provocó su desaparición física.
Concluyo: a seis décadas de las trascendentales páginas escritas por el Comandante Camilo Cienfuegos en Camagüey, considero que no solo estamos ante todo un acontecimiento que constituye acicate para seguir enriqueciendo la Historia y Cultura de nuestro terruño que pasa de los 505 años (4) sino también que lo entonces sucedido se convierte en muro de contención contra las patrañas de última hora del régimen de Trump (5), a juzgar por lo que parafraseo del Señor de la Vanguardia: Hombres habrá traidores pero pueblos no y menos el de Cuba. ¡Amén!
Referencias:
2.- http://tvcamaguey.blogspot.com/2009/10/camino-de-una-contrarrevolucion-en.html.
3.- http://tvcamaguey.blogspot.com/2009/10/desenlace-de-una-contrarrevolucion-en.html.
