Por Arthur González*/Martianos-Hermes-Cubainformación.- Al leer alguno de los miles de documentos secretos de la CIA, publicados por el Archivo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, se aprecia hasta dónde son capaces de llegar con tal de derrocar a la Revoluciona cubana.


Una de esas Operaciones ultra secretas fue la que algunos nombran, en su 2da etapa, como “Caso Proenza”, iniciada el 3 de abril 1963 contra un Viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, y desclasificada en 1999. Espeluznante fueron las acciones diseñadas para alcanzar el objetivo de “fragmentar la coalición gobernante en la Isla y exasperar sus relaciones con la URSS”.

Siguiendo las instrucciones del conocido Comité 303, durante la administración del presidente John F. Kennedy, la CIA fue autorizada a entregar informaciones falsas a la embajada cubana en México, donde un supuesto agente disgustado informó sobre la “traición” del Vice Ministro cubano, Joaquín Ordoqui Mesa, a partir de su “reclutamiento” por la CIA a inicios de 1962.

Ordoqui fue el blanco seleccionado por su formación comunista, ser Viceministro del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, dirigente del Partido Socialista Popular y miembro de la Dirección Nacional del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURC).

Según la CIA, desde antes del triunfo revolucionario era un hombre muy cercano a la URSS y su detención por “traición a la patria”, podría provocar una fricción entre los soviéticos y los líderes revolucionarios cubanos.

Un plan elaborado el 14 de abril 1959 por la Estación CIA en La Habana, revela el interés de Estados Unidos por evitar que los miembros del Partido Socialista Popular, alcanzaran posiciones en de las Fuerzas Armadas, el Gobierno, el Movimiento obrero, los medios de prensa y la cultura. (Foreign Relations of United States, volumen VI, Cuba, 1958-1959).

Durante el verano de 1963 el supuesto agente CIA disgustado, hizo varias entregas de documentos falsos a los cubanos, pero no se observaron reacciones en Cuba.

Por lo tanto, el 1 de noviembre de 1963 inician la 2da etapa con otra entrega de documentos, que revelaban la presencia de otro “agente de la CIA”, pero esta vez dentro de la embajada cubana en México.

La persona seleccionada fue la Agregada cultural de la misión diplomática, Teresa Proenza que, según informaciones de la CIA, era comunista, mantenía contactos con la inteligencia soviética en México, y tenía una relación cercana al Viceministro Ordoqui, debido a su filiación política.

El control sobre ella, le permitió a la CIA conocer que el 10 de diciembre de 1963, fue informada que debía regresar a Cuba, lo que se materializó el 23 de enero de 1964.

El 18 de noviembre de 1964 la prensa cubana publicó una nota informativa, firmada por el Comandante Fidel Castro, sobre la suspensión de Joaquín Ordoqui de sus cargos en la dirección del PURSC y en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionaria, hasta tanto se realice una investigación completa de su conducta política, desde 1957 hasta el presente, dado determinados aspectos en su comportamiento político durante dicho período.

La CIA había obtenido solo una parte de lo que buscaba, pero las relaciones entre Cuba y la URSS no se debilitaron, por el contrario, se fortalecieron.

A la falsa acusación inicial, se sumó la declaración de Marcos Rodríguez Alfonso, conocido por Marquitos, durante el juicio en marzo de 1964, por ser delator de varios jóvenes asaltantes al Palacio Presidencial en 1957, en la que acusó a Edith García Buchaca, esposa del Comandante Ordoqui, de haberle confesado a ella en 1958 durante su exilio en México, que él había delatado el lugar donde estaban los jóvenes asaltantes a Palacio, los que fueron masacrados por el 1er Teniente Esteban Ventura Novo, jefe de la 9na Estación de la policía del dictador Fulgencio Batista.

Marquitos, a unos días del asalto a Palacio, se entrevistó con Ventura, delatándole el lugar donde se escondían cuatro de los asaltantes. Para cubrir su denuncia, se asiló en la embajada de Brasil en La Habana, donde el embajador Vasco Tristao Leitao Da Cunha y su esposa, trabajaban para la CIA.

En esa época, oficiales del FBI y la CIA asesoraban a los cuerpos represivos de la tiranía, por tanto, una información tan importante debió se intercambiada con los yanquis, quienes posiblemente atendieron a Marcos en el exterior, para conocer planes y movimientos de los revolucionarios cubanos.

La acusación falsa contra Edith García, evidencia que fue orientada por la CIA durante su estancia en Europa en 1959, cuando ya la Agencia tenía un plan para impedir que los miembros del partido socialista alcanzaran altas posiciones en el gobierno revolucionario.

Al retornar Marquitos a la Habana 1959, procedente de su exilio, fue denunciado como el delator de los asaltantes a Palacio, siendo detenido en el Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde (DIER) y al no poderse comprobar su culpabilidad fue puesto en libertad.

Comienza a visitar la embajada de Brasil en Cuba, supuestamente para “mejorar sus relaciones” con el embajador Leitao Da Cunha y su esposa, donde abordaban temas políticos. También visita al Comandante Ordoqui y a su esposa, quienes lo ayudaron durante su exilio en México.

En junio de 1959 viaja a Checoeslovaquia para estudiar idioma checo y en la facultad de cine, residiendo en la sede universitaria y temporalmente en la residencia del embajador cubano, estableciendo relaciones amorosas con su hija.

Sirve de traductor a varias delegaciones cubanas de alto nivel y posteriormente obtiene la plaza de agregado cultural, lo que le permite asistir a otras embajadas y relacionarse con diplomáticos, incluidos los norteamericanos.

En diciembre es citado a una entrevista con el encargado de negocios de Brasil, quien en nombre del embajador Vasco Leitao Da Cunha, le informó que sería detenido en breve y debía salir de inmediato de Praga, ofreciéndole dinero, la posibilidad de viajar a Brasil u otro país de Europa y los medios de comunicación de su embajada.

El 10 de enero de 1961 es detenido por la Seguridad del Estado y trasladado a Cuba.

Philip Agee, oficial de la CIA, en su libro “La compañía por dentro: Diario de la CIA”, afirma:

“Otra importante Operación dirigida contra los cubanos fue una sofisticada provocación, mediante el envío de cartas al servicio de inteligencia cubano en la embajada de Ciudad México, por una persona que se presentaba como un oficial de la CIA tratando de ayudarlos. Las cartas aparentaban la implicación de Joaquín Ordoqui… Eso le valió la Medalla de Inteligencia de la CIA al oficial Stan Archenhold”.

“La Agencia aprovechó el juicio de Marquitos para promover una campaña contra Cuba, utilizando a la agencia de prensa UPI para defenderlo y tergiversar los hechos, aprovechar las discrepancias puestas de manifiesto durante el juicio, para debilitar, dividir y crear el divisionismo político ideológico, así como desarrollar la Operación que sobrevino con la detención de Ordoqui y su suspensión de los cargos en el Partido y las Fuerzas Armadas, como eran sus objetivos”.

Edith García fue exonerada de esa imputación por el propio Fidel Castro y Marquito condenado a pena de muerte. 

Todo encaja como piezas de rompecabezas, pero ni con esa Operación han podido destruir el socialismo en Cuba, porque como dijo José Martí:

“De medios artificiales solo nacen raquíticos productos”

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