Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Bueno, hasta ahora tal parece que en el juego de dominó entre Cuba y los Estados Unidos, el gobierno de Joe Biden se está pasando con ficha. Ya han pasado tres meses desde que el nuevo contrincante asumió el poder en Washington y el hombre lo único que hace es pasarse.  Lo peor del caso es que no sabemos hasta cuando lo seguirá haciendo.

Algunos dicen que para Mr. Biden Cuba no es una prioridad, lo que bien puede interpretarse como que lo que está pasando el pueblo cubano por culpa de las infames medidas que tomó el anormal que ocupó el puesto antes que él, a este  señor ni le da frío ni calor.

En realidad, no comprendo la actitud del Presidente ni la de su equipo de consejeros.  No entiendo el por qué no acaban de definirse en una dirección o la otra.  Hasta ahora da la impresión que está apoyando las acciones que contra Cuba tomó el tronco de yuca de su antecesor y no las acciones que tomó la administración de Barack Obama de la cual él era el segundo al mando. No me puedo imaginar que Obama haya tomado las decisiones que tomó respecto a Cuba y que su Vice Presidente no haya dicho ni esta boca es mía. Sabemos que Mr. Biden tenía una gran influencia en aquella administración, que el Presidente Obama lo oía, por lo tanto me imagino que en gran medida haya tomado parte en la decisión del aquel gobierno de restablecer las relaciones diplomáticas con la isla. Imaginándose uno lo anterior, es bien extraño que esté pasando lo que está pasando.

Hay quien dice que los anticubanos de Miami, los mismos que lo acusaron de comunista durante la campaña electoral, están  ejerciendo una gran influencia sobre Biden para que no cambie la política existente; también hay quien dice que eso no es verdad que el Presidente no le hace caso a los que han demostrado ser sus enemigos políticos, que lo que pasa es que no ha tenido tiempo de ocuparse de lo de Cuba.

Yo particularmente lo que creo es que lo que dije anteriormente, y es que el caso de Cuba les importa un comino, que las necesidades que está pasando aquel pueblo por culpa de esta criminal política no le quita el sueño a nadie en esta ni en ninguna administración anterior.

¿Llegará el día que este país acepte que es hora de quitarle el pies del cuello a aquel pueblo que ningún daño le ha hecho? Dicen, que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, pero ya se acercan los cien años y el mal aún sigue persistiendo…

*Lázaro Fariñas, periodista cubano residente en los EE.UU.

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