Desde ya se augura un crecimiento económico para Venezuela, a partir de este año 2022, debido a varios factores que se juntan para tal hazaña.
Uno de estos factores, es que en Venezuela hay una nueva economía, donde nuevos emprendedores y productores están comercializando y produciendo productos hechos en Venezuela, es decir, hay una producción nacional de bienes, en este caso, alimentos y otros. Se están sustituyendo importaciones.
Deseamos desde estas líneas plantear que, no se debe a un “milagro económico” que se sucede en Venezuela, sino a una serie de antecedentes y hechos, que se han venido sucediendo, para algunos “en silencio” y para otros, desde las profundidades de la economía comunal-popular.
Recuerdo que, desde la facilitación de la formación sociopolítica en Venezuela, cuando hablamos del modelo de sustitución de importaciones, este, pretendía sustituir, mediante la producción en el país, mercancías, que tradicionalmente se importaban o importan de EEUU Europa y otros continentes. Este modelo parecía, en ese momento, una utopía.
También facilitamos, que había que transitar hacia un modelo de Desarrollo Endógeno, buscando un cambio productivo en el país, atendiendo a las particularidades locales, regionales y nacionales, por ejemplo: en el Estado Guárico de Venezuela sembrar maíz y arroz; en Mérida, Hortalizas; en Zulia y en el Vigía, plátanos y cambures; y en el Estado Bolívar y la isla de Margarita, potenciar más el turismo.
Igualmente, cuando se crea la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular, por parte de la Revolución Bolivariana, compartimos con Consejos Comunales y Comunas, que el objetivo de ella es, “Establecer un marco para el desarrollo del modelo socio productivo comunitario, desarrollando la Economía Popular, con base a Proyectos que las propias comunidades organizadas impulsen para satisfacer sus necesidades”.
De igual modo, la Ley citada desarrolla el concepto de Prosumidores/as que son “Personas que producen, distribuyen y consumen bienes o servicios, y participan voluntariamente en los Sistemas Alternativos de Intercambio Solidario, con espíritu social, para satisfacer sus necesidades y las de otras personas de su comunidad”.
Estos Sistemas Alternativos de Intercambio Solidario son: el trueque, los mercados de trueque comunitario, las organizaciones socio productivas comunitarias como: las empresas de propiedad social directas e indirectas comunales, empresas de producción social, empresas de distribución social, empresas de autogestión, las unidades productivas familiares, incluso se propicia hasta el desarrollo de una moneda comunal, para el desarrollo del intercambio de saberes, bienes y servicios. También se propone desarrollar el ahorro comunal.
Como observan, es todo un sistema económico comunal-popular para desarrollar la economía comunal. Por supuesto, esta iniciativa se ha ido desarrollando a todo lo ancho del territorio venezolano, con matices propios de cada región y con la creatividad de los sectores populares.
En algún momento, por ejemplo, se desarrollaron los Fundos Zamoranos, según Dick Parker en su artículo “El desarrollo endógeno: ¿Camino al socialismo del siglo XXI?”, que son, “unidades colectivas socio productivas, localizadas en tierras potenciales con vocación agrícola, cuyas actividades a realizar se enmarcan dentro del modelo de Desarrollo Endógeno, para la construcción de un nuevo modelo de producción social, fomentando valores de solidaridad comunitaria, impulsando la participación, la autogestión y generando un proceso de interacción entre los actores sociales, mediante la justa y equitativa distribución de la tenencia de la tierra y su uso racional, para garantizar la seguridad y soberanía agroalimentaria”. Al decir que “se enmarcan dentro del modelo de Desarrollo Endógeno”, se está obviando que la mayoría de los Fundos Zamoranos se impulsaron antes de que se hubiera iniciado la discusión sobre desarrollo endógeno; y encontramos una definición de sus objetivos que expresa la aspiración de que “funcionen con una capacidad integrada y eficiente, donde vivienda, vialidad, medio ambiente, además del trabajo, entre otros, sean factores dignos para que al productor se le asegure su estabilidad, mejora en la calidad de vida y su contribución efectiva a la seguridad alimentaria del país”.
Desde la aparición del comandante Hugo Chávez, ya él hablaba abundantemente del tema y según el escritor Steve Ellner, en su artículo “La primera década del gobierno de Hugo Chávez: Logros y desaciertos”, “El gobierno de Chávez ha abrazado tres metas económicas fundamentales... La primera meta explícita es la diversificación de las relaciones comerciales con el fin de superar la dependencia del mercado petrolero norteamericano. Un segundo objetivo relacionado es el logro de la «soberanía» nacional a través del aumento de la capacidad productiva independiente, específicamente mediante el rompimiento de la dependencia del capital y la tecnología de las naciones capitalistas avanzadas. En tercer lugar, el Gobierno trata de romper el control oligopólico de la economía mediante la promoción de nuevas fuentes de competencia”.
A su vez, el sociólogo Carlos Lanz Rodríguez, en el año 2009, idea y lanza el programa “Todas las manos a la siembra”, con la finalidad de crear una cultura de siembra permanente y autosustentable desde los planteles educativos, por ende, la metodología consiste en la siembra de huertos escolares para que los niños/as y adolescentes se involucren con el trabajo y la naturaleza. En este sentido, el programa se basa en que desde los planteles educativos se esparza a las familias y comunidades urbanas la conciencia y conocimiento sobre la necesidad de la producción de alimentos.
Así mismo, Lanz Rodríguez plantea la necesidad de, “Acelerar la construcción del nuevo modelo productivo, rumbo a la creación del nuevo sistema económico. Esto implica afectar las relaciones de producción para así trascender el modelo capitalista que hemos heredado producto de la pseudo- democracia e Instalar la nueva estructura territorial, para acabar con la deformación del territorio, esto tiene que ver con los ejes de desarrollo, con los polos de desarrollo y con los núcleos de desarrollo endógeno”.
Finalmente, en su artículo “Los PH. El Desarrollo Endógeno y la Microproducción”, Carlos Lanz Rodríguez, plantea “... las políticas que impulsan la microproducción, aún muchas de las personas, que pasaron por ella, se ganan la vida trabajando con el oficio aprendido. Para dar continuidad a esas políticas, el gobierno ha implementado varios conceptos y estrategias, para seguir atendiendo la producción en pequeña escala, entre ellas la Economía Social, Los Patios Productivos y más recientemente las Ciudades Comunales, donde se involucra, entre otros, a las organizaciones populares y a emprendedores. De seguro, muchos de esos planes lograrán sus objetivos”.
Desde la acera de la oposición venezolana, en un artículo de Luz Mely Reyes, periodista y analista política, “¿Venezuela se ‘arregló’? Es una mala noticia para la democracia”, aunque hace una crítica a la falta de democracia en Venezuela, señala: “Durante el último año Venezuela ha vivido una serie de cambios, especialmente económicos, que han hecho popular una polémica frase: “Venezuela se arregló”. En este 2022, al país han llegado conciertos, el fin de la escasez que sumió a la nación en situaciones deplorables, la consolidación de la dolarización, la expectativa de que la economía llegue a crecer 20% (según estimaciones de Credit Suisse), y la posibilidad de que se restablezca alguna relación entre el gobierno del venezolano Nicolás Maduro y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Hay quienes leen estas situaciones como algo positivo, y lo son”.
También informa, “Pese a que la relación Biden-Maduro parece haber entrado en un refrigerador, lo que sí ha continuado es el intento de flexibilizar ciertas regulaciones que permitan a la industria petrolera operar en mejores condiciones. La compañía estadounidense Chevron sigue con sus operaciones en cuatro proyectos en los que es socia de Petróleos de Venezuela, propiedad del Estado venezolano”.
Aludiendo al título del artículo, el único milagro que se está llevando a cabo en Venezuela, es el milagro de la conciencia del pueblo, un pueblo que desde las catacumbas ha salido con herramientas para enfrentar vicisitudes y salir adelante hacia un porvenir mucho más glorioso, que el de antes.
En síntesis, una hipótesis a desarrollar aún más es, indagar los antecedentes históricos del desarrollo de la economía comunal-popular en Venezuela, para entender el repunte actual de la economía venezolana, pese al bloqueo, sanciones y ataques desmedidos contra la patria venezolana, por parte del imperialismo. No obstante, valgan los apuntes arriba anotados para seguir escarbando y como abre boca al respecto.