Gerardo Moyá Noguera*.- Cuba sigue frente al imperio/EEUU y sus fechorías o mejor llamarlas agresiones. Se le roba a toda una sociedad; quiere controlar externamente e interiormente su propio desarrollo; y todo en beneficio de las necesidades e intereses, principalmente económicos, de los amos del mundo, o sea, los ricos apoyados por Joe Biden y sus lacayos que le dan su apoyo incondicional.
Es una relación de odio estadounidense, sí estadounidense (salvo excepciones) alimentado constantemente por el imperio/EEUU y todos aquellos jefes de estado europeos que se mantienen de rodillas ante el imperio/EEUU. En su segundo y último mandato, el ex presidente Obama visitó Cuba y allí mismo en sus declaraciones nos dejó esta "perla": El bloqueo no había logrado su propósito. En aquellos momentos el llamado "encantador de serpientes" , nos lo creímos en principio, pero vino Trump y de lo dicho y hecho por Obama el ex dictador Trump le derrumbó el castillo de arena que Obama había construído. Después se manipuló y se acusó a Cuba de los "ataques sónicos" contra los diplomáticos del imperio/EEUU allí establecidos. Toda una gran farsa contra Cuba. La elevación del criminal bloqueo del ex dictador Trump demuestra su odio hacía Cuba con la intención de asfixiar a todos los cubanos. Queremos expresar aquí y ahora que los estadounidense no pueden viajar directamente desde su ciudad a Cuba. Tienen que ir a otro país y desde allí viajar a Cuba, salvo penalización muy alta que deberían abonar al fisco norteamericano. Así es la situación desde hace más de 60 años. El criminal bloqueo económico, comercial y financiero no beneficia, como algunos creen, a Cuba, sino todo lo contrario, los quiere crucificar de por vida, cosa que no van a lograr nunca jamás.