Paco Azanza Telletxiki - Cubainformación - Baraguá.- Mañana, 25 de septiembre, se celebrará un referéndum en la Isla Irredenta. Se trata la ratificación, o no, del nuevo Código de las Familias, aunque todo parece indicar que la población cubana lo aprobará de manera masiva.
Creer que esto va a suceder así tiene su lógica. Y es que, en un ejemplar ejercicio de genuina democracia, antes de llegar al referéndum, la población ya ha tenido la oportunidad de hacer suyo el mencionado código.
Hasta llegar a la última, el texto original ha tenido bastantes versiones. Y esto ha sido así, precisamente, porque las discusiones y debates sobre el mismo han sido muy amplias y, como siempre, las propuestas del pueblo, lejos de caer en saco roto, han sido efectivas.
Más de 6.480.000 cubanos y cubanas, entre legisladores, expertos, académicos y la población en general (en todos los barrios del país se llevaron a cabo las “Consultas Populares”), tuvieron la oportunidad de expresar sus criterios, a fin de enriquecer el proyecto que mañana va a ser sometido a referéndum. Por supuesto, también participaron en las discusiones y debates organizaciones sociales y de masas.
En Cuba, la participación del pueblo no se frena ni se limita, como sí se hace en el mundo capitalista, que es prácticamente nula. Por el contrario, ésta se incentiva. Incluso, en el caso que nos ocupa, el Tribunal Popular de la República de Cuba expresó: “La participación ciudadana en las reuniones previstas es decisiva para el enriquecimiento del manuscrito a convertirse luego en Ley, por tanto, estudiarlo es imprescindible para su análisis en la población, donde el rol de los juristas es primordial en la orientación y explicación del proyecto que se discutirá hasta el próximo abril”.
Desde que se puso en marcha, este proceso ha sido otro (el enésimo) ejemplo de democracia en Cuba. Aún así, la reacción mundial continuará recurriendo a la mentira y seguirá tachando de dictadura al Gobierno revolucionario.
Los hechos desmienten sus calumnias. Mañana culminará el proceso con una nueva victoria. En Cuba quien manda es el pueblo.
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