Paco Azanza Telletxiki - Cubainformación - Baraguá.- El pasado 14 de febrero se publicó una entrevista que yo mismo hice a Iroel Sánchez para el diario insurgente.org, publicándose también en Cubainformación, La Pupila Insomne y en Baraguá. Este hecho fue el detonante de lo que cuento a continuación.  


Chávez y Fidel junto a «el Iroel ese» (Foto tomada de la cuenta de twitter de Iroel Sánchez)

No sé quién es Arturo Mesa. Lo que sí tengo claro es que, a juzgar por sus palabras, no es precisamente alguien que admire a la Revolución Cubana. Está en su derecho, como yo en el mío de señalar su falacia.

En realidad, este individuo, lejos de incomodarme con sus gratuitas acusaciones hacia el compañero Iroel Sánchez, provocó que los músculos faciales de mi rostro se ejercitaran de lo lindo. Sí, sus ridículas palabras acabaron por provocarme una sonora carcajada. Y las sonrisas en su más alta expresión no suelen ser tan habituales, así que, aunque no era su objetivo o intención (de mi no sabe ni que existo) creo que hasta le debo estar agradecido.

Confieso que al comenzar a leer las palabras de Arturo Mesa creí que estaba refiriéndose a algún destripador y asesino en serie o algo similar. “Hay que tener una sangre muy fría y perversa…”, comenzaba el mencionado. Pero no, se trataba de “el Iroel ese”, refiriéndose al compañero cubano de La Pupila Insomne. La “brillante” intervención de Mesa fue esta (el segundo párrafo es parte de la respuesta a una pregunta que yo le hice a Sánchez):

Concretamente, mi pregunta y su respuesta eran estas:

PREGUNTA: En el mundo capitalista, llaman democracia a votar cada equis tiempo. Entre tanto, los supuestos “representantes” obvian por completo a sus “representados” e incumplen sistemáticamente sus programas electorales. En Cuba es el pueblo quien postula y elige desde la base. Después, existen muchos ejemplos, participa de manera efectiva en todas las decisiones importantes. Pero nos dicen que Cuba es una “dictadura” y los democráticos son ellos… ¿Cómo se entiende eso?

RESPUESTA: La democracia liberal que nos venden como modelo está concebida para la reproducción del sistema capitalista y, cuando a pesar de ello llega al Gobierno, gracias al desgaste del propio sistema y la movilización popular, una alternativa que puede significar una amenaza a los intereses oligárquicos ahí están los otros “poderes” para dar golpes judiciales, mediáticos, parlamentarios y hasta militares en defensa de lo que estiman debe ser el orden natural de las cosas. Todo se intenta, desde el asesinato de un candidato, la injusta prisión de otro, la manu militari, o la amenaza de los bancos, sino se logra impedir que una izquierda gobierne y haga políticas de izquierda como prometió hacer.

Para el capital democracia es únicamente elecciones en las que intervienen de manera decisiva el dinero y los medios de comunicación, nunca en poder de las mayorías sino siempre dependientes de anunciantes y accionistas. Son procesos realizados en medio de enormes desigualdades económicas, educativas, culturales, comunicacionales, donde representantes de las élites económicas organizados en partidos políticos dirimen sus diferencias en un gran espectáculo mediático para obtener, primero financiamientos, y después votos.

En Cuba, sin intervención del dinero ni de partido alguno, son los vecinos, organizados en asambleas barriales, quienes nominan candidatos, que luego van a una boleta hasta en número de ocho en cada circunscripción y por voto secreto de los ciudadanos eligen un delegado a la Asamblea Municipal, que es el máximo órgano de poder en cada territorio. Es esa Asamblea Municipal, conformada por delegados electos directamente por el pueblo, no la élite de un partido que hace listas en dependencia de sus intereses y financistas, quienes votan por una candidatura a diputados a la Asamblea Nacional por la que nuevamente deberá votar el pueblo de manera directa y secreta para conformar los máximos poderes de la nación.

Es un sistema que puede ser aun perfectible, pero es el de en un país sin analfabetismo, con nueve grados de enseñanza obligatorios, donde la salud y educación son garantías universales y los ciudadanos no deben pagar con su voto favores a los políticos para el acceso a esos servicios, como ocurría antes de 1959 y sigue ocurriendo en muchos países. El ejercicio electoral cubano está más cerca del ideal democrático que propugnan pero no practican los que agreden a Cuba.

Y más allá de elecciones, la sociedad cubana tiene muchas otras formas de participación democrática y defensa de derechos de los trabajadores, de los estudiantes, de los habitantes de las comunidades, superiores a las del capitalismo. Una participación que, aunque en su práctica concreta puede sufrir de formalismos y desviaciones, que la misma sociedad y sus dirigentes critican, nada tiene que ver con las deformaciones que provoca el interés económico que corrompe y domina la política en la mayoría de las sociedades capitalistas.

————————————–

No es para nada creíble que Iroel tenga “una sangre muy fría”, pues es evidente que está vivo. Ni “perversa”. De lo que tampoco tengo duda es que la sangre que circula por sus venas es ROJA y el corazón que la bombea está ubicado a la IZQUIERDA. Eso es, sin duda, lo que no le gusta a Arturo Mesa. Ese es su problema.

Conozco bastante bien a ese “lagartico verde” llamado Cuba, y sé que Iroel Sánchez no miente con su respuesta. Hace ya bastantes años escribí acerca de la democracia en la Isla de Martí y de Fidel (y de otros tantos y admirables revolucionarios). Obviamente, con el paso del tiempo algunos datos han ido cambiando, pero en esencia los textos siguen vigentes. Por si alguien quiere leerlos, aquí se los dejo:

 Cuba, ejemplo de democracia

¿Dictadura en Cuba? Sí, la del proletariado

Esta es la entrevista íntegra a Iroel Sánchez:

«Convocar reiteradamente a las urnas en medio del difícil escenario que ha vivido y vive Cuba […] es un acto de valentía»

 

 

La Columna es un espacio libre de opinión personal de autoras y autores amigos de Cuba, que no representa necesariamente la línea editorial de Cubainformación.

La Columna
Se dice, no sin acierto, que la Revolución Cubana se puso en marcha el 10 de octubre de 1868. En aquella histórica fecha, Carlos Manuel de Céspedes reunió a todos los esclavos en el batey de su finca La Demajagua y les dij...
El texto que expongo a continuación lo escribí en febrero de 2008 y, además de otros medios, lo publicó el Diario Granma (órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba) el día 23. Ent...
El abrazo, por supuesto, es extensible a los y las compañeras de Cubainformación y la asociación Euskadi-Cuba....
Lo último
La Columna
La Revista