Ruptures.- Washington le pidió a su polichinela venezolano, Juan Guaidó, que se retirara temporalmente para descartar mejor a Nicolás Maduro, una estrategia en la que Bruselas acaba de alinearse-


Ambos son españoles, ambos son socialistas, ambos han servido como cancilleres de su país. Sobre todo, el primero fue el Alto Representante de la UE para Política Exterior (1999-2009), una responsabilidad que el segundo ocupa hoy.

La única diferencia: Javier Solana también fue Secretario General de la OTAN (1995-1999), mientras que su sucesor en Bruselas, Josep Borrell, no tuvo este honor. Pero sus posibilidades permanecen intactas, aunque solo sea a la luz de su última posición, particularmente apreciada en Washington.

Al final de la reunión de Ministros de Relaciones Exteriores del 27 de abril el 3 de abril (por videoconferencia), el Sr. Borrell anunció que la Unión Europea "apoya" el plan estadounidense para destituir al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Fue reelegido en mayo de 2018, para disgusto de la oposición inspirada en Washington.

En enero de 2019, Juan Guaido, un hombre de este último, se proclamó presidente del país, inmediatamente reconocido por la Casa Blanca, por las cancillerías europeas y por muchos diplomáticos sudamericanos.

Los líderes estadounidenses, a la vanguardia de los cuales John Bolton, extraído de los corredores del poder mientras tanto, esperaban que el pueblo venezolano y el ejército vitorearan al joven pretendiente. El escenario no salió de acuerdo al plan. Lo único que funcionó fue un estrangulamiento adicional de la economía del país a través de las sanciones estadounidenses.

Hace solo unos días, el Ministro de Justicia de los Estados Unidos (se deben usar comillas) lanzó un "póster buscado" en la más pura tradición del Salvaje Oeste, donde el jefe de Nicolás Maduro tenía un precio para cualquiera facilitaría su "arresto", de hecho su eliminación, al menos política.

Que tal contrato de la mafia, a la vista de todo el mundo, podría haberse lanzado sin provocar, en Francia, por ejemplo, reacciones de asombro e indignación muestra cuánto confina la información que prevalece hoy gracias a la el coronavirus está causando estragos.

Excepto que el sheriff que se sienta en Washington tuvo que acostumbrarse: el presidente venezolano se resiste y la mayoría de la gente no está preparada para aceptar los oukases de los yanquis.

La UE aplaude con las dos manos este plan que apunta abiertamente a un cambio de régimen pilotado desde el exterior

La diplomacia estadounidense, por así decirlo, tuvo que cambiar su estrategia. Le pidió a Juan Guaidó que no reclamara, por el momento, como presidente, cuál es la parte interesada, eso es bueno, aceptó illico. Obviamente, le pidió al presidente electo ... que hiciera lo mismo. Y esto durante un "período de transición" durante el cual el poder se confiaría a un "Consejo de Estado". A cambio, Washington aceptaría levantar sus sanciones: Madame es demasiado buena.

Por lo tanto, es este plan, que apunta abiertamente a un cambio de régimen pilotado desde el exterior, lo que la UE ha aplaudido con ambas manos. Incluso hoy, ya que "acoge con beneplácito el marco para una transición democrática en Venezuela propuesto por Estados Unidos" , en palabras de Josep Borrell. Y el comunicado de prensa escrito en el más puro sabir euro-diplomático continúa: la UE está lista para "contribuir, en particular a través del Grupo de Contacto Internacional, a un proceso inclusivo hacia la restauración de la democracia y el estado de derecho, para a través de una elección presidencial libre y justa " .

Por su parte, Caracas rechazó una oferta tan generosa y llamó a los europeos a "respetar la soberanía del pueblo venezolano" , todo sobre la base de los "principios de la Carta de las Naciones Unidas" .

¡Qué arrogancia!

Opinión
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