David Rodríguez Fernández* - Cubainformación.- El próximo 17 de enero en La Nau de la Universidad de Valencia, dentro del XII Ciclo de Cine y Derechos Humanos que organiza Amnistía Valencia, se proyectará la película “Voces prohibidas” dirigida por la realizadora y escritora suiza Barbara Miller, con la participación de la periodista valenciana Lorena Tortosa.


Se trata de un documental de 2012 que aborda el papel de las nuevas tecnologías para generar movilizaciones populares contra gobiernos y que da protagonismo a tres mujeres que trabajan para ello: la cubana Yoani Sánchez, la iraní Farnaz Seifi y la china Zeng Jinyan.

Según explica la propia Amnistía Internacional,este film documental pone vozy rostro a tres mujeres de Irán, China y Cuba que utilizan internet en su lucha por la libertady el respecto alos Derechos Humanos.

Aunque se abordan casos de 3 países distintos, todos enfrentados al imperialismo norteamericano, quiero centrarme únicamente en el caso de la bloguera cubana Yoani Sánchez.

Sánchez es una bloguera que renunció a su vocación de filóloga cuando encontró un filón económico y un hipertrófico altavoz mediático en el negocio del ciberperiodismo anticastrista pagado desde grupos en el exterior. Ambas partes buscangenerar estados de opinión dentro y fuera de la isla contrarios al ideal socialistaque provoquen un regreso al capitalismo por cualquier medio. Su generación, conocida como Y, es hija de la revolución y de la independencia cubana, aunque algunos pocos como ella han decidido realizar una labor de zapa y prensa neocolonial de la antigua metrópoli española que la premia, como expresó Fidel a Evo Morales en un momento de extrema injerencia española contra los procesos de integración latinoamericana. Y es que Sánchez fue aupada por el grupo PRISA y otros organismos del gran poder hegemónico que le dan difusión y financiamiento de miles de euros a través de premios y otros servicios.Llegó a ser una estrella mediática de la lucha anticastrista fuera de Cuba, expuesta a diario en los medios de comunicación, mostrando un perfil de mujer universitaria joven, desencantada de la revolución, aparentemente no asociada con la extrema derecha violenta de Miami, y que vendía bien el producto. Tras unas estancias en el exterior de la isla, se vio que era más útil su labor desde la isla, como un caballo de Troya o quinta columnista bloguera.De hecho, cuando se estaba fraguando la estrategia “Obama” contra Cuba, ella fue un peón más de aquella estrategia basada en generar estados de opinión contrarios al socialismo y una oposición interna organizada que se convirtiera en sujeto político para provocar cambios en Cuba. Fue alabada incluso por las máximas autoridades de EEUU y Europa, a pesar de que en Cuba no tenía ni tiene un impacto notable entre el pueblo. El mismo guion que vimos antes y que seguimos viendo hoy con otros personajes al servicio del poder que quiere influir en los destinos de Cuba, fracaso tras fracaso.

El contenido de su blog GeneracionY y su medio digital 14ymedio se basa en poner la lupa en los problemas cotidianos, provocados fundamentalmente por el bloqueo económico, comercial y financiero, y a partir de ahí trasladar toda una serie de informaciones que sacan de contexto acontecimientos y que desprestigianla labor de las autoridades,ofreciendo una imagen de un país en quiebra por la ineficacia del sistema económica socialista y por un gobierno represivo y ajeno a las necesidades del puebloque se aferra al poder para perpetuarse. Evidentemente, se trata de una imagen paralela a la realidad, creada artificialmente con pedazos que se cosen intencionadamentecon un mal guion de cine para mostrar una Cuba distópica, fracasada,irrespirable y cruel. Pero nada que ver con la verdad. Cualquier persona que viaje a Cuba y mire con sus ojos directamente, sin filtros, se dará cuenta de las bondades de la sociedad cubana, como también verá las dificultades y el espíritu rebelde y de superación creativa de su población y sus representantes públicos. Por eso, este tipo de “prensa” no condena el bloqueo, lo silencia, o incluso lo justifica. Por eso, este tipo de personajes no quieren una normalización respetuosa entre los pueblos y gobiernos de EEUU y Cuba, se oponen a los viajes de norteamericanos a la isla y los intercambios de todo tipo. Quieren más sufrimiento para Cuba. Su máxima es contra peor, aunque sea mentira, mejor.

Imagino que Yoani Sánchez, ejerciendo su libertad, no votó a favor del Código de las Familias, ni de la nueva Constitución ni del Código del Trabajo, ni se habrá presentado a ser delegada en su circunscripción de barrio. Hay que recordarle que la democracia socialista no se puede comprar con billetes ni con portadas de revistas, entrevistas en la TV ni con premios privados. Para ganar el respaldo popular que tiene el gobiernoy el proyecto social cubano basado en la justicia social y la independencia, hay que construir con la gente, con la clase trabajadora, con las instituciones, haciendo historia mientras se desarrolla el presente imaginando el futuro del país,… y eso cuesta y vale mucho más que el dinero.Por eso no sorprende que en la actualidad rescaten a Yoani Sánchez para sumarla a la tarea de contrarrestar la consolidación del proyecto socialista en la isla que, a pesar de las agresiones externas y los problemas internos, resiste y avanza creativamente. Aunque quizás Sánchez lo tenga más difícil y tenga que competir con otros actores hasta que el dinero se acabe o hasta que los rechacen porque dejen de ser útiles a los intereses imperiales, como pasó con su vecino Guaidó.

Por otro lado, sobre la labor de la prensa, y especialmente la que se dedica a trabajar junto con la cooperación y la solidaridad internacional, hay que denunciar su complicidad con los poderes imperiales, ya seapor acción u omisión, como hacen organizaciones y fundaciones como Amnistía Internacional, escondidas detrás de una supuesta equidistancia peligrosacuando abordan temas cubanos. No se puede desconocer el contexto de cada país, y si se quiere hablar de Cuba no se puede sacar de la ecuación la historia de agresiones por parte de EEUU en estos 64 años de revolución socialista, ni el bloqueo de económico y sus efectos a la economía del país, ni los ataques terroristas sufridos, ni los intentos constantes de desestabilización con las guerras de cuarta generación, niel papel de la prensa cubana en la sociedad, ni el financiamiento probado por parte de EEUU a grupos y personas con fines contrarios a la ley cubana, por poner algunos ejemplos.

La periodista Lorena Tortosa, que participará en el debate de la proyección del film, dice que es un documental “fabuloso” y que las 3 mujeres “pagaron un precio durísimo por defender un pilar de la democracia, amenazado no solo en países dictatoriales”. Se trata de una periodista que ha trabajo empotrada en las instituciones españolas y valencianas, al servicio de empresas privadas de comunicación, entre otras del grupo PRISA. Me gustaría preguntarle algunas cuestiones, aunque no van dirigidas hacia su persona, sino a la prensa en general ¿Cuba es una dictadura? Muy atrevida y frívola es esta afirmación tras ver un solo documental. Ignoro si la periodista ha tenido otras fuentes de información, si ha viajado a la isla, si ha entrevistado a representantes de las instituciones cubanas, si ha asistido a seminarios y cursos en Cuba, si ha recorrido otros países y si se ha encontrado a profesionales cubanos o formados en la mayor de las Antillas, si escucha a la comunidad internacional, a los países de la CELAC o al Grupo 77 + China cuando hablan de Cuba, si ha estado en países bajo “dictaduras amigas”, si considera a la monarquía parlamentaria española como una democracia,…

Puede ser que esa sea la opinión de la prensa mayoritaria, pero da vergüenza ajena que un periodista que quiere hablar de un país desconozca el sistema político y jurídico, la sociedad civil, la prensa, la historia y el sistema electoral del mismo. Y más vergüenza da desconocer la amplia mayoría y consenso popular que tiene el gobierno cubano y la política económica y social socialista que desarrolla.

Cuando se habla de riesgo para la profesión periodística y la libertad de expresión, ¿se puede comparar la situación de la prensa y los periodistas en la región, que se juegan la vida y sufren represión feroz? ¿Pagó Yoani Sánchez un precio muy duro por ejercer el periodismo? ¿Es que no sabe quién financia a Yoani Sánchez, ni para quién escribe? ¿Es que el gobierno cubano no puede defenderse legalmente? ¿Es que los periodistas cubanos son asesinados? El último periodista asesinado fue Carlos Bastidas en 1958 bajo la dictadura (eso sí era una dictadura sangrienta) de Fulgencio Batista.¿Y se puede hablar sin mencionar lo que ocurre en nuestro país? ¿No hablamos de la autocensura para poder seguir trabajando en temas como la Corona, la Iglesia Católica, las empresas del IVEX35, la guerra en Ucrania, las fuerzas y cuerpos de seguridad, entre otros temas prohibidos? ¿O de los artistas, periodistas y otros profesionales encarcelados por sus declaraciones? ¿Y del papel del Estado para defender al periodista español Pablo González, encarcelado en Polonia, por supuesta colaboración con Rusia?

Por supuesto que es necesario debatir siempre sobre el estado de la prensa y la libertad de expresión, más aún en el contexto actual de posverdad, conspiracionismo y redes sociales, donde el poder de la comunicación para generar estados de opinión más allá de la verdad moviliza y provoca asaltos violentos de corte fascista. Pero en cualquier análisis no se puede obviar el contexto global y la función social que se le da a la prensa desde el poder. En esta ocasión triste papel es el queestá jugando, una vez más, al hablar de Cuba. Todo resulta políticamente correcto según los estándares europeos y otanistas cuando se habla de libertad, de Derechos Humanos y de relaciones internacionales. Nada nuevo bajo el sol del neocolonialismo capitalista de EEUU y Europa en un mundo en crisis.

¿Se violan los Derechos Humanos en Cuba? Por supuesto que se violan los Derechos Humanos en Cuba todos los días, ¿o no es el bloqueo de EEUU una política criminal que atenta contra la seguridad y la vida de todo un pueblo por más de 60 años? ¿Qué dice Yoani Sánchez sobre esto? ¿Está al lado de EEUU o del resto de la Comunidad Internacional? Desgraciadamente, toda la nómina de peones anticubanos no solo no cuestiona la política de guerra que aplica EEUU a su propio pueblo, sino que pide más asfixia económica para derrocar a su gobierno de manera ilegal e ilegítima.

Verdaderamente nos encontramos con el mundo al revés, como escribió Eduardo Galeano, gran amigo de Cuba, quien a veces criticódecisiones de la Revolución pero desde la lealtad, el conocimiento de causa y desde la misma trinchera. Amnistía Internacional parece que ha elegido bando en la causa cubana una vez más, y está del lado del opresor. Qué lástima y qué desprestigio para Amnistía Internacional.

Les invito a Amnistía Internacional y a sus periodistas afines a abordar y debatir los efectos del bloqueo de EEUU en las mujeres cubanas, cómo sufren la violación de los Derechos Humanos todos los días, darles la vozpara conseguir movilización y apoyos hasta su eliminación competa sin injerencias ni condicionamientos. Y también, por qué no, les invito a abordar y debatir cómo Cuba asegura el derecho a la vivienda, el acceso a la salud, la igualdad, la libertad de expresión, la educación, la protección a sus mayores, los derechos de las personas refugiadas, cómo aporta a la Agenda 2030, cómo contribuye con su solidaridad internacional a luchar contra las lacras actuales de la Humanidad como el hambre, el analfabetismo, la falta de salud pública, sin injerencias ni contrapartidas. Pero también les pido que lo hagan dando voz a las personas e instituciones autorizadas por la mayoría del pueblo cubano, no a las autorizadas por el gran poder.

Y también sería muy útil ver a Amnistía Internacional y a la prensa corporativa denunciarel caso de Ana Belén Montes, recientemente excarceladatras más de 20 años de prisión y bajo vigilancia por cinco años más en EEUU, espía que se puso del lado del Cuba, la Justicia y de los pueblos agredidos, pagando un precio durísimo, por ejercer la libertad de acción, siendo una honda de David frente al opresor mayor. Ella merece nuestro respeto y admiración, otros no.

* David Rodríguez Fernández es miembro de la Junta Directiva de la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí y Miembro de Honor de la Fundación Nicolás Guillén de La Habana.

16 de enero de 2022

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