Max Lesnik - Radio Miami Today.


Donald Trump quien ya es el candidato presidencial oficial del Partido Republicano, ha decidido escoger como su compañero de boleta como vicepresidente, al Senador Conservador por el Estado de Ohio J D Vance, dándole el NO al Senador cubano americano por La Florida, Marco Rubio.

Dicho así, para los electores norteamericanos la noticia no tiene la misma trascendencia que para los cubanos en particular, y los latinoamericanos en general.

Digo esto porque la política agresiva que promueve el Senador Rubio en cuanto cómo llevar las relaciones de Estados Unidos con las naciones del continente americano, quedará en el olvido.

Sus ideas tremendistas cargadas de odio y revancha contra el pueblo cubano lo hacen impopular en el resto del mundo, algo que daría una pésima imagen de la nación norteamericana. Y eso cuenta en la política internacional.

Trump nunca ha tenido a Rubio cómo un político talentoso cuyas opiniones sean cómo para tenerlas en cuenta. Y en lo personal, aquello de bautizarle cómo “ El Pequeño Marco” deja bien claro su pobre opinión sobre el mediocre político “ saguecero” de origen cubano.

Diremos que independientemente de la opinión que se tenga de Donald Trump sobre sus ideas políticas, esta decisión suya de cerrarle el paso al ambicioso personajillo de pocas luces, más mediocre que otra cosa,

es un buen tanto que se anota Donald Trump en su exitosa carrera a la Casa Blanca.

Marco Rubio, más “Turbio” que Rubio, se ha quedado con las ganas.

Lo último
La Columna
La Revista