Según Quintana, expertos de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen investigan el incidente que estimó aislado y que no cambiará los resultados de estos comicios, una muestra de amplio respaldo al proceso de cambio que impulsa el presidente Evo Morales.

Quintana anticipó que, una vez conocidos los resultados oficiales de la consulta, el ejecutivo promoverá un diálogo conciliador de todas las autoridades, fuerzas políticas y movimientos sociales, para acelerar las actuales transformaciones económicas y sociales en beneficio de la población.

Acerca de la postura de algunos comités cívicos de los territorios de la llamada Media Luna (Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija) que adelantaron desconocer el sondeo, opinó que no serán tomados en cuenta porque sus dirigentes no representan al pueblo.

Quintana explicó que el gobierno central fue el  primero en estimular el diálogo con la oposición, mientras los adversarios se dedicaron a boicotear el proceso de acercamiento.

Asimismo criticó al poder judicial y al parlamento por no acompañar las profundas medidas del cambio y, sobre todo, la lucha contra la corrupción.

La norma del plebiscito establece que las autoridades para mantener sus puestos no pueden recibir una cifra de votos en contra superior a los sufragios favorables obtenidos cuando fueron elegidos para sus actuales funciones, en diciembre de 2005.

De esa forma, el mandato del presidente Evo Morales sólo terminaría si sumara más de un 53,7% de boletas contrarias, mientras el rango para los prefectos oscila entre un 37,98 y un 48,03 por ciento.