Entrevistas

Claudia Bernal Estrada, investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana
“Cuando supo que Cuba iba a sacar sus propias vacunas contra la Covid-19, EEUU recrudeció el bloqueo”

Annie Garcés Santana, artista y diputada de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba
“A pesar del bloqueo, mantenemos un sistema de enseñanza artística que ha puesto a Cuba en los más altos niveles”

Michele Curto, empresario y testigo en el Tribunal Internacional contra el Bloqueo de EEUU a Cuba
“El bloqueo de EEUU es un crimen de opinión, asfixia al pueblo de Cuba para que deje de pensar diferente”

Marco Papacci y Angelika Becker, presidentes de la Asociación Nacional de Amistad Italia-Cuba y de la Red Alemana de Solidaridad con Cuba
“La banca europea bloquea transferencias solidarias solo porque aparece la palabra Cuba”

Lecciones de manipulación

Censura artística: la viga y la paja

Israel destruye 200 mezquitas, Cuba tiene 2.600 templos de toda creencia: ¿a quién acusa EEUU de represión religiosa?

El aborto en Cuba y una novela de Lovecraft

México: epicentro de la guerra contra la cooperación médica cubana

Falta de medicamentos en Cuba: las rigurosas y objetivas fuentes de El País

Hoy Palestina, mañana Cuba: los derechos humanos de la “disidencia” cubana

Otros contenidos

El Tribunal Internacional contra el Bloqueo a Cuba marcó la ruta de la solidaridad

¿Por qué la operación mediático-judicial contra Cubainformación?

¡Gracias de todo corazón por tanta solidaridad!

¿Quiere Biden reducir la emigración cubana, como hizo Obama?

Observando la política de EEUU hacia Cuba en el teatro del absurdo

Editorial: Bloqueo contra Cuba: la Ley del silencio

“Crisis alimentaria, protestas masivas y sismos en el Gobierno: Cuba está al límite”, “La Cuba comunista está al borde del colapso”, “Multitudinarias protestas por la falta de comida y los apagones”, “Cuba se queda sin luz ni pan”, “El hambre golpea nuevamente a la puerta de Cuba” … Son titulares de impacto de la prensa internacional del mes de marzo.

No es necesario ser un economista experto para saber que la causa principal de la crisis cubana es el bloqueo a su economía por parte de quienes controlan o condicionan el comercio, el crédito, las inversiones, el transporte y el sistema financiero internacional: el Gobierno de EEUU.

Puede ser discutible si las medidas de La Habana para paliar la situación son más o menos acertadas. Pero que el empobrecimiento sufrido en el país es proporcional al número y crueldad de las sanciones impuestas, en los últimos cinco años, desde la Casa Blanca, es algo objetivo. Como que la nieve es blanca. Ningún país del mundo, en estas condiciones, podría desarrollar con éxito su economía.

Esta evidencia obliga a Washington a un importante esfuerzo por silenciar, negar o minimizar el impacto de su política, de carácter criminal, sobre el pueblo cubano. Para camuflar su guerra económica, desarrolla una intensa guerra comunicacional, a través de medios subvencionados y medios corporativos aliados. Que, como veremos, comparten, incluso, personal.

1. Silenciar el bloqueo

Sobre las protestas ciudadanas del 17 de marzo en Santiago de Cuba, donde no hubo violencia, ni represión -al contrario, las autoridades locales respondieron con el diálogo a las demandas-, el número de noticias generadas es obsceno, si lo comparamos con la mínima cobertura de dramáticos acontecimientos internacionales, con cientos de muertes, como los que ocurrían en las mismas fechas, a diario, en Haití.

En las semanas previas, ya se venían publicando decenas de notas sobre la crítica situación económica en Cuba. Pero, curiosamente, sin una sola mención, ni una sola, a la causa número uno de la situación: ni bloqueo, ni embargo, ni sanciones. Nada. Es la Ley del Silencio impuesta manu militari en las redacciones.

2. El bloqueo como “versión oficial” de Cuba

A lo sumo, leíamos en medios como BBC que “las autoridades cubanas insisten en señalar al largo embargo económico de EEUU” y a los "enemigos" como culpables de la situación.

Es decir, un crimen de lesa humanidad, reconocido y condenado en 31 ocasiones en la Asamblea General de Naciones Unidas (por 187 votos contra dos, EEUU e Israel), para los medios o no existe o es apenas la “versión oficial” de La Habana.

3. El “embargo”, una más de las causas

Otra de las tácticas desinformativas es minimizar el impacto de la guerra económica de EEUU, incluyéndola en un paquete multifactorial. La “situación es producto del mal manejo en la política económica del país”, de “los rezagos de la pandemia” y de “las sanciones de EEUU”, decía el canal alemán Deutsche Welle. La agencia española EFE invertía el orden de los factores, para no alterar el producto: “la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y fallidas políticas nacionales”.

Es evidente que todos estos factores, incluyendo los errores de Cuba, inciden en la situación, pero no pueden ponerse al mismo nivel que la política integral de cerco y asfixia a la economía cubana. Washington persigue y tapona todas las fuentes de ingreso y suministro del país, desde las inversiones al turismo, pasando por los convenios médicos o la entrada de petróleo. No es una más de las causas, es la causa estructural esencial de la situación, que sería radicalmente diferente sin el bloqueo de EEUU.

4. El bloqueo no existe

Pero hay quienes, incluso, niegan que la nieve sea blanca. “En Cuba no existe bloqueo; lo que existe es corrupción, represión e ineptitud dictatorial”, titulaba el diario venezolano El Nacional. “El argumento del `bloqueo´, además de manido, es falso”, leíamos en el español Libertad Digital.

5. Fuente única: el Gobierno de EEUU

Y todo tiene su lógica. Repasemos algunos ejemplos de la prensa española.

La información sobre Cuba de El País es escrita por Carla Gloria Colomé, periodista, a su vez, de El Estornudo, un medio digital sostenido con fondos del Gobierno de EEUU.

La fuente principal de datos sobre Cuba del diario El Mundo es el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, entidad también sostenida con las subvenciones de la Casa Blanca.

Y en la Cadena Ser, la situación cubana era narrada por periodistas de “Diario de Cuba”, otro medio financiado por Washington.

Y es que silenciar, minimizar o negar el bloqueo contra Cuba son las distintas versiones de una misma canción, compuesta por el Gobierno de EEUU e interpretada por distintas voces mercenarias.