“Estoy convencido que a partir de mañana lunes se deberá producir un gran encuentro del pueblo boliviano con sus nuevos dirigentes y los movimientos sociales al frente, para seguir profundizando el proceso de cambio”, remarcó.

Morales catalogó este 10 de agosto como un día histórico, una verdadera fiesta democrática, al tiempo que exhortó a la ciudadanía a acudir en paz y tranquilidad a ejercer ese derecho en los nueve departamentos.

Por primera vez en la historia de Bolivia, reafirmó, algo inédito además en la región, el soberano (el pueblo) con su voto no solo elige a sus autoridades, sino que tendrá el derecho de revocarlas si la gestión de poco más de dos años es ineficiente.

El jefe de Estado mostró su satisfacción por garantizar en su administración este tipo de consulta.

Interrogado sobre el respaldo a su gestión desde 2006 por parte de varios jefes de Estado de la región andina y suramericana, así como de otras organizaciones mundiales y personalidades, Morales aseveró que en Latinoamérica hay una gran rebelión contra políticas económicas que no resuelven los problemas sociales acumulados por las mayorías.

"Mi experiencia -dijo- es servir al pueblo boliviano y fortalecer la democracia".

Acompañado por sus hijos y el vocero presidencial, Iván Canelas, el dignatario también cuestionó intentos separatistas de las autoridades de regiones de la llamada Media Luna (Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija) y abogó por la unidad nacional.

“Saludo al pueblo boliviano por su lucha permanente por la unidad, la identidad y la igualdad social”, acotó.

Acerca de su agenda para esta jornada, adelantó que jugaría un partido de racquetbol con los periodistas acreditados al referendo. "Luego me trasladaré a Palacio Quemado en La Paz, para una reunión con el gabinete y valorar los primeros resultados del sufragio", explicó.

Morales adelantó que en la noche también trasmitirá un mensaje a la nación sobre la connotación de este referendo revocatorio.

Los comicios en Bolivia se iniciaron este domingo en un clima de tranquilidad en más de 22 mil colegios a los que pueden acudir cuatro millones 40 mil 686 ciudadanos, según el padrón electoral.

La norma del plebiscito establece que las autoridades para mantener sus puestos no pueden recibir una cifra de votos en contra superior a los sufragios favorables obtenidos cuando fueron elegidos para sus actuales funciones, en diciembre de 2005.

De esa forma, el mandato del presidente Evo Morales sólo terminaría si sumara más de un 53,7 por ciento de boletas contrarias, mientras el rango para los prefectos oscila entre un 37,98 y un 48,03.