Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres.- Los que la conocieron en sus días clandestinos y guerrilleros, o tuvieron la ocasión única de trabajar con ella desde las filas de la Federación de Mujeres Cubanas, supieron de su entrega, su ecuanimidad y dulzura. Su voz dulce, firme y oportuna, al decir de Fidel, siempre se escuchó con gran respeto en las reuniones del Partido, el Estado y las organizaciones de masas.
Lo mismo presidia con certera dirección y sabias reflexiones eventos internacionales, congresos, plenarias, que cualquier reunión del Comité Nacional de la organización que presidía y que aun la cuenta como su eterna Presidenta.
Vilma trabajó siempre con visión de futuro en temas prioritarios, en particular, los referidos a su gestión en la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, cuya presidencia ostentó por años. Años de mucho trabajo y tareas muy intensas en la que la FMC consideraba que no era oportuno tener nuevos congresos. El primero se realizó en 1962, pero ya en 1974, se hizo imprescindible hacer un análisis de lo hecho y lo logrado hasta entonces por la mujer.
Contaba Vilma que las tesis del segundo congreso, después de su fundación, traían un análisis muy profundo de la participación femenina; sobre la mujer trabajadora, sobre la mujer campesina, la mujer joven y las amas de casa. Además hubo una tesis acerca del rol de la familia en la sociedad. Todas se elaboraron con la intención de analizar, su aporte a la Revolución y las posibilidades que le Revolución le había dado a ellas.
En las conclusiones del Congreso, Fidel planteó la necesidad de que estas tesis fueran estudiadas, no solo por las mujeres sino por todos los integrantes de la sociedad. Fue en ese ámbito que Fidel habló por primera vez de la igualdad. En el plenario se había analizado el tema, pero Fidel fue muy conciso al decir lo que era la batalla por la igualdad.
Al surgir el concepto de la lucha por la igualdad, pudimos rechazar entonces toda una serie de ideas retrógradas que aun quedaban en nuestra sociedad; rezagos de doble moral, de machismo y egoísmo, recordó Vilma entonces.
A partir de ese momento el trabajo de la Federación se volcó al examen y consideración del tema, constituyendo este una base para las Tesis sobre el Pleno Ejercicio de la Igualdad de la Mujer, que se llevó al I Congreso del Partido, en 1975. También sirvió de mucho para la discusión del Código de la Familia, ahora en proceso de readecuación.
De entonces a la fecha, el asunto ha estado sobre el tapete todo el tiempo -Avances hay y Vilma trabajó mucho y muy fuerte en tan prioritario tema. Trabajaba con visión de futuro, pues creía en la capacidad de las mujeres y en su protagonismo
Presidenta por siempre, su preclara concepción de la verdadera cultura de la igualdad y de la necesidad de implementar leyes, programas y acciones posibles de lograr por la voluntad del Estado revolucionario aún tienen plena vigencia. La organización que se impuso buscar la plena igualdad de derechos entre la mujer y el hombre y que ha desarrollado un notable trabajo para que las mujeres ocupen un lugar protagónico en la sociedad, mantiene su condición de mecanismo para el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de oportunidades. Eso, según su secretaria general, Teresa Amarelle Boué, la hace un factor cardinal para el socialismo próspero y sostenible que estamos construyendo.
