Fotografías: Eusko Legebiltzarra/Parlamento Vasco. Video: TV Cubana.
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Cubainformación.- Este lunes 9 de octubre, tres asociaciones vascas llevaron a la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento vasco (órgano legislativo de la Comunidad Autónoma del País Vasco), la denuncia de las graves consecuencias sociales y económicas de las medidas coercitivas unilaterales (MCU), de las llamadas “sanciones” contra Cuba, aprobadas por el anterior gobierno de EEUU (Donald Trump) y aplicadas por el actual de Joe Biden, así como, en general, del bloqueo económico, financiero y comercial al que la potencia norteamericana somete al pueblo cubano.
Ante una representación de todos los grupos políticos (Socialistas Vascos/PSE-PSOE-EE, Nacionalistas Vascos/EAJ-PNV, EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y Populares Vascos/PP), realizaron una exposición de la actual situación en la Isla Milagros Acea, Antonio Merlán y José Manzaneda, en representación de la asociación de amistad y solidaridad Euskadi-Cuba y de la asociaciones de la emigración cubana en Euskal Herria (País Vasco) Sierra Maestra-Euskadi y Desembarco del Granma.
Además, fue proyectado un mensaje en video de Alfred-Maurice de Zayas, quien trabajara, durante años, como experto independiente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que calificó las MCU y el bloqueo a Cuba como un “genocidio” que pretende lograr “un golpe de estado”, tras crear en la población “una situación tal de hambre, zozobra y confusión” que lleve a una insurrección popular contra su gobierno. Insistió en la ilegalidad de esta política, en su inutilidad (“nunca han servido para derrocar gobiernos, en Cuba llevan 62 años aplicándolas y continúa el mismo régimen”) y en la “impunidad endémica de EEUU”, además de en la responsabilidad de los medios de comunicación por silenciarla o minimizarla.
Video: Producciones Sofi.
También tomó parte, a través de la plataforma Zoom, Claudia Bernal Estrada, joven investigadora del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana, laboratorio donde fue creada la vacuna antiCovid “Abdala”, para hablar del impacto del bloqueo de EEUU en el campo de la investigación científica y de la producción de medicamentos en Cuba. Bernal está en una gira de conferencias por el Estado español, y recalará en Bilbao este miércoles día 11. Como curiosidad, señalar que su conexión en directo fue realizada desde Asturias por Zoom, una plataforma estadounidense que, de haberse encontrado la interviniente en Cuba, no habría podido emplearse por estar sometida a las leyes del bloqueo de EEUU contra la Isla.
José Manzaneda comenzó su intervención con una analogía: “Imaginemos que la Unión Europea impone un bloqueo económico, financiero y comercial total a nuestro país, prohibiendo el comercio, las transferencias, el turismo, la venta y compra de tecnología o medicamentos, el uso del euro, que -mediante amenazas y procesos judiciales- trata de impedir la inversión de empresas de otras latitudes y sanciona a las navieras que traen gas natural o petróleo. Aun siendo un país con alto desarrollo económico, imaginen los efectos devastadores que tendría en nuestras condiciones de vida (en salarios, pensiones, servicios públicos, transporte…). Pues bien, ahora, imaginen este bloqueo sobre la población de un país insular y pobre en recursos, del Sur Global, del llamado Tercer Mundo, como es Cuba”.
Insistió en que “el pueblo cubano vive una situación de guerra sin misiles” y que sufre una grave falta de entrada de ingresos a su economía, de divisas, con resultados dramáticos: la falta de combustible está provocando apagones eléctricos diarios de carácter generalizado; el transporte ya deficitario ha quedado diezmado y la construcción o reparación de viviendas semiparalizada; y hay una escasez y carestía rampante de alimentos y medicamentos. Consecuencia de ello, las cifras de emigración se han multiplicado”.
E indicó las causas: el impacto de la pandemia (la Isla no ingresó un solo dólar por turismo en más de dos años); las consecuencias de la guerra de Ucrania (en forma de multiplicación de precios de las importaciones); y, por encima de todo y esencialmente, por las 243 medidas coercitivas unilaterales aplicadas por EEUU desde 2019, 50 de ellas en plena pandemia, unidas al tradicional bloqueo a la Isla.
Manzaneda enumeró algunas de las “sanciones” más recientes y que son las más dañinas para el pueblo de Cuba: la inclusión de Cuba en la lista de “países patrocinadores del terrorismo” de EEUU, que implica el cierre bancario internacional casi completo para la Isla; la aplicación íntegra de la Ley Helms-Burton, que ha conseguido ahuyentar gran parte de la inversión extranjera; la restricción de los escasos viajes desde EEUU a Cuba que fueron autorizados en la época de Obama y la prohibición de cruceros, medidas ambas que han arruinado a cientos de pequeños negocios familiares; y la ruptura, mediante pactos con gobiernos aliados, como los de Ecuador (Lenin Moreno), Bolivia (Jeanine Añez) y Brasil (Jair Bolsonaro), de sus acuerdos médicos con Cuba y que, además de beneficiar a millones de personas que antes no accedían a la salud pública en esos países, permitían también financiar el sistema público de salud de la Isla, con ciertos ingresos generados.
Recordó que estas y otras medidas han supuesto la destrucción de miles de millones de dólares para la economía cubana, no solo para el presupuesto público, sino también para el sector privado, hoy compuesto ya por 9.000 mipymes y miles de trabajadoras y trabajadores por cuenta propia.
Milagros Acea, por su lado, relató que, en mayo de 2021, la ONG Oxfam presentó su informe “Derecho a vivir sin bloqueo: Impactos de las sanciones de EEUU en la población cubana y la vida de las mujeres”, con una conclusión: el bloqueo impacta especialmente en las mujeres y refuerza el sistema patriarcal. Las cubanas dedican alrededor de 35 horas semanales al trabajo doméstico y a los cuidados, y el desabastecimiento causado por el bloqueo amplifica estos roles tradicionales.
Recordó que, en 2022, se cumplieron 60 años de la implantación oficial del bloqueo, y que el 3 de noviembre la Asamblea General de las Naciones Unidas realizó la votación número 30 pidiendo a EEUU su derogación, con 185 votos a favor contra 2 (EEUU e Israel).
“En varias ocasiones este Parlamento vasco se ha unido al clamor”, señaló. “La última vez en 2021, con una Proposición no de ley que, además, pedía fortalecer las relaciones vasco-cubanas en el terreno empresarial, científico y de cooperación. Y, lo más importante, respaldaba el actual Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación Unión Europea-Cuba. Debemos alertar de que, hoy, desgraciadamente, existe una estrategia de lobby muy fuerte que pretende acabar con este Acuerdo Unión Europea-Cuba”.
Y realizó, en nombre de las tres asociaciones “y en nombre de nuestras familias en Cuba”, una petición a los grupos políticos: “les estamos solicitando a Vds. realizar un nuevo gesto, una nueva declaración, que incluya en ella el impacto específico del bloqueo en las mujeres cubanas y la petición de que Cuba salga de la `lista de países que patrocinan el terrorismo´ de EEUU, que hace un daño brutal, por ejemplo, en la importación de medicamentos e insumos básicos para el pueblo cubano”.
Finalmente, Antonio Merlán, que se presentó como “un cubano también euskaldun (vascoparlante)”, señaló que “el bloqueo contra nuestro país es una violación masiva, sistemática y flagrante de los derechos humanos de más once millones de seres humanos inocentes. De nuestras familias”. Negó que fuera “un mero embargo unilateral, sino una política de cerco extraterritorial. Un bloqueo. Un acto de guerra, según numerosos autores. De hecho, se sustenta jurídicamente en la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917 que, cada mes de septiembre, es extendida mediante la firma del presidente de EEUU”. Aportó varias referencias, como la de la profesora de la Universidad de Glasgow Helen Yaffe, que señala que el bloqueo a Cuba es “un acto de guerra económica en tiempo de paz”.
Y se preguntó: ¿por qué Joe Biden no levanta las “sanciones” de Trump? Su explicación se remitió a la pandemia y a las protestas de julio de 2021. “En diciembre de 2014, los gobiernos de Cuba y EEUU iniciaron un camino de normalización de relaciones. Barack Obama reconoció que el bloqueo había fracasado y que optaba por una vía de acercamiento e influencia, con el mismo objetivo: generar un cambio político en la Isla, pero de manera gradual y pacífica. La Habana aceptó el reto. Se abrieron embajadas y la Casa Blanca aprobó unas pocas medidas de alivio. En muy pocos meses, fue notoria la recuperación de algunos sectores de la economía de Cuba y la mejoría general en la calidad de vida”.
Continuó el relato: “Fueron casi dos años de esperanza, hasta que llegó Donald Trump en 2016. En 2020, sin embargo, regresó el Partido Demócrata. Y uno se pregunta: ¿por qué Joe Biden no ha retomado la política iniciada por Obama? Porque las 243 sanciones de Trump, unidas a los efectos de la pandemia, habían dado resultado. Para 2021 estaba la `tormenta perfecta´, en forma de desabastecimiento, colas, inflación y apagones, lo que generó una gran tensión social. Era el momento de dar el golpe final en la estrategia de `cambio de régimen´. Desde el anticastrismo y el “Cuba Internet Task Force” (Grupo de Tarea de Internet para Cuba), del Departamento de Estado, se lanzó una gran operación de redes sociales, con la etiqueta #SOSCuba. Su objetivo: reconducir el desgaste emocional de la población hacia una explosión social insurreccional, hacia una `revolución de colores´ caribeña. Así ocurrieron las protestas del 11 de Julio de 2021, producto de la combinación de la guerra económica y la guerra comunicacional. Desde entonces, la administración de Joe Biden está a la espera de una insurrección popular en Cuba que no ha llegado”.
Finalmente, las personas intervinientes informaron a los grupos vascos de la celebración, los días 16 y 17 de noviembre, en Bruselas, del Tribunal Internacional contra el Bloqueo a Cuba, de carácter simbólico, en el que tomarán parte miembros de la abogacía, de la academia, defensores y defensoras de derechos humanos, la emigración cubana en Europa y la solidaridad, y al que invitaron a participar a las y los parlamentarios.
Los grupos políticos también hicieron uso de la palabra en varias ocasiones: Oihana Etxebarrieta, de EH Bildu, e Íñigo Martínez, de Elkarrekin Podemos-Izquierda Unida, dieron un apoyo total a la denuncia, ensalzaron la labor de las asociaciones presentes y el trabajo de cooperación al desarrollo que lleva a cabo Euskadi-Cuba, a partir de subvenciones de instituciones vascas y en apoyo de varias comunidades de la Isla, y se mostraron en disposición de respaldar la propuesta de una nueva resolución en contra del bloqueo de EEUU por parte del Parlamento vasco.
Miren Gallástegui, del Grupo socialista, y Markel Aranburu, del PNV, agradecieron la información aportada y el trabajo realizado por las organizaciones presentes. La nota discordante la dio Carmelo Barrio, del Grupo Popular. Señaló que, aunque, en la línea de la Unión Europea, su grupo está en contra del bloqueo a Cuba y reconoció los “daños que causa”, insistió en que “Cuba es una dictadura” y mencionó un escenario de “represión”, “detenciones masivas de disidentes” y “falta de democracia” en la Isla, algo que “está demostrado” y “fuera de cualquier discusión”. También deslizó una acusación velada a Euskadi-Cuba de realizar “propaganda” para “hacer loas del régimen castrista” y se opuso a que esta sea “financiada”, entendiéndose que se hace con dinero público.
José Manzaneda, de Euskadi-Cuba, respondió al popular. Señaló que, hablando de democracia, habría que reflexionar sobre cómo en Cuba se ha aprobado una Constitución tras una consulta popular de millones de personas reunidas en decenas de miles de asambleas públicas, o cómo se está implementando una reforma económica debatida con similares métodos participativos, mientras en países que tratan de dar lecciones a la Isla se aprueban reformas laborales y paquetazos económicos que jamás son debatidos ni aparecen en las campañas electorales.
También habló de Cubainformación, medio que dirige y en el que participan decenas de asociaciones, Euskadi-Cuba entre ellas, y cuyo ejemplar en papel fue repartido a los grupos políticos. Señaló que, lejos de ser “propaganda” o de realizar loa de ningún tipo, aporta información desde un punto de vista que rara vez aparece en otros medios, y aclaró que está financiado única y exclusivamente por personas y colectivos, sin recibir, durante todos estos últimos años, un solo euro de subvenciones de instituciones vascas.
En ese momento, Manzaneda presentó dos recortes de periódico. “Hablemos de propaganda. ¿Será esto la propaganda de la que Vd. habla?”. Presentó un reportaje del diario ABC, del Grupo Vocento, reproduciendo acusaciones de la organización Prisoners Defenders, en contra de Euskadi-Cuba, titulado “la asociación Euskadi-Cuba utiliza fondos europeos para atacar a España y al Rey”, en el que aparecía la fachada de la citada asociación. Recordemos que, con posterioridad a su publicación (29 de septiembre de 2021), dicho local ha sido hostigado en varias ocasiones: dos veces con pintadas y al menos tres veces con visitas amenazantes de contrarrevolucionarios “Patria y Vida”. También mostró un reportaje del diario El Correo, perteneciente, como el ABC, al Grupo Vocento, titulado “Polémica por la subvención del Gobierno vasco a una ONG procastrista”.
José Manzaneda denunció cómo Prisoners Defender difundió, gracias a estos medios y otros, como El Nuevo Herald y un sinfín de medios digitales financiados por el Gobierno de EEUU (Diario de Cuba, Cubanet, ADN Cuba, etc.), difamaciones y mentiras de grueso calibre, como que “el Gobierno vasco riega con fondos europeos a la asociación Euskadi-Cuba para minar instituciones y desestabilizar”; que dichas subvenciones están “destinadas a minar Europa y sus instituciones”, porque “el objetivo de esa asociación es desestabilizar Europa y España” ya que se nutre de “fondos de cooperación” para “labores de inteligencia”. Indicó que estas afirmaciones son muy graves y no son solo una acusación contra Euskadi-Cuba, sino contra las propias instituciones vascas, en especial el Gobierno vasco, que estaría “regalando dinero” del erario público para los citados fines.
Manzaneda explicó que, en los últimos años, Euskadi-Cuba ha recibido cerca de cuatro millones de euros de instituciones vascas para unos veinte proyectos de cooperación al desarrollo y con los que, por ejemplo, se han dotado a varias cooperativas agrícolas cubanas de sistemas de riego, invernaderos, herramientas, tractores o maquinaria forestal, consiguiendo mejorar las condiciones de vida de centenares de miles de personas, en programas cuyos títulos dejan claro su vinculación con “labores de inteligencia”: “Empoderamiento de las mujeres en el programa de frutales para enfrentar el cambio climático en ecosistemas frágiles de Baracoa” o “Mujeres protagonistas en el movimiento de la agricultura urbana ecológica en La Habana”.
Analizó cómo la asociación Euskadi-Cuba no tiene la capacidad económica para sostener procesos judiciales en contra de semejantes patrañas, mientras que el presidente de la citada organización anticastrista, sí puede sostener una querella criminal que está pidiendo seis años de cárcel y 50 mil euros de indemnización a Euskadi-Cuba (propietaria, hasta 2020, del dominio www.cubainformacion.tv) y al coordinador de Cubainformación, por un material periodístico que desnuda la implicación del denunciante en el bloqueo contra el pueblo cubano y sus efectos letales. “Este es el concepto que tiene esta gente de la libertad de prensa”, sentenció.
El pasado 29 de marzo, en esta misma Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia del Parlamento Vasco, la asociación contrarrevolucionaria Demokrazia Kubarentzat (Democracia para Cuba) y Prisoners Defenders llegaron a solicitar sanciones añadidas contra Cuba desde el propio Parlamento vasco, así como la ruptura del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación Unión Europea-Cuba, en consonancia con los objetivos de la ultraderecha de Miami y el lobby pro-bloqueo a Cuba. Cubainformación analizó esta comparecencia en un trabajo titulado Esperpento en el Parlamento vasco: piden el cese de la cooperación con Cuba y el apoyo al bloqueo de EEUU, denunciando el carácter esperpéntico de algunas de las “denuncias” contra el Gobierno de La Habana allí presentada: “el Gobierno cubano me inoculó una cepa de laboratorio del VIH”, “mucho del dinero que ha entrado a Cuba de diferentes parlamentos (sic) del mundo para desarrollar la biotecnología, ha sido revertido en usar virus y bacterias para reducir a los disidentes” y otras.