Prensa Latina.- Las expectativas aumentan hoy en esta capital en vísperas de los comicios generales en los que siete duplas de candidatos lidiarán por la presidencia y vicepresidencia en una sola vuelta.

Ni los primeros síntomas del incipiente invierno o una fria lluvia primaveral logran atenuar el recalentado ambiente electoral de este pequeño país sudamericano, flanqueado por los gigantes Brasil y Argentina.

Las autoridades gubernamentales actúan con prudencia, ponen en práctica medidas cautelares para evitar alteraciones violentas y llaman a los paraguayos a actuar con civismo y responsabilidad en la votación de mañana domingo.

En unas pocas horas dos millones 861 mil 940 paraguayos acudirán a las más de 14 mil mesas electorales habilitadas a lo largo y ancho del país para depositar su voto.

Además del presidente y su segundo, serán elegidos 45 senadores y 30 suplentes, 80 diputados e igual cifra de sustitutos, 17 gobernadores y sus Juntas Departamentales, y por primera vez, 18 parlamentarios al Mercado Común del Sur.

Los sondeos durante la campaña favorecieron al ex obispo católico Fernando Lugo, de la opositora Alianza Patriótica para el Cambio (APC), seguido por la candidata oficialista del Partido Colorado Blanca Ovelar y el general retirado Lino Oviedo.

Pese a los resultados de las encuestas, pocos analistas se aventuran a anticipar un vencedor, aunque sí está definido que las mayores opciones de triunfo recaen en Lugo y Ovelar, lo cual es interpretado aquí con apostar por el cambio o el continuismo.

El mandatario del país, Nicanor Duarte, garantizó la víspera, en conferencia de prensa ofrecida en Mburuvicha Roga, residencia presidencial, que el Estado velará por el desarrollo normal de las elecciones y aseguró que los órganos competentes adoptan medidas previsoras.

"Me interesa que los paraguayos vayan a votar con tranquilidad y sin temor", afirmó ante la prensa local y extranjera.

El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social anunció también medidas especiales para el 20 de abril como la movilización de más de 600 médicos, enfermeras y funcionarios del sector, además de habilitar unas 150 camas para casos de contingencia A estas disposiciones se suma a simple vista el amplio despliegue policial en las principales arterias capitalinas, que al decir de los asunceños está motivado por los más complejos comicios celebrados en el país después de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, en 1989.