Agencias.-Centenares de militares salen a la calle en Honduras. El país vive una crisis política y un clima convulso a raíz de las pretensiones del presidente Zelaya de reformar la Constitución. Los opositores achacan a Zelaya buscar mantenerse en el cargo para promover el modelo socialista, algo que el mandatario ha negado afirmando que no estará "ni un día más, ni un día menos" en el poder.
Zelaya enfrenta una fuerte oposición de todos los sectores, incluyendo los miembros de su propio partido, pero tiene el apoyo de organizaciones populares de izquierda. Los medios de comunicación del grupo Prisa, en España, no han dejado de airear que está situado en la órbita ideológica de Chavez y Evo Morales.
Vestidas de blanco, miles de personas marcharon este martes en San Pedro Sula, en el norte de Honduras, para manifestarse en contra de las reformas constitucionales que promueve el presidente Manuel Zelaya, supuestamente para ampliar su periodo presidencial.
"Proclamamos una Honduras bienaventurada", anotaba una pancarta que encabezaba la caminata promovida por miembros de iglesias evangélicas.
"De manera espontánea el pueblo sampedrano se ha volcado al llamado del liderazgo cristiano. Es una caminata por la unidad, paz y libertad nacional", expresó a la prensa el dirigente evangélico Leonel Ayala.
La manifestación se produjo en el este de la ciudad, la segunda de Honduras, situada 240 km al norte de Tegugcigalpa.
En la capital, cuatro miembros de una organización civil denominada "Generación del Cambio", se manifestaron frente a la Casa Presidencial vestidos únicamente con su ropa interior, sombrero y bigotes pintados como el que usa el presidente Zelaya.
También cientos de personas convocadas por los evangélicos de la iglesia Vida Abundante realizaron un mitín frente al Primer Batallón de Infantería, 5 km al oeste de la capital, demandando a las Fuerzas Armadas desistir del apoyo a los planes del mandatario.
Zelaya promueve la realización el próximo domingo de una encuesta nacional en favor de la colocación de una cuarta urna en las elecciones generales del 29 de noviembre -junto a las urnas para elegir presidente, diputados y alcaldes- para que se decida si se convoca a una asamblea constituyente que apruebe una nueva constitución.