El eurodiputado español de IU declara que los intentos de vincular a Venezuela con las FARC carecen de base y son fruto de una campaña de desprestigio
Grupo de Izquierda Unitaria Europea / Izquierda Verde Nórdica .- El Responsable de Política Internacional de Izquierda Unida ha valorado el auto dictado por el juez español Eloy Velasco que vincula al gobierno venezolano con las FARC: "lamento profundamente que por segunda vez la Audiencia Nacional haya utilizado una prueba obtenida ilegalmente para dictar autos. En la primera ocasión se incriminó a Remedios García y esta vez al Estado venezolano".En ambas ocasiones, el magistrado de la Audiencia Nacional ha basado su auto en información proveniente de los supuestos ordenadores de Raúl Reyes, miembro de la FARC, tras una acción militar del Ejército colombiano acaecida en territorio ecuatoriano que acabó con la vida de una veintena de personas y en la que fue incautado material informático.
"Esa agresión territorial sobre Ecuador se produjo violando las normas internacionales básicas. El Estado colombiano incurrió en un grave delito que fue denunciado y repudiado por las instituciones de América Latina y Caribe", declaró Meyer.
"Conforme al derecho más elemental, cualquier prueba obtenida al margen de la ley carece de cualquier validez, máxime cuando estos ordenadores fueron sujetos a una posible manipulación por parte de la administración colombiana, como indicó la propia fiscalía de la República de Ecuador".
Según el eurodiputado de Izquierda Unida, "es público y notorio que la presencia de miembros de ETA en Venezuela fue acordada tras las negociaciones de Argel llevadas a cabo por el gobierno de Felipe González en las que no se contemplaba ningún tipo de extradición. Precisamente ha sido el Gobierno de Hugo Chávez el que procedió a la extradición de Sebastián Etxaniz, Juan Víctor Galarza y José Ramón Foruria en 2002 y 2003".
Respecto a la acusación de vinculación de Chávez con las FARC, Willy Meyer recordó que el mandatario venezolano ha sido clave en la liberación de diversos rehenes y que se ha pronunciado reiteradamente contra la acción armada de las FARC.
A juicio de Meyer, "estamos ante una campaña de desprestigio lanzada contra el legítimo gobierno de Venezuela sobre la base de un auto cuya prueba fundamental fue adquirida de forma delictiva y criminal por el Ejército colombiano en 2008".
