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Cubainformación
Un reciente tuit del actor español Santiago Segura, que reproduce un comunicado del denominado "Observatorio Cubano de Derechos Humanos" (OCDH) sobre una situación de “emergencia sanitaria" en Cuba, constituye un ejemplo paradigmático de cómo un personaje público colabora, de manera inconsciente o consciente, en un patrón de guerra mediática contra la Isla.
Este artículo de Cubainformación pretende deconstruir críticamente -y con el mayor respeto- el tuit de Segura, evidenciando los intereses geopolíticos que se esconden detrás de estas campañas de desinformación y contextualizando la real situación que vive el pueblo cubano, víctima principal del bloqueo económico, comercial y financiero más prolongado de la historia, impuesto por los sucesivos gobiernos estadounidenses desde 1962.
Aunque el tuit comienza con la pregunta “es esta información real, @grok?”, no cabe duda de que el actor da credibilidad (al menos parcial) al mensaje del citado colectivo y que toma partido por su divulgación.
En todo caso, la respuesta de Grok es clara y rebaja bastantes enteros el comunicado politizado hacia la retórica del Departamento de Estado de EEUU y claramente manipulador del OCDH: “Sí, hay una crisis sanitaria real en Cuba con brotes de dengue, chikunguña, oropouche y zika, confirmados por OMS, OPS y medios como Reuters y The Guardian (nov 2025). El gobierno cubano reconoció una "epidemia" el 12/11, pero no ha declarado emergencia nacional oficial. Esta declaración parece provenir de grupos activistas como OCDH, exigiendo ayuda internacional. Fuentes variadas reportan colapso en salud y críticas al manejo gubernamental”.
Es esta información real, @grok ?
— Santiago Segura (@SSantiagosegura) November 23, 2025
DECLARACIÓN CIUDADANA DE EMERGENCIA SANITARIA EN LA REPÚBLICA DE CUBA
Proclamada por el pueblo de Cuba ante la inacción y negligencia del régimen.
La Nación Cubana, en ejercicio de su soberanía popular y en defensa del derecho fundamental a la…
1 El OCDH: Una "organización de derechos humanos" con financiamiento de EEUU y coordinación con la Mafia de Miami
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), cuya sede se encuentra en Madrid, forma parte del ecosistema de entidades anticubanas que reciben financiamiento directo o indirecto del gobierno de Estados Unidos a través de mecanismos como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la National Endowment for Democracy (NED). Estas organizaciones se presentan como "defensoras de los derechos humanos" mientras ocultan sistemáticamente que su existencia y operaciones dependen económicamente de los mismos centros de poder que mantienen y justifican el bloqueo criminal contra Cuba. El OCDH se coordina con sus homólogas de Miami, centro desde el que se planifican las campañas de gurrea informativa contra Cuba.
El modus operandi de estas plataformas está bien documentado: difunden críticas sistemáticas al gobierno cubano, destacando problemas económicos y sociales —en gran medida consecuencia directa del bloqueo— como supuestas "fallas del sistema". Utilizan estratégicamente hashtags y tendencias virales para posicionar narrativas desestabilizadoras, aprovechando momentos de dificultades económicas o desastres naturales para intensificar su campaña de descrédito.
2 La omisión calculada: el bloqueo como violación fundamental de derechos humanos
El comunicado del OCDH reproducido por Segura señala al gobierno cubano como único responsable de la situación sanitaria, pero omite deliberadamente mencionar que el bloqueo estadounidense constituye la violación masiva, sistemática y flagrante de los derechos humanos del pueblo cubano. Esta omisión no es inocente: responde a una agenda política destinada a eximir a Estados Unidos de toda responsabilidad por la crisis humanitaria que sus propias políticas han generado.
Según el informe leído por el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla que, hace escasas dos semanas, fue presentado en la Asamblea General de las Naciones Unidas y aprobada la resolución en la que se basó por el 96 por ciento de los votos (165 contra 7), solo entre marzo de 2024 y febrero de 2025, el bloqueo ha causado daños económicos estimados en 7.556 millones de dólares, lo que representa un incremento del 50% respecto al informe anterior. El daño acumulado durante más de seis décadas supera los 2,1 billones de dólares, una cifra que refleja la magnitud histórica de esta política de castigo colectivo contra toda una nación.
Algunos ejemplos sobre el impacto humanitario del bloqueo estadounidense contra Cuba en sectores vitales: en la salud, la falta de medicamentos y equipos médicos (14 horas de bloqueo equivale a la insulina anual para todas las y los diabéticos cubanos); en la energía, la crisis eléctrica y la falta de combustible (60 días de bloqueo equivalen al combustible necesario para generar toda la electricidad anual y 12 días de bloqueo al mantenimiento anual del sistema eléctrico nacional).
3 Situación sanitaria en Cuba y destrucción de los acuerdos médicos internacionales de Cuba
La situación sanitaria en Cuba es ciertamente compleja, pero contrariamente al relato del OCDH, las principales causas hay que buscarlas en el bloqueo estadounidense y no en la "incapacidad" o "negligencia" del gobierno cubano. Cuba es, por contra, desde hace décadas, un ejemplo paradigmático en materia de salud pública para el conjunto de las naciones empobrecidas del Sur, según numerosas fuentes vinculadas al complejo de Naciones Unidas.
En la caída reciente de los indicadores de salud en un país que ha sido bandera en el Sur Global por sus logros sanitarios, hay que mencionar la persecución de los acuerdos médicos que Cuba mantiene con numerosos países del mundo, por parte de Washington y las organizaciones que ampara y financia, como el OCDH y otras.
Nada que conozca, al parecer, Santiago Segura. Que el Departamento de Estado, con los informes de estas “organizaciones civiles” en mano, ejerce una brutal presión, mediante chantajes y amenazas, sobre gobiernos del Caribe y de otras regiones del mundo, para que cancelen estos convenios, con consecuencias claras: privando a poblaciones vulnerables de atención médica cubana (la única gratuita de la que disponen) y despojando a Cuba de ciertos ingresos esenciales para mantener su sistema de salud interno.
Esta campaña contra la cooperación médica cubana constituye un ataque directo al derecho a la salud de millones de personas en países en desarrollo que se benefician de la solidaridad médica cubana. Resulta cínico que las mismas organizaciones que se presentan como "defensoras de los derechos humanos" apoyen políticas que claramente violan el derecho a la salud de las poblaciones más vulnerables.
El OCDH reprocha al gobierno cubano que "continúe con la exportación de productos biotecnológicos y de personal médico", presentándolo como un abandono a la población local, cuando:
- Los ingresos por conceptos de cooperación médica y exportación de productos farmacéuticos constituyen una fuente vital de divisas para la economía cubana, necesarias para importar, principalmente, medicamentos, en un contexto de bloqueo extremo.
- La industria biotecnológica cubana ha desarrollado vacunas y tratamientos reconocidos internacionalmente que benefician tanto a la población cubana como a la de otros países.
- El personal médico que participa en misiones internacionales lo hace de forma voluntaria y recibe salarios que mejoran sustancialmente sus condiciones de vida y las de sus familias.
Resulta hipócrita que el OCDH critique la exportación de servicios médicos cubanos mientras no cuestiona el bloqueo que precisamente limita la capacidad de Cuba de adquirir insumos médicos en el mercado internacional.
4 La utilización de personajes públicos contra Cuba: el caso de Paco León
Otro actor español, Paco León, ya se sumó en 2021 a la campaña #SOSCuba. Ambos casos son ejemplos claros de cómo figuras públicas ajenas a la derecha tradicional posicionada, son utilizadas para amplificar un mensaje que omite la causa fundamental de la crisis: el bloqueo económico de Estados Unidos.
En 2021, el actor y humorista español Paco León utilizó sus redes sociales para difundir un "mensaje de solidaridad" con el pueblo cubano bajo la etiqueta #SOSCuba. En un video, manifestó su preocupación por la situación en la isla, afirmando que la gente "está muriendo muchísima no solo de COVID, sino de hambre, no tienen medicamentos… la están pasando realmente mal".
Pero la campaña #SOSCuba, tal como fue promovida en ese contexto, formaba parte de una operación de desestabilización política que coincidió con el momento de máxima presión de la guerra económica estadounidense. Quienes difundían este mensaje, de forma consciente o inconsciente, omitieron información crucial:
- El bloqueo como causa raíz: La crisis sanitaria y económica que sufría Cuba, agravada durante la pandemia, tenía y tiene su origen principal en el bloqueo estadounidense, recrudecido precisamente en ese periodo. Este bloqueo es un "acto de guerra económica en tiempos de paz", como lo han definido numerosas fuentes independientes.
- Impacto concreto en la salud: Durante la COVID-19, el bloqueo impidió a Cuba acceder a equipos y tecnologías con más de un 10% de componentes estadounidenses, necesarios para la producción de sus vacunas y para la adquisición de ventiladores pulmonares y otros insumos médicos críticos. Empresas proveedoras se vieron forzadas a suspender sus relaciones comerciales con la isla debido a las restricciones estadounidenses. Incluso el Gobierno de EEUU negó la posibilidad de vender a Cuba respiradores artificiales y oxígeno, en el peor momento de la crisis.
- Denuncia de expertos internacionales: Relatoras de derechos humanos de la ONU, como Alena Douhan, han visitado Cuba y han constatado directamente cómo las "medidas coercitivas unilaterales" de Estados Unidos "laceran los DDHH de la población", afectando esferas vitales como la salud, la alimentación y el suministro de medicamentos.
El uso de personajes como Paco León o Santiago Segura que, sin duda, parten de un sentimiento de empatía hacia una población civil golpeada por una crisis o conflicto, como es la cubana, sirven inconscientemente a una estrategia diseñada para:
- Desviar la atención de la responsabilidad principal del gobierno de Estados Unidos en una crisis humanitaria.
- Camuflar los efectos de una guerra económica no convencional bajo la apariencia de un reclamo legítimo y espontáneo de la ciudadanía.
- Dotar de una apariencia de neutralidad a una campaña profundamente política, aprovechando la credibilidad y el arrastre popular de figuras mediáticas.
Esta estrategia busca ocultar la verdad incontestable que la comunidad internacional lleva años señalando: es el bloqueo criminal de Estados Unidos, y no otro factor, la mayor violación de los derechos humanos del pueblo cubano y la principal causa (por supuesto no la única pero sí la principal) de sus carencias.
5 Solidaridad informativa contra manipulación política
El tuit de Santiago Segura, aunque posiblemente bienintencionado, reproduce acríticamente un discurso fabricado por intereses geopolíticos destinados a justificar y mantener el bloqueo criminal contra Cuba. Al amplificar el comunicado del OCDH sin contextualizar su financiamiento, agenda política y omisiones deliberadas, Segura se convierte —consciente o inconscientemente— en un instrumento de la guerra mediática contra Cuba.
La verdadera solidaridad con el pueblo cubano exige:
- Denunciar incansablemente el bloqueo estadounidense como la principal violación de los derechos humanos del pueblo cubano y la causa fundamental de las carencias económicas y sociales que padece.
- Exigir el fin inmediato e incondicional de todas las sanciones económicas contra Cuba, que constituyen un acto de guerra en tiempo de paz y un castigo colectivo prohibido por el derecho internacional.
- Contextualizar cualquier crítica a la situación interna de Cuba reconociendo el impacto devastador de seis décadas de bloqueo y las múltiples agresiones estadounidenses.
- Defender el derecho de Cuba a su autodeterminación y a construir su sistema político y social sin injerencias externas.
La batalla contra el bloqueo es también una batalla informativa. Medios como Cubainformación cumplen un papel crucial en deconstruir las narrativas manipuladoras y mostrar la realidad compleja de Cuba, más allá de los intereses geopolíticos que buscan demonizar a la Revolución Cubana. La solidaridad internacionalista debe basarse en la verdad y la justicia, no en narrativas fabricadas por los verdugos que castigan a un pueblo por defender su soberanía.








