Los de esta capital coparon el zoológico nacional, el acuario, los parques de diversiones y la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, por citar algunos de los sitios que diseñaron programaciones a la medida de los menores.

En la céntrica zona conocida por La Rampa fue imposible contabilizar el número de niños derrochando alegría mientras sus tutores se encargaban de garantizar las golosinas.

Los padres, agobiados por momentos debido al bullicio, el calor y el cansancio de una semana de trabajo, reflejaban en sus rostros la felicidad de ver a sus retoños haciendo travesuras y tomándose su día muy en serio.

Al referirse al Día de los Niños en Cuba, el representante en Cuba del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), José Juan Ortiz, expresó que la fecha tiene gran peso histórico en esta nación por la importancia que le conceden el Estado y el pueblo.

“Los niños se identifican con la celebración, no es una fiesta que se hace para los niños, es la fiesta de los niños”, enfatizó Ortiz en entrevista concedida al Noticiero Dominical de la Televisión Cubana.

He visto muy pocos lugares que suceda como en Cuba donde “es todo un país celebrando con sus hijos”, es lo que lo hace diferente, principalmente, de las naciones de América Latina, el Caribe y Europa, añadió Ortiz.

Aquí –en referencia a la mayor de las Antillas- no se celebra, se vive, sentenció el representante del UNICEF.