Luis Berriz, presidente de la ONG cubana Cubasolar
Cubainformación.- En el barrio La Víbora, en La Habana, entrevistamos a Luis Berriz, presidente de Cubasolar, ONG cubana que desarrolla diferentes programas de energías alternativas en toda la Isla, y que actúa como contraparte de ONGs de varios países del mundo.
Texto publicado en Cubainformación en papel nº 10 - Verano 2009
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- ¿Existen diferencias entre las ONGs de Cuba y de otros países?
- No lo creo. La diferencia entre una ONG y otra es su objetivo, por qué lucha. En muchos lugares se plantea que la Organización No Gubernamental debe ser Organización Contra Gubernamental. No tiene por qué ser así en todo los lugares. Depende la naturaleza y acción de cada gobierno. Si Cubasolar, como ONG, defiende el medio ambiente, el uso de las energías renovables, un mundo mejor, y nuestro gobierno quiere lo mismo, ¿por qué vamos a estar en contra de ese gobierno que persigue lo mismo?
- ¿Cómo surge la llamada “revolución energética” que Cuba está llevando adelante, en qué consiste?
- Para lograr un verdadero desarrollo sostenible hay que basarse en prácticas energéticas sustentables. No podemos pensar que a base del petróleo, o a base de reactivos nucleares, vamos a construir un desarrollo sostenible. Por muchos factores. Uno de los factores es la alta contaminación ambiental. Pero otro de los factores es porque todos esos tipos de energía concentrada representan El Poder. Son las causas de todas las guerras en el mundo, desde hace tiempo.
Si seguimos con esta política energética, el petróleo va a acabar con nosotros, por las guerras y por la contaminación. Basarse en el petróleo para el desarrollo energético de un país es acabar con el futuro. Por eso planteamos un verdadero desarrollo sostenible basado en una energética sustentable. Y la energética sustentable sólo es posible basándonos en las fuentes renovables de energía. Como por ejemplo, la energía solar. Y vemos como una necesidad el uso del petróleo y de otros recursos concentrados en un proceso de transición necesario en este momento, pero que tenemos que pasar a la mayor velocidad posible, para poder subsistir. Los países más poderosos y desarrollados van implementando algunas políticas energéticas más limpias, mientras exportan residuos y tecnología más contaminante a los países pobres. Países pobres en cuyo entorno se sitúa Cuba. Por eso en el campo del desarrollo de las energías limpias Cuba puede ser un ejemplo para el mundo doblemente. No sólo por las políticas internas concretas, sino porque, en su entorno geopolítico, sería muy novedoso. Y éste es un concepto importantísimo: las relaciones entre los países pobres y los países ricos. Yo no sé lo que es un país pobre y un país rico. La verdadera pobreza y la verdadera riqueza están en la mente de las personas, en la conciencia de los pueblos. Nosotros, inclusive, hablamos muchas veces de “desarrollo”, hablamos de “países desarrollados y subdesarrollados”, pero ¿qué es “desarrollo”? El verdadero desarrollo está en el desarrollo de la felicidad de las personas, la felicidad del pueblo, no en el consumismo. ¿Cómo se puede afirmar que EEUU es un país desarrollado cuando su sistema debe obligatoriamente vivir de la muerte y la destrucción del resto del mundo?
Ahí está la verdadera pobreza de un pueblo, la verdadera pobreza de un país. Y el problema del verdadero desarrollo. ¿Tenemos que ir hacia el consumismo desenfrenado, tenemos que ir hacia el egoísmo y el individualismo? ¿Ese es el desarrollo? ¿O el desarrollo es exactamente todo lo contrario?
- En el caso de la energía, además, está el problema del control de los recursos y la posesión de la tierra.
- ¿Cuál es el gran problema? Que la energía solar te pertenece a tí, me pertenece a mí, nos pertenece a todos y todas. Es la energía del futuro, es la energía de una sociedad justa, es la energía del socialismo. Porque nadie la puede dominar. Nadie puede dominar el sol. Sin embargo, yo te domino como capitalista con el petróleo, o te domino con los recursos nucleares. Y te lo doy o te lo quito. Es el poder concentrado. La energía concentrada es el poder concentrado. La energía solar distribuida es la energía de los pueblos.
- ¿Qué importancia tiene la energía solar en Cuba?
- Hablemos de lo que hemos llamado en el país la “revolución energética”. Lo primero que tenemos que hacer, el primer paso que estamos dando es que, ya que debemos seguir empleando el petróleo, tenemos que hacerlo con la máxima eficiencia. No podemos darnos el lujo de derrochar. Ese es el primer concepto. Máxima eficiencia, ahorro.
Después, generación distribuida. Antes teníamos seis, siete, ocho termoeléctricas grandes, un error tremendo. Ahora estamos haciendo cientos, miles de lugares donde estamos generando electricidad. Inclusive con el mismo petróleo, pero ya de forma distribuida. Y paulatinamente vamos desarrollando, aceleradamente, el uso de energías renovables en ese sistema de generación distribuida. Esos son los pasos que estamos dando.
Pero también es importante que se esté avanzando en algo fundamental, el aumento de la cultura y la participación de todo el pueblo. No se está haciendo por decreto. Se está haciendo con formación de conciencia. Se está haciendo con la participación de todo el mundo, sobre todo de niños y niñas.
- Es fundamental la educación, por tanto.
- ¡Importantísima! De la misma forma que, cuando tú hablas con una persona de la calle, aquí en Cuba, percibes la importancia del valor de la solidaridad internacional como parte fundamental para el desarrollo -no solo cubano, sino mundial-, también el valor del desarrollo sostenible y las energías limpias se va incorporando a este bagaje. La gente ya te habla de la energía solar, de la importancia de la defensa del medio ambiente. Y lo hace la población infantil y la gente adulta también.
- ¿Qué herramientas de sensibilización y educación se están empleando actualmente?
- Citemos la televisión. La televisión cubana tiene una característica que la hace diferente. No es chovinismo, pero es diferente a todas las televisiones del mundo. Es eminentemente cultural, y no tiene un solo anuncio comercial. Cada programa es para impartir cultura, para educar. Y hemos utilizado la televisión como un medio para llegar a todo el país. Es interesante la labor de nuestros dos canales específicamente educativos.
- La experiencia de Cuba en el campo del ahorro energético y en el desarrollo de la energía solar, ¿cómo puede ser seguido en otros países?
- Lo primero es el ejemplo. Lo primero es demostrar que hay cosas que, aunque parezca mentira, se pueden hacer. Cuando nosotros acabamos con la alfabetización nuestra en un año, allá por 1961, demostramos que se podía hacer. Y en este momento estamos tratando de acabar con el analfabetismo en otros países del mundo. Y estamos mostrando que también se puede hacer. Cuando aquí, en Cuba, estamos desarrollando la energía solar, cuando estamos electrificando comunidades con paneles solares, estamos abordando un programa de justicia social. ¿Por qué voy a electrificar la vivienda de una familia campesina? ¿Para qué? Si no me va a comprar el panel, si no me voy a enriquecer al entregarle el panel. Si no me va a pagar la electricidad que está consumiendo. Si lo estamos haciendo, es porque ese campesino tiene el mismo derecho que yo a tener electricidad. ¿Por qué yo voy a tener derecho a tener electricidad y él no?
Y esto lo analizamos así no solo en el ámbito cubano, sino también en el ámbito internacional ¿Por qué vamos a tener mayor derecho que otros pueblos del mundo a vivir mejor? Y esto es lo que estamos haciendo en Cuba. Primero, poner el ejemplo. Demostrando que no somos locos, que es posible hacerlo. Y después que demostramos que es posible hacerlo, porque lo hemos hecho aquí, ir al resto de los lugares del mundo a hacer lo mismo.
- ¿En qué países concretos?
- Estamos asesorando en la “revolución energética” en varios países de África y de América Latina: Venezuela, Bolivia, Nicaragua, México, Sudáfrica, etc. Y lo estamos haciendo de ese modo.
Inclusive, muchas de las experiencias que empezamos a aplicar hace algunos años, se están aplicando en algunos países de Europa. El cambio masivo de los bombillos ineficientes por bombillos eficientes, una serie de ajustes y elementos de racionalización en el transporte... Y es que realmente el mundo está obligado a hacerlo, y se está viendo claro. Se va incrementando la conciencia, pero hace falta mucha más.
Pero lo que es necesario, a nivel global, es que todo lo que se está invirtiendo en el desarrollo de otros usos energéticos, se empiece a aplicar al uso racional de la energía y al empleo de las energías renovables.
- Nos decía un cooperativista de la agricultura urbana que, al aplicar conceptos de soberanía alimentaria, Cuba se está adelantando a lo que los llamados “países desarrollados” se verán obligados dentro de 50 años, cuando hayan acabado con el petróleo y el resto de recursos.
- Todo es lo mismo. Hablemos del consumismo, del despilfarro. Y de la medida y el costo de las cosas. Pudiéramos decir que tal equipo cuesta tantos dólares o euros. Pero también podríamos asignarle un valor por su gasto energético. El gasto energético podría ser también valor de cambio de los productos.
Un ejemplo. Soy un consumista tremendo. Tengo un carro. Pero ese carro tiene también un valor energético por el gasto en su fabricación. Al año siguiente, como tengo dinero, lo cambio por otro, y al otro año lo cambio de nuevo. Y sigo generando chatarra, además de un insostenible consumo energético. Por ejemplo, esta camisa: ahora me la pongo y a la semana la boto. ¿Cuánta energía estoy consumiendo? Estamos hablando de ahorro energético. No estamos hablando de apagar solo una luz innecesaria. Estamos pensando en que todo tiene un valor energético y tenemos que utilizarlo con máxima eficiencia. Y estoy hablando, en primer lugar, de que no hace falta malgastarlo ni tirarlo.
Pero, además, te estoy hablando de un problema de supervivencia de la propia especie humana. Es la supervivencia. El ahorro, el uso racional, no solo de la energía, sino del conjunto de los recursos, es imprescindible para poder llegar a un mundo mejor, que es lo que queremos. Con el despilfarro no llegamos a ningún lugar. A veces hablamos del mundo llamado “desarrollado”, del futuro, del desarrollo sostenible. ¡Pero es que es imposible llegar a un desarrollo sostenible en un sistema capitalista de producción! Porque al sistema capitalista de producción lo único que le interesa es el dinero. Si queremos hablar de un desarrollo sostenible, tenemos que basarnos en las necesidades y sentimientos humanos. Por lo tanto, tenemos que lograr una sociedad superior al capitalismo.
No estamos hablando solo de cambios de hábitos de consumo ni energéticos. Estamos hablando de todo. Y no hay otra vía. Que no me hable nadie de que en el capitalismo podemos llegar al desarrollo sostenible porque no es verdad.
