Comprometido con su tiempo, Carpentier decidió abordar la realidad americana, descubriendo la majestuosidad de un continente donde lo extraordinario podría encontrarse en cualquier rincón.
Novelista, musicólogo, crítico de arte, intelectual revolucionario de primera línea, permitió una comunicación entre Europa y América en materia de cultura, incluyendo toda la riqueza expresiva de Cuba y su contorno caribeño, escenarios fundamentales de sus novelas.
Al periodismo, profesión que le acompañó hasta el final de su vida, se integra desde 1922 y un año después se hacía sentir en medio del convulso movimiento de intelectuales revolucionarios agrupados en el Grupo Minorista y que se radicalizaron en la conocida Protesta de los Trece.
Comunista por convicción, desde los duros años de la lucha contra la dictadura de Gerardo Machado, Carpentier fue consecuente con sus ideas revolucionarias, convirtiéndose en una de las más altas voces cubanas en el orbe.
Fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, al triunfo de la Revolución, fue merecedor de altos títulos y condecoraciones, entre los que destacan el Doctorado Honoris Causa en Lengua y Literatura hispánicas, otorgado por la Universidad de La Habana en 1975.
También recibió el Premio Mundial Cino del Duca y el título de Honorary Fellow, la más alta distinción que concede el Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos.
Fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba y en 1978 mereció el Premio Miguel de Cervantes y Saavedra, la más alta distinción literaria de España.
El 24 de abril de 1980 fallece en París, tras haber legado a la cultura la inmensidad de su obra literaria y el ejemplo de un revolucionario consecuente.
Al periodismo, profesión que le acompañó hasta el final de su vida, se integra desde 1922 y un año después se hacía sentir en medio del convulso movimiento de intelectuales revolucionarios agrupados en el Grupo Minorista y que se radicalizaron en la conocida Protesta de los Trece.
Comunista por convicción, desde los duros años de la lucha contra la dictadura de Gerardo Machado, Carpentier fue consecuente con sus ideas revolucionarias, convirtiéndose en una de las más altas voces cubanas en el orbe.
Fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, al triunfo de la Revolución, fue merecedor de altos títulos y condecoraciones, entre los que destacan el Doctorado Honoris Causa en Lengua y Literatura hispánicas, otorgado por la Universidad de La Habana en 1975.
También recibió el Premio Mundial Cino del Duca y el título de Honorary Fellow, la más alta distinción que concede el Consejo Directivo de la Sociedad de Estudios Españoles e Hispanoamericanos de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos.
Fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba y en 1978 mereció el Premio Miguel de Cervantes y Saavedra, la más alta distinción literaria de España.
El 24 de abril de 1980 fallece en París, tras haber legado a la cultura la inmensidad de su obra literaria y el ejemplo de un revolucionario consecuente.