Entrevista con Esther Hirzel, directora general del Festival Cubanima 2010
M. M. López • La Habana - LaJiribilla.- Mientras tiene lugar en Cuba uno de los más importantes eventos culturales dedicados a la niñez y la adolescencia, el Cubanima, el audiovisual cubano rinde tributo a 50 años de historia de cine y video de animación, que comenzaron con la guía de Jesús de Armas, y con el filme El maná, tras el cual han venido otros seis largos y los triunfos de Elpidio el mambí, de Cecilio Avilés y su cotorra, de los vampiros que rondaban La Habana tras la fórmula del Vampisol o de los Filminutos, de Juan Padrón y El bohío, de Mario Rivas.
En el aniversario de los Estudios, el Festival Cubanima se dedica por primera vez totalmente a la animación realizada para el público más joven. Los invitados extranjeros, los talleristas, y conferencistas son personas aún más vinculados al mundo del animado, y por estos días el hablar sobre el género y consumirlo con avidez en las tardes de cine en la capital, nos hace recorrer al menos al vuelo la historia de estas cinco décadas. Esther Hirzel, directora general del Festival comentó con La Jiribilla la importancia de aquellos años iniciales, en que los Estudios “con artistas que provenían de la plástica y no poseían grandes conocimientos de la animación, emprendieron un trabajo que estuvo encaminado en lo fundamental a transmitir mensajes sobre el propio proceso de cambios que trajo la Revolución”.
“Realmente —continúa Hirzel— no fue hasta la década de los 70 en que empieza a trabajarse la animación dirigida al público infantil, concibiendo también un intercambio con el mismo. En esa década, surge el mito de la animación cubana con Elpidio Valdés y ocurre todo ese fenómeno de la historieta que se fue convirtiendo en animado. Con el maestro Juan Padrón, a partir de ese momento, llegaron a realizarse seis largometrajes, entre ellos el emblemático Vampiros en La Habana. Ya en la década de los 90, con el período especial y la depresión casi absoluta en la economía, y la consiguiente paralización en el cine. Sin embargo, el núcleo de animación se mantuvo dando servicios a estudios de animación del extranjero y otras instituciones. Al salir de esa etapa casi directamente a la incorporación de las nuevas tecnologías cuando aún los estudios radicaban en la casita de la Productora Audiovisual. Así empezaron a sumarse jóvenes, que ya estaban conviviendo con los más experimentados, y se inició una fructífera interacción con la tecnología moderna”.
¿En qué condiciones, tecnológicas y de desarrollo estético y conceptual llegan los Estudios de Animación del ICAIC a la cuarta edición de Cubanima?
Luego de aquella difícil etapa, la dirección del país promovió la realización de animados con una inversión importante en tecnología digital y la ampliación del los Estudios, que comenzaron a ocupar el edificio de la calle 25 entre 12 y 13 en el Vedado, acondicionado para la realización de películas en 35 mm, aunque nos hemos concentrado en la realización sobre soporte digital, porque media mucho el elemento económico en nuestro contexto.
En estos más de cinco años vertiginosos por los que hemos transitado en los nuevos Estudios, podríamos destacar la experiencia lograda con la convivencia y la interacción de tres generaciones de realizadores. Eso, tal vez, debiera ser visto como algo que puede generar contradicciones, pero que en nuestro caso ha sido una coincidencia enriquecedora, porque se han podido comunicar maestros como Tulio Raggi, Mario Rivas o Juan Padrón, con los jóvenes talentos, que aprendiendo de los consagrados, han empezado a ofrecer sus resultados creativos.
Además, este período ha permitido que los Estudios se organicen como industria del arte y que cumplan con el compromiso social de alcanzar y mantener estable un cierto nivel de producción anual que ofrezca al público-destino materiales para ser vistos en los cines y sobre todo, en la Televisión cubana, nuestro principal medio difusor. Hemos experimentado la posibilidad de realizar más de 700 minutos de animados para poner en pantalla. También logramos diversificar nuestro objeto esencial, porque producimos íntegramente programas para la televisión como Cuadro a cuadro, Zunzún TV o Lila Pila un programa en preparación, que mostrará exclusivamente animados hechos en Cuba.
Consideramos que contamos con jóvenes que están trabajando bajo la influencia actual de las diferentes escuelas de animación y por el tiempo que les ha tocado vivir, pero mantienen como en los propios inicios de la realización del animado en Cuba, el sello de la identidad nacional. En esas nuevas formas de hacer, hay elementos que demuestran a simple vista que un producto de este tipo es cubano; porque tiene que ver con los ritmos, la paleta de color, el hecho de que casi todas tengan su música propia, lo cual es además un privilegio, porque no todos los realizadores disponer de posibilidades presupuestarias para poner música a sus películas.
Pensamos que en el momento actual el animado está enriquecido por la diversidad que le han impregnado las nuevas generaciones, pero no estamos conformes porque tenemos debilidades fundamentalmente en las historias, en los contenidos. Estamos buscando nuevas fórmulas, dentro de las nuevas modalidades de producción que tiene que adoptarse porque lo exigen la vida, las dinámicas del país, los cambios económicos, los momentos actuales.
El reconocer estos problemas nos lleva a pensar que tiene que ver también con un desarrollo lógico que nos ha exigido el momento actual, el cambio vertiginoso en el plano tecnológico y como parte de ello, la exigencia de darles la oportunidad de expresarse a los jóvenes, cuando hubo un reclamo social de restituir la canción infantil, convocamos a personas de distintas formaciones. Eso permitió que haciendo esos videos de canciones infantiles que han tenido tanto éxito, descubriéramos las verdaderas capacidades de muchos de ellos. Hemos obtenido pequeñas obras de arte que además han logrado importantes reconocimientos internacionales, como ha ocurrido con las películas El propietario, 20 años —que a su vez estimuló la creación en los Estudios, dedicado a la técnica del stop motion—, o la serie Pubertad.
Por otra parte, este edificio, la sede de los Estudios es un privilegio, como lo es la prioridad que el estado cubano concede al tema de la infancia. Por ello es que asumimos el arte de manera que transmita los valores que se necesita que desarrollen las nuevas generaciones.
Mirarse en otros espejos
El Cubanima ofrece la posibilidad de que los animados cubanos convivan con los de otros países, así como el intercambio con realizadores extranjeros. Al ver las propuestas foráneas y dialogar con otros colegas, Esther apunta que es curioso el hecho de que “los especialistas extranjeros comentan acerca de la calidad de los animados cubanos, dicen que son excelentes, y valora enormemente la implementación de las técnicas y la estética lograda en las películas. Además, a lo largo de nuestra participación en festivales fuera de Cuba, hemos recibido el elogio de otros colegas e instituciones.
Pero no nos basta con saber que andamos bien. Porque nos percatamos a veces de que algunos materiales de otros países que son trabajos menores desde el punto de vista estético, nos superan en cuanto al trazado de las historias.
El Cubanima, de manera general, para reflexionar sobre nosotros y sobre los otros, es una alternativa para públicos y realizadores en medio de un escenario globalizado y de la lucha contra las barreras que impiden la distribución de nuestros productos artísticos.
¿Qué resultados se hacen visibles luego de una semana de festival y de intensa actividad en los Estudios?
El haber dedicado este espacio solamente a la animación es muy bueno, porque ha permitido consolidarlo, hacerlo más coherente. Poco a poco, y con la ayuda de las disqueras y algunas editoriales también, hemos ido logrando que la imagen de nuestros nuevos animados llegue al público y que, a pesar de la desleal competencia con las series de las grandes productoras capitalistas, los niños y adolescentes reclamen la aparición en las pantallas de sus animados y tarareen las canciones que hemos recreado en los videos.
