La primera reunión del grupo ministerial de Medio Ambiente de los países miembros del Grupo de los 77 + China tuvo lugar en el Hotel Nacional de Cuba. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate.
Yilena Héctor Rodríguez, Ismael Francisco - Cubadebate - Video: Canal Caribe / TV Cubana.- Este martes tuvo lugar la primera reunión de ministras, ministros y altas autoridades de medio ambiente de los países miembros del Grupo de los 77 + China, presidida por la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh, en el Hotel Nacional de Cuba.
Este encuentro es la cuarta reunión de alto nivel que se realiza desde que Cuba asumió la presidencia pro tempore de este organismo de concertación política internacional.
Durante la apertura del evento, la ministra de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, Elba Rosa Pérez Montoya, destacó la necesidad de integración para lograr convivir en un planeta más sano para las actuales y futuras generaciones.
Pérez Montoya señaló que los desafíos ambientales deben ser enfrentados nacionalmente y que se requiere una sólida voluntad política y el uso creciente de la ciencia, la tecnología y la innovación.
La ministra recordó que Cuba consagró en la Constitución de 2019 el derecho al disfrute de un ambiente sano y equilibrado, y que para el año 2030 tiene metas ambiciosas en cuanto al incremento de la superficie boscosa, la mejora de los suelos para la agricultura, la generación de energía a partir de fuentes renovables y el uso de un transporte terrestre bajo en emisiones contaminantes, entre otras.
Pérez Montoya también destacó la experiencia de cinco años de implementación del plan de Estado para el enfrentamiento al cambio climático, conocido como Tarea Vida, y la reciente creación de la fundación climática Iris Unidos por el Clima, concebida para la adaptación y mitigación de los efectos del calentamiento global, a pesar de las limitaciones impuestas por el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos.
Este encuentro se celebra en el contexto de la Convención Internacional de Medio Ambiente, que tiene lugar en La Habana con el lema "Por un desarrollo sostenible, inclusivo y resiliente, con ciencia e innovación para el medio ambiente".
Los objetivos principales de esta cita son propiciar el diálogo y la cooperación y fomentar la unidad, la solidaridad y la materialización de proyectos ambientales desde el sur.
Ciencia y tecnología frente al cambio climático
Sobre la necesidad de investigación, financiamiento y participación de todos los sectores para hacer frente al desafío habló en la cita el ministro de Desarrollo Sostenible, Cambio Climático y Gestión de Riesgo de Desastres de Belice, Orlando Habet.
Por su parte, el titular del sector en Bután, Loknath Sharmam, se refirió a los retos para el desarrollo sostenible en su país y en las naciones en desarrollo.
“Tenemos la misión de reducir la emisión de gases tóxicos a la atmósfera, minimizar el uso de los plásticos y otros materiales que afectan nuestros mares, para mitigar el impacto del cambio climático. Los países desarrollados nos deben apoyar en ese empeño, sobre todo en materia de investigación y tecnología”, expresó.
Precisamente, la tecnología fue reconocida como un recurso fundamental para enfrentar los desafíos ambientales.
En ese sentido, el Ministro de Ciencia y Tecnología de Cambodia señaló que su país se compromete a desarrollar la ciencia, innovación y tecnología. Dijo que es fundamental la colaboración para abordar los retos mundiales de manera efectiva y manifestó su compromiso de apoyar la iniciativa cubana para promover el desarrollo sostenible.
La ministra de Ciencia y Tecnología de Venezuela, Gabriela Jiménez, explicó que, si bien el desarrollo de la ciencia y tecnología es importante frente al cambio climático, existen limitaciones en cuanto a su acceso. Venezuela dispondrá de un Centro de Cambio Climático para enfrentar el desafío.
En el área caribeña, una de las principales preocupaciones es el crecimiento del sargazo, así lo manifestó el ministro de Medio Ambiente de República Dominicana, Miguel Ceara.
El sargazo es una macroalga flotante, que tiene el aspecto de una gran mancha y se extiende por todo el mar Caribe. Posee una longitud de 8 000 kilómetros y un peso de 30 millones de toneladas aproximadamente, y ha causado pérdidas en las playas, así como un enorme costo económico.
Según el ministro, es un desafío entender qué fin darle al sargazo, pues a las 48 horas de depositarse en las playas comienza a liberar toxinas. Los países del Caribe deben buscar una solución a partir de la ciencia y la tecnología, exhortó.
En otro momento del diálogo, la ministra de Cambio Climático y Medio Ambiente de Emiratos Árabes Unidos, Mariam bint Mohammed, señaló que la ciencia debe ponerse en manos de todos y manifestó el compromiso de su país para crear alianzas en aras del desarrollo sostenible y con vistas a COP 28.
Para Wálter Mauricio Hernán, viceministro de Ciencia y Tecnología de Bolivia, la colaboración es fundamental en contextos de crisis como el actual. Para ello es fundamental la cooperación sur-sur y el financiamiento público, en aras de disminuir la brecha entre países desarrollados y subdesarrollados. La ciencia y tecnología no pueden ser propiedad de unos pocos, dijo.
Por su parte, el viceministro de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo Social de Brasil, Inacio Arruda, se refirió a la necesidad de proteger la biodiversidad, en particular de la Amazonia. También habló de la necesidad de enfrentar otros problemas, como las diversas formas de desigualdad.
“No podemos hablar de clima sin tener en cuenta a las personas que mueren de hambre cada día”, dijo y expresó que su país está dispuesto a colaborar en la respuesta a los desafíos planteados en la cita.
En otra intervención, el ministro de Medio Ambiente de Guinea Bissau afirmó que el Grupo de los 77+China es una comunidad fundamental en los propósitos de enfrentar el cambio climático y exhortó a trabajar de conjunto para llevar una propuesta sólida como grupo a COP 28.
Asistió Marrero Cruz a la clausura de la reunión
En la ceremonia, presidida también por la vice primera ministra Inés María Chapman y la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente Elba Rosa Pérez Montoya, prevaleció la necesidad de integración para hacer frente a los desafíos climáticos.
El primer ministro cubano afirmó que el cambio climático es una realidad, un reto internacional, respecto al cual los países desarrollados no han tenido la comprensión necesaria ni han realizado el acompañamiento adecuado a los subdesarrollados.
“Estamos en el Caribe, una de las regiones más vulnerables al cambio climático, donde muchas de las islas pueden desaparecer por el incremento del nivel del mar”, sentenció.
También se refirió a la Tarea Vida, desarrollada en Cuba para estudiar la geografía y conocer los riesgos ambientales para años venideros. A partir de ella, el gobierno ha implementado un plan para enfrentar los desafíos climatológicos.
“Ponemos a disposición de ustedes la experiencia de nuestros científicos. Los países subdesarrollados debemos apostar cada vez más por la ciencia, no como una opción, sino como el camino a seguir”, afirmó Marrero Cruz.
Por su parte, Inés María Chapman señaló que la recién concluida Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial evidenció la escasa voluntad de los países desarrollados para adoptar cambios significativos en sus sistemas que permitan avanzar hacia un mundo mejor y más justo, por eso es necesario aunar esfuerzos entre los pueblos en vías de desarrollo.
Dijo que los aportes realizados en esta cita serán valorados e incluidos en los eventos que se realicen en las próximas reuniones al más alto nivel y reiteró, asimismo, el compromiso de Cuba en la construcción de un mundo más sano y sostenible.
Medio Ambiente y Desarrollo: un impulso desde La Habana que se sienta en todo el mundo
Nuria Barbosa León
Granma
Autoridades ambientalistas de los países miembros del G77 + China, dialogan este martes, en La Habana, acerca de cooperación sobre el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación a favor del clima, el medio ambiente y como impulso al desarrollo sostenible.
Con la presencia de la vice primera ministra, Inés María Chapman, la reunión propuso impulsar la unidad, la solidaridad, la cooperación y el trabajo por la materialización de proyectos desde el Sur, en apoyo a la recuperación postpandemia de nuestros ecosistemas y atendiendo a las necesidades y particularidades de nuestros países.
También debatieron en las problemáticas del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de los suelos, la contaminación por plásticos, desechos peligrosos y sustancias químicas diversas, entre otras problemáticas ambientales.
Al inaugurar la cita, la ministra cubana de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez, argumentó los apremiantes desafíos que atraviesa la humanidad en un periodo de crisis multidimensional que, de manera desproporcional, impacta con mayor fuerza sobre los más vulnerables.
«Hoy estamos comprometidos con la negociación de un instrumento jurídicamente vinculante para la contaminación por plásticos fundamentalmente en el medio que refleje diversas alternativas para abordar el ciclo de vida de los plásticos desde el diseño de sus productos hasta el manejo de los desechos.
«Sin embargo, las obligaciones que se adquieran deben estar acompañadas de recursos financieros, de capacidades y el acceso a tecnologías, en especial aquellas que son necesarias para introducir sustitutos de los plásticos de un solo uso», precisó la titular cubana.
Reconoció la gravedad del daño causado por el modelo de desarrollo depredador y consumista que pone en riesgo el cumplimiento de los objetivos y metas para la consecución del desarrollo sostenible en 2030, adoptados en Naciones Unidas hace poco menos de diez años.
Ese modelo tiene un impacto en la calidad de vida del hombre, su entorno e infraestructura, algo que debe hacerse si queremos llegar a una realidad diferente para las actuales y futuras generaciones. «En ese sentido, es importante implementar la estrategia global para el consumo y producción», afirmó.
«Un reto de semejante magnitud en el que descansa la supervivencia de las actuales y futuras generaciones solo puede enfrentarse con una sólida voluntad política y el uso creciente de la ciencia, la tecnología y la innovación», añadió la ministra cubana, quien adelantó el contenido de la estrategia cubana definida en la Tarea Vida.
Para el 2030 nos hemos trazado metas ambiciosas como el incremento de la superficie boscosa hasta el 33 %, la mejora de los suelos en el 65 % del área agrícola, el incremento en un 15 % del reúso del agua, la reducción gradual del plástico de un solo uso, la prevención y enfrentamiento de los delitos e ilegalidades que afectan la flora y fauna silvestre, el 24 % en la generación de energía a partir de fuentes renovables, así como mayor uso de un transporte terrestre más bajo en emisiones, entre otras, señaló.
El principal obstáculo ante estos retos está en el criminal bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de 60 años y recrudecido durante el periodo pandémico, señaló, alertando que «sin bloqueo, nuestro país tendría para estos propósitos más acceso a financiamientos, insumos, tecnologías y menos limitaciones para el desarrollo de la cooperación internacional, en especial la cooperación Sur-Sur».
La reunión se realiza en el marco de la Convención de Medio Ambiente, que tiene lugar en la capital cubana del 3 al 7 de julio.
