Foto: Beatriz Hernández García/Archivo.
Ricardo R. González
Cubadebate
Hay noticias que llegan y sacuden la existencia. Quiso el destino que la recibida en las primeras horas de este domingo 4 de mayo traspasara el marco de la duda, de lo indeciso, para hacerla realidad. Ha fallecido en La Habana el Dr. C. Armando Caballero López en una etapa final en que su salud se vio afectada.
Y aunque no pudo ganar su última batalla partirá inmenso como lo demostró hasta su último día.
Quedan para siempre su faceta de investigador, la sabia del buen médico que buscó los nuevos conocimientos a favor del necesitado, las clases impartidas en la Universidad Médica o en un recinto hospitalario, el tesón por lograr su título de especialista de I y II grados en esa Anestesiología y Reanimación con la dignidad y el decoro de un profesional de excelencia, o la del II grado en Medicina Intensiva y Emergencias.
Hablar de méritos, medallas, distinciones y estímulos sería interminable, tan honoríficos como la de miembro reconocido de la Academia de Ciencias de Cuba, pero la que más le satisfizo —y me lo hizo saber en varias ocasiones— fue la de no pensar en distingos ni menos en la fama.
Se sentía campesino, como aquel muchachito, oriundo de Seibabo, que un día llegó con apenas cinco años a Santa Clara, y recordaba aquel regalo de su abuelo a partir de un libro que invitaba a ganar en salud. Quizás la justa puerta entreabierta para penetrar en ese, su mundo.
Jamás olvidó a quienes lo enseñaron y fueron sus maestros en la especialidad, al Dr. Arturo Escamilla Bringas, como impulsor en ese camino de la necesaria y a veces olvidada anestesia. Valen, entonces, los libros dedicados a esa rama, algunos con la participación de múltiples colegas, convertidos en referente de la medicina cubana y más allá de nuestras fronteras, hasta llegar al último contentivo de 197 capítulos, con 170 autores, y parte de ellos especialistas de todos los continentes.
Y un hombre de bien hablaba de satisfacciones. Su voz se enaltecía al recordar que la provincia tuvo la segunda sala de Terapia Intensiva en el país, a punto de cumplir 53 años, el próximo 8 de mayo: Su querida Sala 1, como se le llamaba en el hoy hospital Celestino Hernández Robau.
Y el otro regocijo es que sus dos hijos varones hayan proseguido las sendas del intensivismo, sin olvidar que su esposa Nancy resultó una enfermera de prestigio en sus años de labor.
Lamentablemente el corazón del Dr. Caballero estaba resentido. Un infarto previo en Angola en años atrás, repetido en etapa reciente, sumado a otros episodios que conllevaron a una compleja intervención cardiovascular en apenas días fueron deteriorando su salud.
Sin embargo, no conoció derroteros Seguía como el guerrero invencible o el deportista de altos rendimiento que aspira a su próxima meta como el arduo trabajo desplegado en los días intensos de la Covid.
Mucho más pudiera decirse, pero hoy Villa Clara y Cuba sienten el dolor cercano. Sus compañeros a los que forjó, las tantas personas que hizo volver a la vida y escucharles un “Gracias doctor”, los familiares que lo situaron en una especie de altar ante tanta gratitud, quienes un día recibieron un regaño o un llamado de atención para hacer mejores las cosas como lección inolvidable.
Vaya en paz, doctor, emprenda feliz el camino de la eternidad porque cumplió con la obra prometida. Que se vista de gloria el sendero de las ciencias médicas, y que desde donde esté ilumine por siempre la vida al contar con un Caballero del honor y de todos.
Díaz-Canel sobre el Dr. Caballero: “Dedicó su vida a salvar la vida de otros”
El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se refirió desde Rusia al fallecimiento del doctor Armando Caballero, reconocido galeno cubano y figura destacada en el ámbito de la medicina intensiva y la anestesiología.
Durante su trayectoria, el Dr. Caballero dedicó su vida al servicio de la salud pública, siendo ampliamente admirado por su compromiso profesional y humano en la salvación de miles de vidas. Su labor trascendió fronteras, consolidándolo como un referente en su especialidad y como un pilar fundamental para el sistema sanitario cubano.
El mandatario cubano expresó sus condolencias a través de la red social X, enviando un sentido abrazo a los familiares, amigos y pacientes del eminente médico, cuya influencia alcanzó a numerosas personas en toda la isla.
Díaz-Canel resaltó el legado del Dr. Caballero, subrayando su entrega incansable y el impacto de su trabajo en comunidades de Cuba, donde dejó una huella imborrable como profesional y ser humano.
(Tomado de CMHW)
Falleció eminente especialista de la terapia intensiva en Cuba
Santa Clara, Cuba, 4 may (Prensa Latina) El doctor Armando Caballero, fundador del segundo servicio de terapia intensiva en Cuba y eminente profesor de la especialidad, falleció hoy a los 77 años de edad, tras complicaciones cardíacas.
En sus más de cuatro décadas dedicadas a la medicina interna, Caballero ostentó los títulos de Especialista de I y II Grado en Anestesiología y Reanimación, así como el de Especialista de II Grado en Medicina Intensiva y Emergencias, los de profesor e investigador titular en diversas unidades y el de Miembro Honorario de la Academia de Ciencias de Cuba.
El ministro de salud cubano, José Ángel Portal, lamentó el deceso y en su cuenta de la red social X lo catalogó como médico excepcional y un ser humano admirable y apuntó que su legado de ciencia, entrega y amor por la vida guiará siempre el hacer de la salud en el país.
Milaxy Sánchez, gobernadora de Villa Clara, valoró al doctor Caballero como un inigualable guía, ejemplo de ética médica y amor por su profesión, y extendió las condolencias a los familiares a nombre del Partido y el Gobierno en el territorio.
Durante su amplia trayectoria médica y docente, Caballero impartió más de 50 cursos y presentó más de 100 investigaciones vinculadas a la terapia intensiva, un servicio al cual dedicó su vida.