Medios anticubanos como Swing Completo defienden esta práctica totalitaria como un logro. Foto: pantalla de noticia de dicho medio digital.
Cubainformación
Desde hace décadas, el gobierno de EE.UU. aplica su persecución contra Cuba al terreno deportivo, convirtiendo el béisbol —pasión nacional de la Isla— en un campo de batalla política y de aplicación de su brutal bloqueo económico.
Bajo las Disposiciones de Control de Bienes Cubanos (CACR), los peloteros cubanos que desean jugar en las Grandes Ligas de EEUU son obligados a firmar una "Declaración de Residencia Permanente fuera de Cuba", un documento humillante, propio de regímenes totalitarios, que les exige:
- Renunciar a vivir, siquiera temporalmente, en su patria: declarar que "asumen residencia permanente fuera de Cuba" y que "no pretenden volver".
- Autoexiliarse políticamente: jurar que no son "funcionarios del Gobierno cubano" ni "miembros del Partido Comunista", so pena de ser excluidos.
- Mentir bajo coerción: afirmar que lo hacen "por propia voluntad, sin coacción", cuando en realidad si no firman, no pueden acceder a fichar ni jugar.
Esta política, amparada en las Secciones 337 y 338 del CACR, es un acto de chantaje y una violación de los derechos humanos de los atletas, a quienes se les niega la libertad de representar a su país o regresar a él sin consecuencias. Pero lo más cínico es que medios como Swing Completo —en su noticia del 3 de mayo— justifican este apartheid deportivo, presentándolo como un "problema de Cuba" y no como lo que es: una extorsión del gobierno estadounidense para fracturar la identidad nacional cubana y privar de todo ingreso a su país, ni siquiera el que puedan realizar como visitantes.
Bloqueo a todo ingreso deportivo para Cuba
A todo esto es necesario añadir que la política de bloqueo al deporte cubano implica que:
- EE.UU. prohíbe a los deportistas cubanos repatriar ingresos o pagar impuestos a su país, violando derechos básicos y estrangulando económicamente al sector deportivo nacional. En Cuba no puede entrar ni un centavo, ni en impuestos, ni en remesas deportivas, ni en acuerdos que permitirían un intercambio justo y profesional.
- Se bloquea hasta el turismo deportivo: las y los aficionados estadounidenses tienen vetado viajar a Cuba, salvo permiso especial y restringido, para apoyar eventos como la Serie del Caribe, privando a la Isla de divisas.
Todo esto no es una casualidad: forma parte del diseño estructural del bloqueo. Aislar a Cuba, asfixiarla económicamente, dividir a sus familias, cortar sus vínculos con su emigración, y luego culpar al Gobierno cubano por los efectos de esa agresión.
Recordemos que, en 2018, la Federación Cubana de Béisbol llegó a un esperanzador acuerdo con las Grandes Ligas de Béisbol de EEUU, por el que ya los peloteros cubanos jugarían en el Norte sin problemas. Pero la mafia de Miami obligó a Donald Trump a prohibir ese acuerdo, ya que destinaba un pequeño porcentaje al deporte base de la Isla.
Dos años después, la Federación Cubana de Béisbol decidió integrar en su equipo nacional a peloteros profesionales residentes en otros países, incluido los EEUU. También esto fue (y es) perseguido y boicoteado en Miami. Todo, en el país de “la libertad como derecho fundamental”.
Swing Completo: un medio al servicio de la persecución de deportistas
Swing Completo es un medio digital especializado en atacar el modelo deportivo cubano y en justificar cada acción del gobierno de EEUU contra el béisbol de la Isla. Aplaude la política de estrangulamiento económico de Cuba, para luego señalar las carencias que provoca.
Su texto del 3 de mayo justifica todas estas restricciones que impone el gobierno de EEUU, tanto a los jugadores cubanos como a la propia MLB (las Grandes Ligas estadounidenses), uniéndose así a la propaganda en favor de la política de bloqueo económico, financiero y comercial que EE.UU. mantiene desde hace más de 60 años, y que ha sido condenado por 31 veces en la ONU.
El sitio Swing Completo ha vuelto a demostrar su servilismo al imperio al avalar las políticas de persecución y chantaje contra los deportistas cubanos, promoviendo la narrativa de Washington que impide a los atletas de la Isla competir libremente en EE.UU., sin ser víctimas de presiones para desertar, mientras se bloquea cualquier ingreso económico que beneficie a Cuba.
Swing Completo, como otros medios adheridos a la política del Departamento de Estado y a la retórica de la mafia de Miami, manipula la realidad para presentar al bloqueo como un "problema interno" de Cuba, cuando en realidad es un acto de guerra económica que afecta hasta el béisbol, patrimonio cultural de la nación caribeña. Mientras critican el estado de las instalaciones deportivas cubanas, callan que EE.UU. impide la compra de equipos, repuestos o incluso medicamentos para atletas.
El deporte como arma de guerra
El béisbol cubano no es víctima de su "sistema", que ha demostrado flexibilidad y disposición al cambio, sino del asedio más largo de la historia moderna. Mientras EE.UU. permite que atletas de China, Rusia o Venezuela jueguen en sus ligas sin condiciones políticas, a los cubanos se les exige una abjuración pública de su patria.
La comunidad internacional debe preguntarse: ¿qué clase de "democracia" obliga a elegir entre el deporte y la tierra donde se nació? El bloqueo es el verdadero muro, y cómplices como Swing Completo son los albañiles de la desinformación.
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