Isabel Moya - Revista Mujeres.- Llega nuevamente enero. Y para una parte del mundo occidental comienza el año. Para otras culturas el inicio del año se corresponde con otros momentos de la traslación de la tierra. Pero para las cubanas y cubanos la vida nueva empezó coincidentemente un primero de enero de 1959, pero ello no tiene nada que ver con los calendarios, las mareas, las lunas, el desplazamiento elíptico de la tierra.

El primero de enero para Cuba es mortalidad infantil reducida a cuatro por cada mil nacidos vivos, es esperanza de vida que alcanza casi los 80 años, es 0 trasmisión de VIH o sífilis de la madre a sus descendientes ... entre muchas estadísticas que por cotidianas parecen naturales. Pero son el resultado de 58 años de una Revolución Socialista que tiene a los seres humanos como centro de su proyecto social. Han sido años de alegrías y esperanzas, también de sacrificios y dificultades. No hay recetas para enfrentar centurias de monopodrucción y dependencia; de discriminación y exclusión.

Es una sociedad que se ha construido a pesar de un férreo bloqueo, de guerras mediáticas, de manipulaciones y terrorismo de estado. En esta obra está lo mejor de las hijas e hijos de esta tierra: todos sus sueños, sus esfuerzos, su talento y creatividad. Y los resultados no pueden ser valorados solo con cifras. Cómo medir la alegría de una familia que ve crecer a sus hijos sanos y seguros, sin miedos a secuestros o pandillas.

Para las cubanas la Revolución es un programa de igualdad que ha propiciado su empoderamiento y que le brinda las oportunidades para enfrentar los desafíos que nos quedan en el proceso de construir una plena cultura de la igualdad.

El colectivo de la Editorial de la Mujer celebra este año el aniversario 55 de la Revista Mujeres, y quiere una vez más reitérale a sus lectoras y lectores nuestro compromiso de ser una plataforma para dialogar sobre Cuba y el mundo desde una perspectiva de género.