Pero Matanzas no es solo su ciudad, ni Varadero en Cárdenas; es una provincia que diariamente confirma que todavía quedan pequeñas acciones que intentan salvar el universo, e intentan salvarnos en esta cotidianidad de problemas donde constantemente nos preguntamos quienes los resuelven.
Pues en Matanzas hay situaciones concretas con resultados concretos. Son las mujeres matanceras quienes trabajan para la resolución de sus problemas. Un trabajo que pasa por la vida diaria, no es algo tan abstracto, ni se pierde en direcciones y reuniones.
Lo confirman disímiles proyectos, entre ellos Valores contra violencia en el municipio Jovellanos coordinado junto a la Casa de Orientación a la Mujer y la Familia donde se disponen talleres para la formación de escolares donde realizan conversatorios sobre la sexualidad, el embarazo en la adolescencia y como tener herramientas para una mejor convivencia entre tod@s.
En Limonar las mujeres preparan encuentros para las muchachas sobre lo que significa la FMC.
Este es un trabajo que permite aterrizar las conquistas de las mujeres cubanas en ejemplos concretos de empoderamiento de la mujer. Hablar sobre el derecho al aborto, a decidir sobre nuestros cuerpos, a la elección de tener hij@s o no, a la educación, a la salud, al desempeño militar, a igual salario por igual trabajo entre hombres y mujeres, a los círculos infantiles, a las carreras técnicas y profesionales, a elegir y ser elegidas, a los puestos de dirección.
Así también como señalar los desafíos que tenemos: mujeres que tengan mayor decisión política en los puestos de dirección, que a las muchachas y mujeres no se las acosen callejeramente, que no se imponga a la mujer en ninguna de las manifestaciones de la violencia, que no sean los cuidados familiares responsabilidad única ni mayoritaria de ellas, que existan políticas públicas que potencien y garanticen una vida feliz para todas. Y eso hay que enseñarles a las mujeres, y por eso también es importante la Federación de Mujeres Cubanas y todo lo que esta puede lograr para garantizar la seguridad femenina en Cuba.
La prevención es un aspecto central del trabajo que deben realizar todos los sectores de la sociedad. El trabajo que han realizado las federadas en Cárdenas para eliminar la prostitución es constante. Ha sido imprescindible el ofrecimiento de empleos para potenciar su economía y autonomía, lejos de la venta de su cuerpo que la ubica siempre en un plano de inferioridad (no defiendo la idea de “este es mi cuerpo y yo hago con él lo que quiero” porque realmente la realidad demuestra que el acto de prostituirse más allá de lo que algunas personas señalan que tiene que ver con la moralidad -lo que considero como opinión nefasta y errónea- tiene relación directa con que la mujer se convierte en mercancía (algo que podemos intercambiar con dinero). Y como se nos considera mercancía se puede acceder muy fácil a nuestros cuerpos cuando se quiera, somos objetos, y además estamos siempre en una relación desigual con aquel que nos compra. Se trata de explicarle a las mujeres los riesgos que corremos y la vulnerabilidad cuando se ejerce la prostitución. Y ahí también trabajar con la idea de que si los hombres no buscaran a las mujeres que ejercen la prostitución, esta no existiría. Y qué es lo que ha hecho que los hombres consuman los cuerpos de las mujeres: el patriarcado. Y qué es el patriarcado: el sistema que ha querido institucionalizar el dominio del hombre sobre la mujer en todas las esferas de la vida. La centralidad de la figura patriarcal en los espacios cotidianos -en el ámbito privado- y en el público.
Aunque persisten mujeres en esta situación de vulnerabilidad se logró incorporar al trabajo de Agente de seguridad a una muchacha de 21 años de edad, tras haber pasado un curso en este perfil.
También se ha logrado que algunas jóvenes se formen como asistentes de círculos infantiles.
Este es un plan piloto que realiza la Federación de Mujeres Cubanas en las provincias de Matanzas y La Habana, por ser de las provincias con mayor índice de prostitución.
Queda mucho por hacer en este sentido, pero se trabaja para que cada sancionado y mujer que ejerce la prostitución tengan un trabajador social. Las federadas matanceras también son conscientes de que deben activarse grupos de prevención a través de los consejos populares. Este punto fue discutido recientemente en el trabajo de la Comisión sobre prevención durante el Balance provincial de la FMC en la provincia de Matanzas los días 8 y 9 de diciembre de 2018.
En el trabajo en comisiones se reflexionó sobre las disímiles problemáticas existentes en Matanzas que las federadas confirman: falta de apoyo de todos los sectores para la solución de conflictos, las muchachas que están desvinculadas, el alcoholismo, l@s jóvenes con problemas de asistencia escolar, el embarazo en la adolescencia, las tentativas de suicidio en adolescentes, el fenómeno de las bocinas en las guaguas y calles…
Para poder abordar estas cuestiones existen otras iniciativas por parte de las federadas de esta provincia. Una adolescencia feliz es de los proyectos que en el municipio de Colón se trabaja con adolescentes con dificultades en su comportamiento.
Por su parte, Tarea Victoria ha potenciado que hi@s de personas que están en prisión además de tener un espacio para poder compartir y dialogar, participen en talleres formativos y actividades dentro de los centros penitenciarios.
Peña cinematográfica Mariana Grajales en el municipio de Calimete es otro de los espacios de resiliencia de las cubanas. Dirigido en un principio a mujeres de la tercera edad el espacio ya cuenta con más de cincuenta personas: proponen una película y después debaten sobre ella, lo cual además de ser un momento de distracción se convierte en oportunidad para poder reflexionar sobre los problemas y convertir el trabajo de base de la Federación de Mujeres Cubanas en algo palpable, constante, transformador y cotidiano.
