Prensa Latina.- Las mujeres son las de mayor riesgo de contagio a la COVID-19, pero también las que más percepción del peligro a la infección tienen, aseguró en Panamá aquí el doctor cubano Jorge Enrique Aguiar.

Durante su exposición en la jornada científica sobre las experiencias y conocimientos del contingente Henry Reeve en el enfrentamiento a la pandemia en Panamá, el joven galeno recordó que son ellas las que velan por el cuidado de los hijos y la familia.

Precisó que, según estadísticas, el 54 por ciento de las mujeres a nivel mundial están al frente del hogar, mientras que una buena parte de los infectados en el sector de la salud se concentran en este segmento, el cual representa el 70 por ciento del personal sanitario.

Entre los daños más comunes tras padecer la enfermedad relacionó los cardiovasculares, neurológicos y dermatológicos, mientras que los hombres son más propensos a morir.

Aguiar acotó que un estudio publicado en una revista científica reveló que el 56 por ciento de los fallecidos son del sexo masculino, en tanto las mujeres representan el mayor número de casos asintomáticos, aunque duplican el riesgo de padecer de fatiga persistente, estrés y deterioro cognitivo pos COVID.

A la interrogante de si el corazón femenino es el que más sufre afectaciones, la vicepresidenta del Frente Amplio por la Democracia, Maribel Gordón, aseveró que las mujeres mueren cuando ven padecer a sus familiares, amigos y compañeros o cuando la salud no llega de manera oportuna.

'El corazón de una mujer late más rápido y deja de latir en cada sufrimiento y en cada lágrima que sale de cualquier panameño, panameña o ciudadano del mundo. Por lo menos ese es el corazón de las mujeres revolucionarias, socialistas y de las que aspiramos al cambio y la transformación social', sentenció durante sus palabras de agradecimiento.

Otro de los trabajos presentados estuvo a cargo del profesor Miguel Ángel Blanco, quien ofreció detalles sobre el medicamento cubano Jusvinza, empleado en la isla caribeña como parte del protocolo de atención a los pacientes graves y críticos con la COVID-19.

Explicó que la aplicación de este innovador fármaco, basado en síntesis de péptido, permitió un nivel de supervivencia entre 73,7 y 91,7 por ciento entre casi 50 enfermos estudiados dentro de ambas categorías, lo que suscitó su uso en personas con síntomas de hiperinflamación.

No obstante, el veterano galeno aseveró que actualmente la mayor esperanza de Cuba para controlar la COVID-19 descansa en sus cinco candidatos vacunales, de los cuales dos están en fase III de ensayos clínicos.

Tras concluir su exposición, Blanco agradeció al gobierno panameño, a los médicos, enfermeras y a todos los que les permitieron ofrecer 'su granito de arena' a la mejora de la salud de este país hermano, del cual aprendimos más de lo que aportamos, señaló.