Miguel Ángel Santos Genero - Cubainformación
En su permanente intento de desestabilización y de golpe, en los que se utilizan todas las armas a su alcance, desde Miami y otros centros del poder imperial es recurrente en los últimos tiempos la insistente llamada al pueblo cubano para que salga a las calles para “protestar” contra el gobierno, aprovechando las dificultades económicas que atraviesa Cuba como consecuencia fundamentalmente de la aplicación férrea durante más de 60 años del Bloqueo económico, financiero y comercial que el Gobierno de los Estados Unidos ejerce sobre la misma, agravada aún más por la injusta inclusión en la espuria lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo.
Y sí, tras los intentos fallidos, el pueblo cubano salió masivamente a las calles a lo largo y ancho del país el pasado 1 de Mayo; pero lo hizo no para satisfacer los deseos de quienes tratan hacer descarrilar la Revolución, sino justamente para lo contrario.
Sí, las cubanas y los cubanos salieron a la calle dando una auténtica lección de dignidad para defender al Socialismo, la Soberanía y la Independencia; que es en tanto como decir, la Revolución que iniciada por Céspedes, llevó a la cima Fidel junto a sus compañeros desde la Sierra Maestra y que tiene su continuidad con la actual dirección de la misma.
Es por ello que existen más de 4 millones de razones para sentirnos felices, aquellas que corresponden a cada uno de los cubanos que atendiendo al llamado de la CTC, genuina representante de la clase obrera cubana, salieron a la calle, cada uno con sus razones, a veces con contradicciones fruto de las dificultades del momento, pero extraordinariamente unidos en la defensa de su Patria y las esencias de su Revolución.
A pesar de las habituales mentiras que vierten los odiadores de siempre, he podido apreciar como a ritmo de conga, llenos de alegría, el pueblo cubano desbordó ciudades, municipios y poblados alzando millones de banderas, fotos de históricos dirigentes y héroes caídos y que nunca serán olvidados, y de quienes tienen ahora la alta responsabilidad de hacer frente a un cruel y sanguinario imperio cuya única obsesión es asfixiarlos, derrotarlos y hacerse con mandos de su país.
Es igualmente necesario señalar que siguiendo el pensamiento martiano de que Patria es Humanidad y la práctica antimperialista e internacionalista de Fidel, las emotivas manifestaciones realizadas en Cuba sirvieron de altavoces para denunciar las guerras provocadas y apoyadas por Estados Unidos en múltiples zonas del mundo, el genocidio del régimen sionista de Israel contra el pueblo palestino o la ocupación ilegal del Sahara Occidental, entre otras muestras de apoyo y solidaridad con las causas más nobles y justas de la humanidad, siempre presentes en la memoria del pueblo cubano.
Todo un golpe limpio, certero y contundente de un pueblo que ha dejado nuevamente claro que jamás se rendirá.
* Fue Secretario General de FACUA (1982-2007) y Secretario de Relaciones Institucionales de CCOO de Sevilla (2008-2017).
