Los implicados directamente tienen una retaguardia que habla de paz y de diálogo, pero no quiere que se exponga la raíz, las causas del genocidio, las fuerzas y la ideología que lo proyectaron y lo realizan, no quieren que se sepa la Historia del proyecto, el plan del sionazismo, como tampoco quieren, hablando de dialogar entre “partes”, que se exponga y juzgue ante el mundo la ideología que sostiene su discurso ultraderechista, encubierto con mitología religiosa mesiánica, la práctica colonialista de exterminio y expansionismo. Dialogar no es saltarse la responsabilidad, ignorarla es manifestación del conservadurismo, de inmovilidad, de vaguedad. En esa proyección encaja la culpa del que resiste a los criminales y su criminalidad.
Los “pacifistas”, vemos, no son tan “pacifistas”, eluden la responsabilidad, el juicio político y sus consecuencias, la sentencia transformadora, de semejante manera se mantienen próximos a los causantes del genocidio. Los criminales cuentan con el servicio complaciente, emplean el proyector del “dialogo entre las partes”, ¿iguales?, ¿son iguales los asesinados que los asesinos? Recuérdese “La verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero. Agamenón dice: “Conforme”, mientras el porquero responde: “No me convence”. Con semejante exposición, Don Antonio Machado en su obra “Juan de Mairena” nos indica que la posición de cada parte significa una posición contraria, y que la “verdad” tiene un punto de partida y no es abstracta.
¿Es lo mismo cumplir con el Derecho que pertenece a los pueblos que el derecho imperialista? Están incumplidas por el sionazismo todas las Resoluciones de la ONU, empezando por la creación del Estado Palestino, la del Derecho al Retorno y la indemnización de los expulsados y robados, siguiendo por el Derecho a la Independencia, la devolución de la libertad a la población prisionera, el pago por las vidas esquilmadas y las generaciones condenadas al hambre, a las enfermedades, al sufrimiento inigualable en toda la Historia Humana, y la paz, ... pero no la de los “pacifistas” que llegan a decir que “ya hay que abandonar a quienes Resisten porque son pocos y su obcecación ha causado muchos muertos y va a causar muchos más”. Esos “pacificadores” toman el papel de enterradores, de vigilantes de cementerios, hacen el papel de los bandidos que se ponen en el cruce de caminos más transitados para difundir “la culpa por el mal que traen quienes no se rinden”, no dicen que quienes no se rinden sostienen el Derecho que da la razón a los pueblos, ahí, en la entraña es donde los genocidas tienen su condena.
“Pacifistas”, ¿por qué dicen que “hay que dejar la Resistencia y “dialogar” en la mesa donde se tiene previsto el entierro del juicio a los criminales? La división del Pueblo, la asfixia del valor de la Resistencia induciendo a su abandono, y la alabanza del olvido del origen, para sostener el decadente colonialismo imperial, esas son las bases de “la creación del mundo sionazi”.
Y para no olvidar recuperemos un pequeño apunte histórico, quizás comprendamos mejor qué defienden los proclamados “pacifistas”, esa gente que acusa a la Resistencia de ser la culpable de tanta muerte causada por el sionazismo: Al triunfar la Revolución Soviética Churchill declaraba que los sionistas era una medicina contra el bolchevismo, recuérdese que fue la Revolución dirigida por Lenin la que denunció los acuerdos secretos entre el régimen británico y los sionistas para partir Palestina, entonces declaró exactamente: “El sionismo … se ha convertido en un factor en las convulsiones políticas en Rusia, como potente fuerza que compite en influencia en los círculos bolcheviques con el sistema comunista internacional.” Churchill alentaba a la creación de “un Estado judío bajo la protección de la corona británica. Y es que si algo ponía en peligro el imperio colonial inglés era la Revolución Soviética, pues defendía la independencia de los pueblos bajo colonialismo. El ente “israel” es la bala colonialista causante del genocidio, no se olvide, “pacifistas”.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Miembro de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.
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