Conociendo la experiencia de quienes lanzan las bombas en provocar los llamados “daños colaterales” -hicieron historia durante la campaña contra la desintegrada Yugoslavia, donde hasta la embajada china en Belgrado fue bombardeada, y han continuado ejercitándose en Afganistán e Iraq- se pregunta uno cómo han logrado los mismos ejércitos, con las mismas armas, evitar que aparezcan víctimas civiles en las imágenes de los fotógrafos y camarógrafos que “cubren” la “intervención humanitaria”. Sobre todo, cuando hace pocos días, fuerzas norteamericanas volvieron a masacrar “por error” un grupo de niños en Afganistán.
Pero por más que nos asombremos, la cobertura de la prensa internacional, la misma que ha aportado varios cadáveres de corresponsales bajo el fuego de los libertadores en Iraq, sólo habla de “objetivos cumplidos” entre las filas de los militares libios.
Es de suponer entonces que también ha mejorado la puntería de la gran prensa, que antes habló de bombardeos del gobierno libio con su aviación contra la población civil sin poder mostrar pruebas, como denunciaron fuentes militares rusas.
A propósito, un hacker holandés ha publicado en el sitio Wired los mensajes que la aviación agresora está enviando a los buques libios, amenazándolos con que “si intentan abandonar el puerto serán atacados y destruidos inmediatamente”. De la exactitud del fuego con que serán atacados puede haber dudas, de la puntería con que lo reflejarán los medios, jamás…