Juan M Ferran Oliva.- Prefiero sintetizar en izquierdas y derechas a las corrientes políticas que con variados nombres se disputan el poder. Revolución, contrarrevolución, comunismo, socialismo, capitalismo, neoliberalismo,  democracia,  etc. son exponentes de tal embrollo semántico. Considero que las izquierdas  tienen al ser humano como objetivo, mientras que sus oponentes persiguen la ganancia[1]. Así de simple; es mi convención.

En ese esquema la máxima expresión derechista es el poderoso establishment norteamericano. La pequeña Cuba representaría a la izquierda que en 1959 tomó el poder y proclamó su soberanía política. Washington nunca ha perdonado tal rebeldía cuyo ejemplo siguen actualmente otras naciones al Sur del Rio Grande. La Isla realizó su Revolución en el campo político y social con logros a crédito en salud y educación pero la economía resultó su asignatura pendiente.  La actual dirigencia  esgrime los antiguos estandartes políticos pero en realidad  persigue el sano intento de reflotar la nación en medio del acoso enemigo y las consecuencias internas y externas de la pandemia.

El decadente león estadounidenses aún posee dientes y garras poderosos.  Dispone de los medios  más refinados de dominación, en ocasiones militares[2], en otras, manipulaciones políticas usualmente sucias. Lleva a cabo sofisticadas formas de la guerra no convencional y sus especialistas han descubierto nuevos puntos de ataque. Apelan a la cultura, a la juventud apolítica y a los marginales para convertir el resentimiento social en acción antigubernamental.  La farándula y en particular los cultores de géneros musicales de moda[3]  se convierten en sus objetivos principales. Hay artistas genuinos pero no faltan quienes disimulan su mediocridad con el esnobismo y el look de mal gusto. El hábito no hace al monje. Los desclasados también forman parte de los candidatos a la espuria rebeldía. La expansión de Internet facilita la infiltración[4].

En noviembre de 2020 debutó el show interpretado por un colectivo popular luchando por la libertad o libertinaje de expresión[5]. Fue un estruendo conocido como Movimiento San Isidro[6]. Intentaron dar a la protesta una tónica racial. Sus líderes principales han recibido financiación externa. Ultrajaron los símbolos patrios y ondearon banderas norteamericanas en franca disposición anexionista. Se abrazaron al extremismo de los lobbies de Miami apoyando a Trump. Uno de los rebeldes inició una huelga de hambre de una semana y organizó niños para que ondearan la bandera de las barras y las estrellas. Horroriza pensar que sujetos como estos pudieran formar parte del nuevo gobierno que propician.

A fines del propio mes de noviembre un grupo de artistas acudió al Ministerio de Cultura reclamando un dialogo sobre la libertad de expresión. En este caso no hubo planteamientos desestabilizadores.  Un decreto prohibiendo la difusión de vulgaridades fue posiblemente el detonante.

Ambas ocasiones fueron aprovechadas por quienes probablemente las indujeron. Destacan la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Fundación Nacional para la Democracia (NED), ambas vinculadas a la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Tras estos pomposos títulos se amparan vulgares agencias politiqueras que responden a los intereses de las grandes corporaciones. La familia de organizaciones derechistas es amplia y se nutre del presupuesto estatal norteamericano.  Son secundadas por determinados elementos en otros países y actuó también con subordinación ejemplar la Organización de Estados Americanos (OEA).

La USAID y la NED han explotado la situación de grupos marginales en países con gobiernos de izquierda. Son una especie de holding Company que nutre a entidades derechistas. En el caso cubano son ejemplos, entre otras, CubaNet, Cibercuba y ADN Cuba. Divulgan tóxico insurreccional escudado en el ya fósil sambenito del anticomunismo. Su plan consiste en utilizar los derechos humanos y la democracia como argumentos movilizadores. El rap es la guerra, es su lema y han gastado millones de dólares atrayendo a músicos de géneros de moda, artistas y periodistas en su intento por convertir en arma política a la juventud marginada.

En julio 11 de 2021 reventó de nuevo la protesta, en esta ocasión generalizada. Fueron su combustible las privaciones económicas, los apagones y demás deficiencias actuales. El Partido/Gobierno carga la culpa al bloqueo intensificado, al colapso del turismo y a la pandemia. Tiene razón pero no es la única causa. La revuelta tuvo un muerto y duró unas horas pero muchas de sus acciones fueron intensas. Particular efecto tuvieron la escena del auto policiaco volcado, el lanzamiento de cocteles molotov y el saqueo.  Los sistemas policiaco y judicial se encargan de las inexcusables investigaciones y procesamientos. Todo se inició en una localidad próxima a La Habana y tuvo particular revuelo en zonas marginales[7]. Su inmediata proliferación a lo largo de la Isla sugiere que obedecieron a un plan.

El mal de muchos no es consuelo, pero valga apuntar que en otras latitudes y con propósitos más sanos se producen dolorosas y duraderas protestas. La de Cuba fue una caricatura.

Lo que comenzó como un cacerolazo degeneró en alboroto político. Quizás influyó un primer grito de guerra gubernamental, después atenuado. De todas formas hubo ataques a la policía y los protestantes buenos, regulares y malos participaron en saqueos y violentos actos de fuerza. Han proporcionado un espectáculo magnificado por los medios derechistas que   entonan el lema Patria y Vida, musicalizado como una especie de  himno  rap.

La actual situación social difiere mucho de las anteriores al Periodo Especial que dividían a la población en integrados y contras.  Las generaciones actuales responden a un diapasón ideológico más amplio y hay muchos abúlicos. Su compromiso con el pasado es débil y el ansia de emigración, además de abundante, es una callada crítica. Pensar que toda la población se agrupa alrededor del Partido equivale a dormirse en las delicias de Capua[8].

Según parece hemos ingresado en la habitual simetría política característica de otros países donde movimientos de izquierda o de derecha llegan al poder por estrecho margen. De manera legítima o no,  los malos ejercen fuerza electoral y la aplican.

La estrategia económica de Cuba ha dado un giro de 180º respecto a la corriente seguida hasta 1990. Puede que también se requieran trasformaciones políticas. El actual equipo rector tiene condiciones para hacerlo. Deberá defenestrar a quienes se opongan a los cambios establecidos y prestar oídos a los protestantes. Aparte de ser manipulados por el enemigo, pueden tener razón en algunos de sus inquietudes. Forman parte del pueblo y merecen ser escuchados. 

¿Consejos? No me siento capaz. Sólo acudo a unos versos de Machado[9]

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

[1] Tal división surgió durante la Revolución Francesa y designaba a la aristocracia y a quienes aspiraban a cambios positivos.

[2] Según Von Clausewitz (1789-1831). la guerra es la continuación de la política. .

[3] Rap, Hip-hop, rap, roqueros, etc.

[4] You Tube es un sitio web que muestra particular virulencia en su campaña derechista. ha dedicado a los acontecimientos en Cuba cientos de grabaciones rebosantes de exageraciones y mentiras. No sólo en el caso de Cuba. la instalación se caracteriza por negar la admisión de trabajos de la izquierda y ofrece una enorme cantidad de grabaciones de la más extrema derecha de puro perfil fascista. 

[5] Un antecedente lejano fue el llamado maleconazo del 5 de agosto de 1994, neutralizado prontamente.

[6] San Isidro es un rincón  de la Habana Vieja, casi marginal.. A inicios del siglo XX fue una zona de tolerancia en la que actuaron famosos capos de la prostitución, como el célebre Yarini  muerto allí en renombrado duelo con un proxeneta competidor..

[7] En ciertos barrios habaneros viven personas migradas a la capital en busca de oportunidades. Muchos son ciudadanos honestos pero otros actúan en la economía sumergida y algunos son vulgares delincuentes.  Al igual que el resto de la población sufren los efectos de la crisis multifactorial que afecta al país. De cualquier modo su condición no es peor que la de otros países santificados por Washington.

[8] Capua fue conquistada por Aníbal en el 215 ANE. Descansó sus tropas en las bondades de la ciudad, lo que fue aprovechado por los romanos para derrotarlo.

[9] Retrato: Antonio Machado (1875-1939).